Internacional - Seguridad y Justicia

Sobreviviente de masacre en Nueva Zelanda perdona a atacante

2019-03-29

“No quiero tener un corazón que hierva como un volcán”, dijo Ahmed....

Por NICK PERRY

CHRISTCHURCH, Nueva Zelanda (AP) — Un hombre que sobrevivió al ataque terrorista contra dos mezquitas en Nueva Zelanda dijo el viernes a una muchedumbre de unas 20,000 personas que él perdona al extremista que asesinó a su esposa y a otros 49 feligreses.

Farid Ahmed habló en Christchurch durante un servicio nacional en honor a las víctimas del ataque de hace dos semanas.

“No quiero tener un corazón que hierva como un volcán”, dijo Ahmed. “Un volcán tiene ira y furia. No tiene paz. Tiene odio. Se quema desde adentro y quema también lo que le rodea. No quiero tener un corazón así”.

Ahmed dijo que, aunque no estaba de acuerdo con las acciones del hombre, su fe musulmana le enseñó que incluso el terrorista es su hermano.

El nombre de la esposa de Ahmed, Husna Ahmed, fue uno de los 50 que leyeron los miembros de la comunidad musulmana en una parte solemne del servicio.

Fue el tercer acto conmemorativo de importancia que se realiza en Christchurch desde la masacre del 15 de marzo de feligreses que estaban en dos mezquitas para las oraciones del viernes. El australiano Brenton Harrison Tarrant, de 28 años, fue acusado de homicidio por los ataques.

El último acto conmemorativo fue una ocasión más formal, con la presencia del primer ministro australiano, Scott Morrison, y dignatarios de otros países.

La policía de Nueva Zelanda mantuvo una fuerte presencia, cerrando las calles contiguas y patrullando la zona con armas semiautomáticas, pero la atmósfera en la ceremonia de 90 minutos en el Hagley Park fue relajada.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, que lució un manto tradicional maorí, dijo que el mundo ha estado varado en un círculo vicioso de extremismo que debe cesar. Dijo que su país ha aprendido de las historias relatadas por quienes se vieron impactados por los ataques.

“Fueron historias de coraje. Historias de aquellos nacidos aquí, criados aquí o que habían hecho de Nueva Zelanda su hogar. Que habían buscado refugio o una vida mejor para sí y sus familias”, dijo. “Esas historias son ahora parte de nuestra memoria colectiva. Quedarán con nosotros para siempre. Son nosotros”, agregó.



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