Calamidades

El tercer jinete es el ser humano

2019-04-03

Esos dos tercios de víctimas viven en 21 países o territorios afectados por...

Informe de la FAO

La mano del ser humano está detrás, directa o indirectamente, de la gran mayoría de víctimas del hambre en el planeta. El tercer jinete del apocalipsis es inseparable del segundo, la guerra. Ambos cabalgan juntos sobre 74 millones de personas en el mundo, y son el equivalente a los dos tercios de la población total que sufre hambre en el planeta (113 millones).

Esos dos tercios de víctimas viven en 21 países o territorios afectados por conflictos. En muchos de ellos el hambre no es una consecuencia más de las ofensivas militares, sino que es un arma de guerra letal y consciente. Es el caso de Yemen. A finales de 2018, la situación alcanzó un punto crítico en este país con más de la mitad (53%) de la población total con necesidad de una ayuda alimentaria urgente, según señala el informe anual que publicó ayer la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Unión Europea (UE) y otras organizaciones internacionales.

La coalición liderada por Arabia Saudí bombardea y asedia desde 2014 a la población hutí , apoyada por Irán. La situación en la ciudad de Hodeida, rodeada por tierra y mar y acosada por el aire, ejemplifica ese sitio en el que los militares cierran el paso a los alimentos y medicinas.

Lo mismo sucede en amplias zonas de Sudán del Sur, el país donde fracasan todos los acuerdos de paz antes si quiera de haberse firmado y donde el gobierno, además de llevar a cabo una limpieza étnica, impide el paso de alimentos y medicinas a zonas rebeldes como Unity, donde en 2017 llegó a declararse oficialmente la situación de hambruna.

Sudán del Sur es uno de los 33 países africanos que sufren hambre e incluyen territorios en conflicto como Congo, Somalia o Nigeria, azotada en sus estados del norte por la milicia yihadista Boko Haram, pero también por la desatención del estado, la mayor economía de África. Por desgracia, los centros de nutrición terapéutica para niños son una terrible constante en una gran parte del continente.

Pese a estas cifras alarmantes, el documento destaca una ligera mejora en el planeta con respecto a 2017 (124 millones de personas en 51 países) debido a que algunos países altamente expuestos a los choques climáticos sufrieron menos sequías, inundaciones y aumentos de temperatura en 2018. Porque esa es la segunda pata del informe, aquellos territorios en los que el hambre no está relacionada con el conflicto sino con los desastres provocados por el clima. Eso incluye a los países del Sahel, el cinturón transicional que abrocha África de este a oeste y que separa el Sáhara de las grandes sabanas, donde cada vez llueve menos, o sequías históricas como las de Haití, el país más pobre de Latinoamérica, golpeado además con furia por dos huracanes devastadores en 2017. En total, 2,3 millones de haitianos (32% de la población) están al borde de la hambruna. El documento prevé que la crisis alimentaria se intensifique en Haití en 2019 tras una cosecha inferior a la media el año pasado, debido principalmente a las sequías, según AFP.

Como curiosidad, el informe omite a Venezuela a pesar de su imparable crisis alimentaria fruto del hundimiento de su economía y de la hiperinflación, ya que la FAO "no tiene aún datos fiables sobre lo que allí sucede" según asegura Dominique Burgeon, su jefe de Emergencias. De lo que sí existen evidencias es de la situación de los venezolanos que han huido del país: Según el Programa Mundial de Alimentos, el 30% de los inmigrantes venezolanos en Colombia (de un total de 1.1 millones) padecen inseguridad alimentaria aguda. En Ecuador son 38% (de un total de 221,000 que han buscado refugio en ese país) y en Perú 14% (sobre un poco más de 500,000).



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