Internacional - Seguridad y Justicia

La Guardia Revolucionaria, de cuerpo de élite a importante actor dentro y fuera de Irán

2019-04-08

Así, cuentan con presencia preponderante en los principales sectores económicos,...

 

MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este lunes la inclusión de la Guardia Revolucionaria de Irán en la lista de organizaciones terroristas, una decisión "sin precedentes" que ya ha provocado la reacción de Irán y cuyas consecuencias son por ahora imprevisibles.

La Guardia Revolucionaria fue creada poco después de la Revolución Islámica de 1979 como el cuerpo de élite militar e ideológico de la República Islámica de Irán y se ha convertido en uno de los principales actores a nivel militar, político y económico dentro y fuera del país centroasiático.

La organización, que mantiene importantes lazos con el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y cuenta con fuerzas terrestres, marítimas y aéreas, tiene además una rama internacional, la Fuerza Quds, dedicada a defender y fomentar los intereses estratégicos de Irán en el exterior.

La Guardia Revolucionaria controla además la Fuerza de Resistencia Basij, un órgano paramilitar integrado por voluntarios y creado igualmente en 1979 por el fundador de la República Islámica, el fallecido ayatolá Ruholá Jomeini.

Los basij han sido utilizados de forma recurrente para reprimir las manifestaciones y otro tipo de protestas en Irán, entre ellas el movimiento de 2009 contra los resultados de las elecciones de ese año, denunciadas por sus irregularidades.

De hecho, en las elecciones se impuso el antiguo alcalde de Teherán y excomandante de la Guardia Revolucionaria Mahmud Ahmadineyad, lo que fue considerado como una muestra del peso del organismo en la política nacional.

La Guardia Revolucionaria está también muy implicada en el sistema económico iraní y está detrás de varias de las principales 'bonyads' --organizaciones de caridad-- y tiene control sobre parte de las industrias estratégicas del país, lo que ha provocado numerosas críticas por parte de Estados Unidos, que argumenta que es una vía de financiación de sus actividades.

Así, cuentan con presencia preponderante en los principales sectores económicos, incluidos el energético, el de construcción y el de comunicaciones, además de tener un papel relevante en la banca y finanzas.

El papel de la Guardia Revolucionaria en el sector económico no es siempre directo, ya que existen informaciones sobre su control de cientos de empresas a través de compañías privadas gestionadas por veteranos del cuerpo.

Además, controla el arsenal de misiles balísticos con los que cuenta Irán, lo que ha llevado a muchos a denunciar que la Guardia Revolucionaria ha sobrepasado sus funciones originales y ha mutado en una organización militar sobre la que no tiene control el presidente.

"PROTECTORA" DE LA REVOLUCIÓN

En su origen, fue formada como "protectora" de la Revolución Islámica y para ejercer de contrapeso al Ejército, debido al temor a un golpe de Estado por parte de grupos leales al derrocado sha, Reza Pahlavi.

Así, surgió como un organismo similar a la Guardia Nacional estadounidense para mantener el orden interno, si bien a raíz de la guerra con Irak (1980-1988) adquirió experiencia en combate y comenzó a expandir sus actividades y su influencia en el aparato de seguridad iraní.

Las autoridades iraníes han destacado el papel que jugó la Guardia Revolucionaria a través de todos sus organismos en la guerra con Sadam Hussein, lo que fue usado como prueba de su papel "protector" en la "sagrada defensa" ante la invasión por parte de las tropas iraquíes.

La guerra estalló cerca de un año después de la llegada al poder de Jomeini y en la misma Bagdad contó con el apoyo de países como Estados Unidos y Arabia Saudí, dos de los principales aliados del sha y por lo tanto rivales de Teherán tras la Revolución Islámica, debido a su temor ante una expansión ideológica y territorial de Irán.

La Guardia Revolucionaria cuenta con cerca de 200,000 integrantes menos que el Ejército regular iraní, pese a lo cual su influencia se considera mucho mayor, especialmente en lo relativo a la política interna y en el papel que juega Teherán en los conflictos en la región.

OPERACIONES EXTERIORES

De hecho, la Fuerza Quds ha sido acusada de apoyar a numerosos grupos armados chiíes en países como Irak, Siria, Líbano y Yemen, así como de participar de forma directa en conflictos como los de Siria, Irak y Yemen.

En este sentido, el líder de la Fuerza Quds, el general Qassem Soleimani, ha sido acusado de viajar a Siria para encabezar las operaciones de las fuerzas iraníes que respaldan al Gobierno de Bashar al Assad en el marco de la guerra.

Teherán ha asegurado en todo momento que su presencia se limita a asesores que apoyan las operaciones del Ejército sirio y grupos aliados, en lo que describe como lucha contra los "grupos terroristas" que intentaron derrocar al mandatario.

Sin embargo, el Ejército de Israel ha llevado a cabo numerosos bombardeos en los últimos meses contra objetivos iraníes en el país árabe denunciando sus intentos de ganar posiciones en Siria para preparar un ataque contra territorio israelí, siendo la Fuerza Quds la punta de lanza del mismo.

Estos movimientos de la Guardia Revolucionaria, así como su apoyo al partido-milicia chií libanés Hezbolá, han provocado que Israel haya elevado el tono de su denuncia, algo que también ha hecho Estados Unidos, su principal aliado.

Soleimani jugó además un papel importante en la organización de las milicias iraquíes chiíes que lucharon contra el grupo yihadista Estado Islámico, después de que el grupo capturara amplias zonas del país en 2014.

Irán, importante aliado del Gobierno iraquí, defendió así la intervención de la Guardia Revolucionaria como parte de la lucha antiterrorista, al tiempo que acusó a Washington de crear y financiar al grupo yihadista.

Asimismo, otra de las críticas a la Guardia Revolucionaria es la participación de parte de su personal --principalmente de la Fuerza Quds-- en una red que se extiende por numerosas embajadas en el extranjero y que llevaría a cabo labores de Inteligencia.

Todo ello ha llevado a Estados Unidos a anunciar a lo largo de los años sanciones contra destacados miembros de la Guardia Revolucionaria y la Fuerza Quds, así como Hezbolá y otras milicias afines, a lo que se suma la decisión anunciada este lunes por Trump, que será operativa en una semana.

Por ahora se desconoce el impacto que podría tener la decisión, si bien las autoridades iraníes ya han decidido incluir en su lista de organizaciones terroristas al Mando Central del Ejército estadounidense, que opera en Oriente Próximo y Asia Central.



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