Internacional - Política

Benjamin Netanyahu, el primer ministro más longevo de Israel

2019-04-10

Con el recuento del 99% de los votos, Netanyahu empata a 35 escaños con el dirigente del...

Por SAL EMERGUI, El Mundo

Tras una intensa campaña electoral, una noche reñida y una madrugada triunfal, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pasó la jornada del miércoles entre la resaca por su empate más victorioso y la tarea de formar su quinto gobierno.

Con el recuento del 99% de los votos, Netanyahu empata a 35 escaños con el dirigente del movimiento centrista Azul y Blanco, Benny Gantz pero ganó la guerra de bloques con el apoyo de 65 de los 120 diputados de la Knésset. Repetirá la coalición formada por la derecha y dos partidos ultraortodoxos. El factor diferencial es el origen del adelanto electoral en diciembre: la imputación en tres casos de corrupción. Netanyahu confía en la audiencia con el fiscal general Avijai Mandleblit en verano para no ir a juicio pero también que sus socios sigan en la coalición aunque deba pasar por los tribunales. La ley establece que sólo la condena judicial obliga a su renuncia. Varios dirigentes de Azul y Blanco expresaron su esperanza de que su nuevo Gobierno no dure mucho tiempo debido a sus problemas con la Justicia.

Uno de los motivos por los que el líder conservador buscaba un apoyo masivo en las urnas era demostrar a Mandelblit que "el pueblo está conmigo". De ahí que enfatizara que ante todo es su victoria. "Para todos y para mí, no tiene precedentes. ¿Cuándo tuvimos tantos escaños? Pese a los medios de comunicaciones reclutados (a favor de Gantz) y en condiciones imposibles, hemos logrado una victoria extraordinaria. ¡Gracias al pueblo de Israel por darme de nuevo la confianza!", proclamó ante los suyos entre gritos de "¡es un mago, es un mago!". Una hora antes, Gantz proclamaba la victoria. Este miércoles aseveró que respeta los resultados pero "la campaña no ha acabado".

La Knésset estará dominada por dos grandes partidos por primera vez desde que en 1992 Isaac Rabin obtuviera 44 escaños por 32 de Isaac Shamir. Su sucesor en el Likud fue Netanyahu. El resurgir del bipartidismo ha destrozado a los partidos medianos, pero sin un Gobierno de unidad con Gantz las pequeñas facciones tiene más fuerza para exigir a Netanyahu. El líder de Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, expone como condiciones "cambiar el concepto de seguridad y así acabar con Hamas y la ley del reclutamiento de ultraortodoxos".

A nivel interno, la coalición de Netanyahu podría intensificar su lucha contra el Tribunal Supremo. Respecto al conflicto con los palestinos, la pregunta es si cumplirá su promesa electoral de "declarar la soberanía de los asentamientos judíos" en Cisjordania tal y como le piden sus aliados más nacionalistas. El plan de paz que anunciará el presidente estadounidense Donald Trump en las próximas semanas puede ser una bomba de relojería en la derecha. En otro ejemplo de su apoyo a Netanyahu, Trump aplazó el anuncio para no dañar su campaña electoral. Para el liderazgo palestino, el resultado de los comicios es "la continuación del statu quo respecto a la ocupación".

Si Netanyahu ganó en el 96 los comicios tras sorprender al veterano Peres en un debate televisivo, en las últimas dos elecciones ha hecho uso masivo y hábil de las redes sociales contra los rivales. Desde el domingo hasta el cierre de la última urna, concedió decenas de entrevistas y recorrió la playa y mercados bajo el slogan "!El Gobierno de la derecha está en peligro!".

No hay que olvidar tampoco el ADN del Likud donde muchos votan a su candidato pase lo que pase. "Likud no es un partido sino una familia. Y una familia no la abandonas, aunque a veces estés enfadado", nos decía Yehuda Siton en el centro de Jerusalén.

Netanyahu ha logrado una victoria personal (ante el examen judicial) y política (doblegando un poderoso rival liderado por tres ex generales). El hecho que la cita fuera un referéndum "Bibi o no Bibi" le volvió a favorecer. Los suyos se movilizaron en masa mientras la izquierda, que lleva una década intentando echarle del poder en las urnas, votó al centrista Azul y Blanco provocando así el descalabro de la izquierda sionista. El laborismo, fiel a su tradición, ya ha sacado los cuchillos para rendir cuentas con su líder Avi Gabbay. Por si no fuera suficiente, Netanyahu superará en julio el tiempo en el cargo del padre espiritual del laborismo israelí, David Ben Gurion.



regina