Nacional - Política

Avanza una histórica reforma laboral 

2019-04-18

El instrumento fue renegociado durante un año y suscrito el último día de...

 

Por Marcos Romero

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, - El Congreso mexicano está a un paso de concretar una histórica reforma laboral, la más avanzada de que se tenga memoria, que dejará atrás los viejos arreglos vigentes durante décadas con el predominio de un rígido sindicalismo vinculado al gobierno.
    
La Cámara de Diputados sancionó ya la inédita iniciativa, promovida por el oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, izquierda), no sin algunas resistencias de las empresas y de la oposición conservadora y la del Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro).
    
Fue el PRI precisamente el que se beneficio por el "statu quo" imperante por cuanto permitió alimentar la poderosa fuerza de las grandes centrales que también funcionaban como engranes de la gigantesca maquinaria electoral que permitió a esa formación política mantener su hegemonía por 77 años.
    
Sin embargo, la derrota de esa organización en las elecciones del 1 de julio pasado, que ganó el aspirante de Morena Andrés López Obrador, por 53% de los votos, un resultado abrumador, selló el destino de este modelo de falta de libertad sindical, contratos de protección y tribunales del trabajo no independientes.
    
El pasado 12 de abril, la Cámara de Diputados aprobó por mayoría de 417 votos y 29 abstenciones la nueva reforma, que es un requisito indispensable exigido por los demócratas en el Congreso de Estados Unidos para ratificar el Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
    
El instrumento fue renegociado durante un año y suscrito el último día de noviembre pasado en Buenos Aires, Argentina, en ocasión de la Cumbre del G20.
    
El Senado prevé discutir en breve los cambios, que se espera sean menores, aunque se tiene la confianza de amplios sectores del sindicalismo de que se incluya el tema de la subcontratación y las condiciones laborales en el campo.
    
La reforma garantiza la elección de directivas sindicales y sus miembros de manera personal, libre, directa y secreta, evitando la injerencia del patrón y obliga a los líderes sindicales a la rendición de cuentas.
    
También elimina las Juntas de Conciliación y Arbitraje, especie de tribunales del trabajo pero vinculados al gobierno, y transforma el sistema de justicia laboral privilegiando la conciliación, entre otros cambios.
    
La ministra de Economía Graciela Márquez admitió que la aprobación abona a que se ratifique el T-MEC.
    
Analistas consideran sin embargo que sea por "presión extranjera, convicción propia o una mezcla, el hecho es que, por amplísima mayoría, los diputados aprobaron una reforma laboral histórica". "El eje es la defensa del trabajador para elegir a sus representantes de forma libre, secreta y directa, con lo cual se cercena la vergonzosa injerencia de los patrones para tener líderes a modo", señaló Federico Reyes Heroles.
    
Aunque el especialista expuso que "seguramente habrá molestias de ciertos empresarios, a la larga, la transparencia sindical es una reivindicación de dignidad ciudadana postergada para millones". Reyes Heroles recuerda que las juntas de Conciliación y Arbitraje se convirtieron en "madrigueras de la extorsión, tanto a trabajadores como a patrones, un negocio redondo, ejemplo notabilísimo de la corrupción cotidiana que afecta a los mexicanos". Por su parte, Alberto Aziz, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estimó que "con esta reforma se hace un esfuerzo estructural para poner las manecillas del reloj laboral a tiempo con el mundo de la democracia".
    
"Durante décadas el mundo laboral en México se desarrolló dentro de esquemas corporativos, verticales y de control. El sindicalismo se volvió parte del campo político: pasó de su integración sectorial en un partido hegemónico, a un acomodo con el neoliberalismo", afirmó.
    
Como resultado se produjo "la destrucción del sindicalismo independiente" así como "la imposición de una larga represión salarial, que llevó el valor del trabajo a uno de los niveles más bajos en América Latina", señaló. 



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