Internacional - Seguridad y Justicia

Corea del Norte redobla su desafío a Trump con el lanzamiento de dos misiles

2019-05-09

Estos cohetes pueden cubrir una distancia de 1300 kilómetros, lo que colocaría a su...

Por JAVIER ESPINOSA, El Mundo

El regreso de la Península de Corea al periodo de tensión que se vivió en 2017 se acentuó este jueves tras el lanzamiento de dos misiles por parte de Corea del Norte, que parece decidida a dejar claro que el diálogo con Estados Unidos ha concluido, mientras que Washington mantenga su apuesta por las sanciones internacionales.

Según el ejército surcoreano, el doble ensayo se realizó a las 4:30 de la tarde a partir de una base situada en Sino-ri, en la provincia de North Pyongan, que en el pasado fue identificada como sede de una de las unidades equipadas con misiles de medio alcance Rodong.

Estos cohetes pueden cubrir una distancia de 1300 kilómetros, lo que colocaría a su alcance toda la península y las bases norteamericanas instaladas en Japón.

Seúl reconoció que los dos cohetes habían recorrido 270 y 420 kilómetros hasta caer en el mar sito al este del país.

Horas antes de que se produjera este nuevo ensayo, altos cargos militares de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón se reunían en Seúl para intentar analizar el lanzamiento de otro misil norcoreano el pasado sábado. El enviado especial del presidente Donald Trump para Corea, Stephen Biegun, también se encuentra de visita en la capital surcoreana, una circunstancia que refuerza la simbología de la acción norcoreana.

El miércoles Corea del Norte aseguró que el ensayo del sábado fue una iniciativa "regular y de autodefensa" y rechazó que fuera una provocación.

Andrei Lankov, un experto en Corea del Norte citado por la página especializada NK News, dijo que lo acaecido confirma que Pyongyang está decidida a "incrementar lentamente pero forma constante la tensión en la región".

"Quieren mostrar a los estadounidenses que, contrariamente a lo que piensan, el tiempo no está de su lado. Van a seguir recordando al mundo, y en particular a la Casa Blanca, que a menos que consigan concesiones en materia de sanciones, son capaces de generar una grave crisis", añadió.

Tras la prueba del sábado, la agencia oficial de Corea del Norte (KCNA) ofreció imágenes del líder de ese país Kim Jong Un supervisando las maniobras, que el propio medio definió como un ejercicio donde se "lanzaron cohetes múltiples de largo alcance y armas guiadas tácticas".

Las fotos difundidas por KCNA dejan ver claramente que estas prácticas militares constituyen toda una escalada con respecto al último año, y dejan en entredicho el intento de Seúl y Washington por minimizar la gesticulación cada vez más explícita de Pyongyang.

Tras reconocer que los cohetes habían recorrido entre 70 y 200 kilómetros, el ejército de Corea del Sur intentó mitigar el impacto de lo acaecido y también pasó de llamarlos misiles a simples "proyectiles".

El propio presidente de EU, Donald Trump, difundió un tuit en el que parecía desmerecer lo ocurrido. "Creo que Kim Jong Un se da cuenta del potencial económico de Corea del Norte y no hará nada para interferir o terminar (el proceso de negociación). Sabe que estoy con él y no quiere romper su promesa. ¡Conseguiremos un acuerdo!", escribió en esa red social.

Sin embargo, los especialistas coinciden en que Pyongyang lanzó al menos un misil balístico de nuevo diseño.

Según KCNA, Kim Jong Un "hizo hincapié en la necesidad de mantener una alerta máxima para defender la revolución ante las amenazas de invasión por parte de cualquier ejército, teniendo en cuenta que la seguridad genuina sólo está garantizada por una fuerza poderosa".

El principal periódico del país, Rodong Sinmun, también dedicó dos páginas al ensayo dejando claro el mensaje que quiere enviar Pyongyang, que lleva meses incidiendo en su descontento ante el bloqueo que sufre el proceso de negociación con Estados Unidos y la intención de Washington de no aflojar su política de "maxima presión"

"(El lanzamiento) No es sorprendente dado que ha sido telegrafiado por Kim (Jong Un), que se quejó explícitamente de la política hostil de EU y anunció 'actos correspondientes' en abril", declaró Ankit Panda a la citada NK News.

"Parece claro que Corea del Norte está enfadada por lo que parece ser una falta de flexibilidad en la posición de la administración Trump", opinó Harry Kaziani, del think tank Centro para el Interés Nacional, citado por la agencia por Reuters.

Kim Jong Un advirtió durante su discurso de Año Nuevo que si EU insistía en "imponer sanciones y presionar" a Corea del Norte, su país podía "considerar una nueva forma de salvaguardar nuestra soberanía e intereses".

Hace sólo algunos días y en medio de las maniobras que han realizado los ejércitos de EU y Corea del Sur, los medios controlados por el régimen informaron que sus fuerzas armadas "preparaban una respuesta" a estas prácticas, que Pyongyang siempre ha considerado como una preparación para una invasión de su territorio.
 



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