Internacional - Política

Evasión de impuestos en Panamá: otro escándalo para la Organización Trump

2019-06-05

Las acusaciones fueron presentadas de manera formal en una corte federal de Manhattan y...

Por Ben Protess y Steve Eder | The New York Times

Los dueños de un hotel de lujo en Ciudad de Panamá, quienes el año pasado despidieron a la Organización Trump como administradora de la propiedad, el 3 de mayo acusaron a esa empresa de evasión de impuestos en Panamá y de haber creado una “luz falsa” alrededor de las finanzas del hotel.

Las acusaciones fueron presentadas de manera formal en una corte federal de Manhattan y están llenas de posibles complejidades diplomáticas y legales para el presidente estadounidense, Donald Trump. En esencia, los documentos presentados afirman que su negocio familiar engañó a un gobierno extranjero, una acusación que la Organización Trump calificó como “completamente falsa” en un comunicado.

De acuerdo con el documento, la empresa del presidente “también hizo declaraciones fraudulentas y falsas a las autoridades tributarias panameñas” para “encubrir sus actividades ilícitas”. Esto se detectó por primera vez durante una auditoría que realizó el año pasado la agencia tributaria del país, según el documento.

No fue posible verificar en la documentación las acusaciones sobre el incumplimiento de obligaciones de la Organización Trump como administradora, la cual debía garantizar que se pagaran todos los impuestos del hotel, entre ellos los relacionados con las comisiones de administración de la familia Trump. La ley panameña impone un gravamen a las comisiones pagadas a negocios extranjeros, pero las comisiones de administración de la empresa del mandatario estadounidense pudieron haber calificado para una exención.

El documento no deja claro cuánto dinero se podría deber —o durante cuánto tiempo la Organización Trump pudo haber omitido el pago de impuestos—, pero sugiere que las acciones de la empresa sobre este y otros asuntos provocaron que los dueños del hotel quedaran expuestos al pago de millones de dólares en responsabilidades civiles.

La organización declaró que las acusaciones estaban equivocadas. “En el caso de que se haya retenido algún impuesto”, decía el comunicado, la responsabilidad era de los dueños del hotel, no de la Organización Trump, la cual “no evadió ningún impuesto”. El comunicado agregó que las decisiones fiscales se tomaron conforme al asesoramiento de una firma internacional de contabilidad.

La acción legal sucede mientras la Organización Trump está librando una batalla con los demócratas en el congreso estadounidense, quienes están investigando las finanzas personales del presidente. Aunque esas investigaciones conllevan una mayor amenaza política inmediata para Trump, la disputa en Panamá podría abrir una nueva línea de ataque en contra del negocio del presidente y brindar municiones a sus críticos.

El documento también afirma, entre otras cosas, que la Organización Trump subvaluó los salarios de los empleados en informes dirigidos a la agencia de seguridad social de Panamá, una maniobra que pudo haber reducido los pagos de impuestos sobre seguridad social del hotel. En conjunto, las acciones que tomó la empresa hicieron “que el rendimiento financiero y operativo del hotel pareciera estar bajo una luz falsa”, menciona el documento.

Un funcionario de la agencia tributaria de Panamá, que fue contactado por medio de una llamada telefónica, señaló que no estaba autorizado para ofrecer comentarios.

Las nuevas acusaciones intensifican una riña amarga entre socios comerciales por la otrora Trump International Hotel and Tower, la única propiedad hotelera de Trump en Latinoamérica. El año pasado, Orestes Fintiklis, cuyas empresas controlan la mayoría del hotel, despidieron a la Organización Trump como su administradora y después renombraron la propiedad como JW Marriott.

En el comunicado que emitió el 3 de mayo, la Organización Trump atacó a Fintiklis por la acción presentada en la corte, pues considera que estaba “intentando distraer la atención de su propio fraude y sus violaciones sustanciales”.

La disputa con Fintiklis comenzó en 2017, poco tiempo después de que compró 202 de las 369 habitaciones del hotel. Fintiklis, un ciudadano chipriota, emprendió acciones legales contra la Organización Trump, con el argumento de que la firma manejó mal el hotel, una propiedad que tenía problemas financieros.

A inicios de 2018, el pleito se extendió hacia la propiedad misma, donde hubo gritos y empujones, y llegaron los oficiales de la policía panameña. La Organización Trump acusó a Fintiklis de haber usado “tácticas parecidas a las utilizadas por mafiosos”. Sin embargo, en marzo del año pasado, una corte local emitió un fallo a favor de Fintiklis y un obrero quitó con orgullo las letras plateadas del apellido Trump que estaban en la propiedad de setenta pisos, el edificio más alto de Panamá.

Fue un golpe duro para la Organización Trump, la cual ya estaba reduciendo su tamaño para ajustarse a las realidades empresariales bajo una presidencia que ha alejado a algunos clientes y ha atraído limitaciones a los acuerdos en el extranjero. En 2017, los dueños de los hoteles Trump con problemas en Toronto y el vecindario de SoHo en Manhattan compraron la participación que tenía la Organización Trump y cambiaron los nombres de las propiedades. En la actualidad, la empresa de la familia Trump aún tiene su nombre en campos de golf, hoteles y otras operaciones de bienes raíces en diez países, desde Irlanda hasta Corea del Sur, aunque varios de los proyectos siguen en marcha.

La riña con Fintiklis se sigue filtrando en los tribunales.

Entre otras cosas, la Organización Trump ha buscado realizar su propia acusación de fraude en contra de Fintiklis y sus empresas. La empresa del presidente, la cual estuvo afiliada al hotel desde antes de su apertura en 2011 y se suponía que iba a administrarlo hasta 2031, ha argumentado que le deben al menos 3 millones de dólares.

En conjunto, Fintiklis y sus empresas buscan que la familia Trump les paguen unos 35 millones de dólares en daños, mediante procedimientos legales en Manhattan, donde tiene su sede la Organización Trump, así como en Panamá y ante un tribunal de arbitraje a nivel internacional.

El documento presentado el lunes en Manhattan describió por primera vez la acusación de evasión fiscal. Fintiklis y sus empresas citaron una ley panameña que impone un 12,5 por ciento de impuestos a los pagos realizados a una entidad extranjera como la Organización Trump.

De acuerdo con la acción legal, la empresa del presidente “utilizó su control sobre las cuentas bancarias del hotel para realizarse pagos a sí misma y a filiales sin retener el impuesto del 12,5 por ciento de sus comisiones de administración, por lo tanto, evadió impuestos de forma intencional”.

Las declaraciones de divulgación financiera del mandatario muestran que su negocio recibió al menos varios cientos de miles de dólares anuales en comisiones relacionadas con su administración de la propiedad en Panamá. No queda claro cómo fue que su empresa manejó cualquier tipo de impuesto en esas comisiones porque el mandatario se ha negado a divulgar sus declaraciones fiscales.



Jamileth