Internacional - Política

Irán rebaja su tono mientras Estados Unidos acerca posturas hacia un diálogo

2019-06-05

'Resistencia', a tenor de las numerosas veces que lo repitió durante su...

Luis Miguel Hurtado | El Mundo

Ocurrió al pie mismo de la tumba del ayatolá Jomeini. Este martes al anochecer se conmemoraba el 30 aniversario de la muerte del fundador y símbolo de la Revolución que destronó al Sha, y su sucesor como Guía Supremo, Ali Jamenei, ofrecía un discurso. "¡Ni cesión ni rendición! ¡A la batalla con EU!", le respondió un grupo de acólitos enfervorecidos. A lo que Jamenei, pausado, replicó: "A ver, a ver, atención; nadie está hablando de batalla, de lo que se trata es de resistir".

'Resistencia', a tenor de las numerosas veces que lo repitió durante su parlamento, parece ser la nueva doctrina imperante en la República Islámica iraní, en contraposición a la retórica inflamada de antaño. "El espíritu de resistencia es el arma más poderosa de una nación", subrayó Jamenei, en palabras recogidas por la agencia Mehr. "El objetivo de la resistencia es llegar a un punto de disuasión en todos los campos", dijo. Destacó la disuasión de tipo militar, que ejemplificó con su criticado programa de misiles balísticos.

Es difícil afirmar que, en las calles de Irán, vayan a dejar de oírse pronto algunos eslóganes belicosos, manidos tras 40 años repitiéndose, puño en alto. Y aunque hasta los más recalcitrantes aseguran que al gritar cosas como "¡muerte a América!" no desean, en verdad, la muerte de los estadounidenses, la imagen proyectada afuera sigue siendo, cuanto menos, inquietante. Por eso, el último gesto de Jamenei, pocas semanas después de un repunte de tensión con EU, es visto como un paso hacia la moderación.

No es el único gesto. Nizar Zakka, un empresario libanés con residencia permanente en EU, está a punto de recobrar la libertad tras cuatro tres años y nueve meses preso. Las fuerzas de seguridad lo arrestaron en 2015, durante un viaje a Irán por invitación oficial. En 2016 lo condenaron a 10 años de cárcel y a pagar 3,7 millones de euros por "lazos profundos" con la Inteligencia estadounidense. Su libertad, según familiares del procesado, fue posible con la mediación del presidente libanés Michel Aoun.

EU también rebaja el tono

Si, con estas medidas - las arengas militaristas han quedado rezagadas a escalafones menores -, Irán parece querer allanar la vía a un diálogo con EU que no ha rechazado en pleno, EU parece también querer hacer lo propio. Para empezar, uno de los focos de la escalada de tensión del mes de mayo pasado, el portaaviones USS abraham Lincoln - España retiró su fragata de su grupo de ataque ante el cáliz tenso de la situación - ha acabado atracando a 320 Km de la costa de Omán, lejos del crítico estrecho de Ormuz.

"Sí, claro. Me gustaría mucho más hablar", fue una de las respuestas del presidente estadounidense Donald Trump cuando, este martes, la cadena británica ITV le cuestionó sobre si creía que necesitaría emprender acciones militares contra Irán. "Siempre hay una posibilidad. ¿Quiero? No. Diría que no. Pero siempre hay una posibilidad", dejó caer, aunque, en los últimos días, incluso los mensajes de uno de sus halcones, el secretario de Estado Mike Pompeo, han apuntado a la posibilidad de establecer un diálogo.

Cuatro países se ofrecen para mediar

¿Será este posible? De tú a tú, a corto plazo, nadie lo prevé. Pero, en paralelo, hasta cuatro países se han arremangado las camisas y, según el Instituto para la Paz de EU han servido o se han ofrecido para mediar entre ambas naciones enfrentadas. El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha planeado un viaje a Irán para este junio, durante el cual le recibirá el Líder Supremo Jamenei, algo muy poco corriente en visitas oficiales. Fue Trump quien, semanas antes, había instado a Japón a facilitar una cumbre con Irán.

Pese a todos estos gestos, ni Irán ni EU parecen estar aún en la misma página. El único acuerdo tácito entre los líderes de ambos países, cree la mayoría de observadores, es que ni unos ni otros abogan por que la crisis actual desemboque en una guerra. "Estamos a favor de la lógica y de las conversaciones si [la otra parte] se sientan respetuosamente en la mesa de negociaciones y se ajustan a las regulaciones internacionales, no si ordena negociar", dijo el presidente iraní Rohani la semana pasada.

En otras palabras: Irán se mantiene firme tras la premisa de que, antes de hablar, EU debe regresar al pacto nuclear y levantar las sanciones draconianas. Por su parte, Pompeo que en noviembre pasado enunció 12 exigencias previas para negociar - entre ellas que Irán renunciase a su programa de misiles, o dejase de confrontar los intereses de EU más allá de sus fronteras - aseguró, el domingo pasado, que su administración está lista para negociar "sin precondiciones". El abismo entre los dos países persiste.



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