Internacional - Política
75% de los asesinados en Brasil son negros
Por MARCELO SILVA DE SOUSA, AP
RIO DE JANEIRO (AP) — Ser negro en Brasil significa tener mayor riesgo de ser asesinado. La cruenta guerra entre facciones criminales por el control del mercado de drogas en el norte y noreste del país llevó a un nuevo récord de homicidios en 2017 con 65.602 muertes. Pero un dato alarmante subyace al total de víctimas según el informe divulgado el miércoles Atlas de la Violencia: el 75% de los muertos eran individuos negros. A continuación, un vistazo a la violencia en la mayor nación de Latinoamérica y su posible devenir durante la presidencia de Jair Bolsonaro.
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¿QUÉ DICE EL INFORME?
En 2017 las muertes por homicidios crecieron un 4,2% alcanzando el mayor número histórico registrado (65.602). Con una tasa de 31,6 muertes por cada 100.00 habitantes, Brasil se consolidó como uno de los países más violentos de la región. A los investigadores del Instituto de Pesquisa Económica Aplicada y el Foro Brasileño de Seguridad Pública, que trabajaron en el Atlas, les llamó la atención el aumento de la violencia hacia grupos específicos: negros, LGBT y mujeres. Tres de cada cuatro asesinados fueron negros. Los números mostraron que la violencia hacia la población negra o mestiza -que representa poco más de la mitad del total- creció 33% en la última década.
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¿POR QUÉ LA POBLACIÓN NEGRA ES MÁS VULNERABLE?
Los estados más violentos del país están localizados en la región norte y noreste, donde la mayoría de la población es negra. Pero incluso en estados del sur y sureste del país, que tienen una minoría negra, los investigadores reportaron tasas de homicidios mayores a la media para esa población.
Bruno Paes Manso, investigador del Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de Sao Paulo, explicó que todavía persiste un problema estructural de desigualdad, discriminación y falta de inclusión de la población negra. “Los barrios más pobres, considerados marginales, están habitados en su mayor parte por población negra y son los lugares más violentos. La población negra y joven es siempre el blanco preferido de las policías”, dijo Paes Manso.
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¿QUÉ SUCEDE CON MUJERES Y GRUPOS LGBT?
El reporte llamó la atención sobre la situación de esos dos grupos. En 2017 hubo 4.936 crímenes de mujeres, un aumento de 6,3% con relación al año anterior. Aunque no detalló qué cantidad fue motivada por la violencia de género -feminicidios- el informe aportó un indicador: casi un tercio de los asesinatos se produjo dentro del hogar. De acuerdo con analistas, Brasil es un país con una fuerte cultura machista que repercute en un incentivo a la violencia de género.
Por otro lado, por primera vez el estudio presentó datos sobre la violencia homofóbica. Las denuncias por homicidios hacia integrantes de grupos LGBT pasaron de cinco en 2011 a 193 en 2017.
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BOLSONARO Y UN MODELO DE “TOLERANCIA CERO”
Los brasileños dieron un giro radical al elegir presidente el año pasado a Jair Bolsonaro, un excapitán del ejército ultraderechista que rompió con la hegemonía de más 16 años de gobiernos de izquierda.
Con un discurso duro contra la criminalidad, Bolsonaro adoptó el flagelo de la violencia como uno de los ejes de su campaña y prometió tolerancia cero. Una vez en el poder flexibilizó las reglas para la posesión y porte de armas de fuego, un asunto que divide opiniones en Brasil. Además, promueve en el Congreso un paquete “anticrimen”, ideado por el ministro y ex juez del Lava Jato, Sergio Moro. En uno de los puntos más controversiales, el plan brinda mayor resguardo legal a la policía, una medida interpretada por detractores como la entrega a los uniformados de una “carta blanca” para matar.
El severo discurso de Bolsonaro contra los criminales encuentra eco en los gobernadores de dos de las principales ciudades brasileñas, Rio de Janeiro y Sao Paulo. En los primeros meses del año, ambos distritos tuvieron aumentos expresivos de las muertes provocadas por la policía.
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¿QUÉ DICEN LOS ANALISTAS?
El Atlas de la Violencia reportó un crecimiento de las muertes por armas de fuego, que en total explicaron el 72% de los homicidios en 2017.
Según Paes Manso, el escenario para los próximos meses no es alentador. La flexibilización para la tenencia y porte de armas de fuego significa “echar gasolina sobre el fuego”, opinó el analista, debido a que la mayor cantidad de crímenes se comenten con armas.
“Es una situación que puede empeorar. Controlar más rigurosamente las armas de fuego entre la población civil debería ser una prioridad y se está haciendo lo inverso”, dijo Paes Manso.
El investigador del Núcleo de Estudios de la Violencia alertó sobre la situación de la población LGBT, blanco de ofensas del presidente Bolsonaro que pueden traducirse en un incentivo a la violencia física.
regina
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