Nacional - Seguridad y Justicia

Rebelión en la nueva Guardia Nacional

2019-07-03

Elementos de la Policía Federal (PF), uno de los tres bloques que confirman a la nueva...

Por Marcos Romero

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- La Guardia Nacional, el nuevo cuerpo de seguridad en el que el gobierno ha lanzado su más ambiciosa apuesta para poner fin a la larga noche de violencia que vive el país desde hace más de 12 años, comenzó apenas a operar y ya enfrenta su primera rebelión.
    
Elementos de la Policía Federal (PF), uno de los tres bloques que confirman a la nueva organización, junto con elementos de la Marina y del Ejército, se rehusaron a ser trasladados a los destacamentos donde fueron asignados para combatir el crimen argumentando haber sido "maltratados y engañados".
    
Los brotes de inconformidad ocurrieron tanto en la capital mexicana como en el estado norteño de Tamaulipas, donde los agentes de la ahora disuelta PF denunciaron que el ministerio de Seguridad Pública ha anunciado que les pagará su sueldo hasta el próximo año y "recortado, sin prestaciones (beneficios).
    
"De los 35,000 pesos mensuales (unos 1.750 dólares) que nos prometieron ya vamos quedando casi con salario de soldado", señaló uno de los inconformes en la Ciudad de Reynosa, frontera con Estados Unidos, quien señaló que si él y sus compañeros no son atendidos en sus demandas se proponen renunciar.
    
La inconformidad se ha extendido a prácticamente todas las divisiones de la PF incorporadas a la Guardia Nacional, entre ellas la de Inteligencia, Fuerzas de Apoyo, seguridad regional, científica, antidrogas, gendarmería y asuntos internos.
    
El ministerio de Seguridad Pública instaló un "mesa de liquidaciones" para aquellos efectivos que no deseen ser desplegados a los estados violentos.
    
Se estima los miembros de la PF integrados a la Guardia Nacional son unos 27,000, es decir, más de un tercio de los 70,000 que componen las filas de este nuevo cuerpo en el que están cifradas grandes esperanzas de combatir a la delincuencia organizada.
    
Desde que el gobierno lanzó su cuestionada guerra contra el crimen, cuando iniciaba la gestión del presidente Felipe Calderón, en diciembre de 2006, se contabilizan unos 260,000 muertos y unos 40,000 desaparecidos.
    
Algunos elementos le gritaron "traidora" a la coordinadora operativa de la Guardia Nacional, Rosalinda Trujillo, cuando llegó a la sede de la PF en Iztapalapa, oriente de la capital, en el marco de la protesta que realizaron desde hoy los uniformados. La protesta se desarrolla de manera pacífica, pero la inconformidad de sus participantes va en aumento y de hecho a Trujillo se le impidió el ingreso al Centro de Mando de este cuartel.
    
Los elementos policiales afirmaron que desde el inicio del gobierno del presidente Andrés López Obrador se les han reducido los derechos laborales.
    
Los agentes advirtieron que si no se atienden de manera inmediata sus demandas, bloquearán calles y avenidas importantes y que también podrían tomar camiones de los que utilizan para sus despliegues regionales, para acudir a Palacio Nacional, donde despacha el mandatario, a protestar.
    
Durante su conferencia matutina de hoy, López Obrador dijo que "no se va a despedir a nadie" y que "no se va a obligar a nadie a que pase a otra corporación".
    
"El proceso que se está llevando a cabo para que los elementos de la Policía Federal pasen a formar parte de la Guardia Nacional es voluntario y si reúnen los requisitos pueden pertenecer", afirmó. "Si no los reúnen, de todas maneras no van a ser despedidos porque hay otras tareas que se van a seguir llevando a cabo" en el ministerio de Seguridad Pública, expuso. Entre otras cosas, los agentes se rehúsan a asistir a las evaluaciones para incorporarse a la guardia" e impiden el acceso y la salida de personal de la instalación de Iztapalapa, una de las sedes principales de la PF en la capital.
    
Los agentes federales exigieron la presencia del ministro de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, para que les explique a detalle cómo van a quedar sus salarios una vez que se integren al nuevo cuerpo.
    
La principal fuente de inconformidad surgió luego de que se anunció la desaparición del bono de Operatividad, que asciende a unos 9,000 mensuales (unos 450 dólares), otorgado a agentes desplegados a zonas difíciles.



Jamileth