Nacional - Política

Pedido de López Obrador a zapatistas

2019-07-07

El mandatario visitó Las Margaritas, Ocosingo y Altamirano, que forman parte de las zonas de...

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 7 JUN - El presidente mexicano, Andrés López Obrador, volvió a tender la mano a la guerrilla zapatista, que teóricamente se mantiene en pie de lucha contra el Estado mexicano desde enero de 1994, y la exhortó a deponer las armas en aras de la unidad del país.
    
Durante una visita a varios de los baluartes de la insurgencia, en Las Margaritas, estado sureño de Chiapas, López Obrador extendió la rama de olivo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y lo llamó a "no pelear", sino buscar una transformación del país por la vía pacífica, "sin violencia".
    
El mandatario visitó Las Margaritas, Ocosingo y Altamirano, que forman parte de las zonas de influencia de la organización rebelde desde que se alzó en armas hace 25 años, aunque mantiene una virtual tregua tras un fracasado diálogo con el gobierno.
    
El nuevo intento de López Obrador por acercarse al EZLN ocurrió durante una visita a un hospital en Guadalupe Tepeyac, donde se encuentra el principal de los 5 "caracoles" o Juntas de Buen Gobierno en los cuales el EZLN mantiene municipios autónomos que sólo reconocen las leyes ancestrales.
    
"Qué tengo que decir del zapatismo?, que tenemos diferencias, pero respetamos. En su momento ese movimiento aportó bastante para que se conociera la realidad", afirmó el mandatario.
    
Sin embargo, dijo que desde 1994 trabajó durante seis años como funcionario público atendiendo a comunidades indígenas, cuyas "carencias y realidades" conoce muy bien. Por eso, decidió apostar a "transformar" al país "sin confrontación ni violencia", sino "por la vía pacífica y electoral".
    
"Fuimos perseverantes, tercos, hasta lograr esta transformación. Mi recomendación fraterna, respetuosa, es que no nos peleemos, ya debemos unirnos todos", indicó.
    
En uno de sus mensajes, pidió a las bases de apoyo zapatistas a unirse "como hermanos" para "que nos respetemos, que cada quien tenga libertad, libertad de creencias, libertad de pensamiento, que seamos no tolerantes sino respetuosos de todos". En diversas oportunidades, luego de su victoria resonante de hace más de un año con más de 30 millones de votos, el 53% del total, y después de su asunción el 1 de diciembre pasado, la guerrilla zapatista ha marcado distancia con López Obrador, a quien criticó por considerarlo igual que sus antecesores.
    
El EZLN repudió varias veces sus planes de obras de infraestructura, como el tren maya y una termoeléctrica en la región sureste del país, donde viven numerosas comunidades indígenas.
    
En marzo pasado, advirtió en una declaración conjunta firmada por el EZLN y el Congreso Nacional Indígena (CNI), que se trata de "megaproyectos que se toparán de frente con la voluntad de nuestros pueblos". "Los neoliberales, primero con los delincuentes Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) y ahora con López Obrador, buscan acabar con la resistencia de los pueblos", señaló el manifiesto.
    
"Nuestras tierras comunales, sagradas para nosotros, fueron proscritas para entregarlas a los mismos saqueadores" y en la Revolución Mexicana "mientras arriba se repartían el poder político, abajo con nuestra sangre defendíamos y regamos la tierra", señaló la declaración del EZLN y el CNI.
    
El mandatario, que realiza una gira por todo el país para visitar los hospitales del sistema gubernamental de salud, a fin de constatar sus condiciones y ofrecer propuestas para mejorarlos, prometió a indígenas leales a la guerrilla "abasto de medicamentos, más médicos y especialistas, regularización del personal eventual, y mejores instalaciones".
    
El jefe de Estado reconoció que mantiene diferencias con el EZLN, cuyo levantamiento coincidió con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), con Estados Unidos y Canadá recién renegociado y en proceso de ratificación en estos dos últimos países. La insurrección permitió que muchos volvieran la vista a las comunidades indígenas y esto ayudó a conocer "una realidad de abandono, de opresión, de injusticias y de marginación", afirmó.



JMRS