Migración

EU: Guatemalteca denuncia trato de autoridades migratorias

2019-07-10

“Me quitaron un pedazo de mi corazón”, afirmó Juárez. “Yo...

Por COLLEEN LONG | AP

WASHINGTON (AP) — Una solicitante de asilo guatemalteca declaró el miércoles ante un panel de la Cámara de Representantes que llegó a Estados Unidos en busca de seguridad, pero en lugar de ello vio a su hija morir lenta y dolorosamente después de que la bebé recibió atención médica deficiente durante el tiempo en que las autoridades migratorias las tuvieron detenidas.

Mientras Yazmín Juárez hablaba surgió una imagen de su bebé de ojos color marrón, Mariee, en las pantallas de televisión de la sala de audiencias. La bebé enfermó y presentó fiebre elevada, vómito y diarrea cuando la madre y su hija fueron detenidas en unas instalaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas el año pasado.

“Me quitaron un pedazo de mi corazón”, afirmó Juárez. “Yo quería un mejor futuro para ella, trabajar por ella, salir adelante, verla crecer como lo estaba haciendo. No lo puedo hacer porque ella ya no está”.

La emotiva audiencia ante una subcomisión de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes se llevó a cabo en un contexto de indignación _y un ambiente político cada vez más enconado_ por el trato que se les da a los niños en la frontera, el cual fue revelado en reportes de prensa y en un informe que halló que los niños se encontraban en condiciones miserables. Muchos estaban hacinados durante días o semanas en espacios fétidos no diseñados para detenerlos más de 72 horas.

El representante Chip Roy, el republicano de mayor rango en la subcomisión, dijo que incluso el título de la audiencia: “Niños en jaulas”, parecía enfocado únicamente en dirigir ataques contra el gobierno de Donald Trump, especialmente dado que las jaulas ya se utilizaban en el gobierno de Barack Obama.

“Todos estamos de acuerdo en que tienen un exceso de trabajo; no hay desacuerdo en eso en esta sala”, afirmó Roy de los agentes fronterizos, argumentando que los oficiales y agentes están siendo criticados injustamente. “He visto estas instalaciones y no he visto una jaula en la forma en que se les ha presentado”.

Otro testigo, Mike Green, del organismo activista sin fines de lucro Human Rights First, dijo que la noticia reciente de que agentes de la Patrulla Fronteriza se burlaban de los migrantes y de legisladores en un grupo secreto en Facebook no es ninguna sorpresa, dada la tensión que enfrentan y el hecho de que se les está pidiendo realizar trabajo para el cual no están entrenados.

“Este es un resultado totalmente predecible”, dijo Breen, veterano del ejército, culpando a lo que dijo son políticas gubernamentales terribles al colocar a agentes policiales en posiciones que no pueden desempeñar.

Decenas de miles de familias migrantes cruzan la frontera cada mes, generando grandes tensiones sobre un sistema de inmigración que pasa apuros para darse abasto mientras Trump aplica una política de mano dura.

Las cifras de arribos en junio descendieron 28% en medio de una ola de calor y por las medidas estrictas aplicadas por México para frenar a los migrantes que atraviesan su territorio. Funcionarios gubernamentales consideran que es un paso en la dirección correcta, pero dicen que el sistema sigue sobrecargado.

La audiencia fue una de tres sobre el asunto programadas en el Capitolio para las próximas semanas. La Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado sopesará citatorios relacionados con la práctica del gobierno de separar a las familias en la frontera.

El presidente de la comisión, el representante demócrata Elijah Cummings, dijo que el trato que se ha dado a los niños ha sido equivalente a “abuso infantil patrocinado por el gobierno”.

“Deberíamos poder llegar a un acuerdo sobre algunas premisas básicas fundamentales. Primero, cualquier persona custodiada por los Estados Unidos de América debería recibir un trato humano y respetuoso”, dijo Cummings en una conferencia de prensa antes de la audiencia.

La representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, que ha dicho que las instalaciones de detenciones parecen campos de concentración, le preguntó a Juárez en español si hay condiciones seguras e higiénicas.

“No”, respondió ésta.

En la sala se guardó silencio durante su testimonio y algunos legisladores se enjugaron las lágrimas.

Dijo que las enfermeras en las instalaciones no realizaban revisiones médicas exhaustivas, y cuando ella solicitaba su ayuda sólo le daban el analgésico Tylenol. Un doctor la examinó una vez y le dio una paleta helada.

Dijo que ella y su hija fueron dadas de alta unas dos semanas después de que llegaron. La bebé fue autorizada a viajar a pesar de su enfermedad.

Juárez, que interpuso una denuncia legal en la que exige una indemnización de 60 millones de dólares al gobierno estadounidense por la muerte de su hija, dijo que dio su testimonio porque quería que todo el mundo supiera acerca de las condiciones que hay allí, y no quería que más niños sufrieran.



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