Internacional - Política

El conflicto en Cachemira entre India y Pakistán deja más de 300 muertos en el primer semestre de 2019

2019-07-19

Por su parte, el primer ministro indio, Narendra Modi, respondió dando a las fuerzas de...

 

SRINAGAR/AWANTIPORA (INDIA), 19 Jul. (Reuters/EP) - Más de 300 personas han muerto en la región de Cachemira, en disputa entre India y Pakistán, en el primer semestre de 2019, en el que supone uno de los periodos más mortales en la zona en la historia reciente.

India y Pakistán han luchado dos guerras por Cachemira y en febrero estuvieron cerca de una tercera, después de la muerte de 40 policías en un atentado suicida perpetrado por el grupo terrorista Jaish-e-Mohammed (JeM).

India acusó directamente a Pakistán de estar implicado en el ataque, lo que fue rechazado de plano por Islamabad, y las tensiones aumentaron en los días siguientes hasta hacer temer un nuevo conflicto.

Por su parte, el primer ministro indio, Narendra Modi, respondió dando a las fuerzas de seguridad "carta blanca" para responder ante los incidentes de seguridad en la región.

El impacto del aumento de la violencia en la zona, de mayoría musulmana, es clara, según entrevistas realizadas a funcionarios indios, organizaciones pro Derechos Humanos y las familias de las víctimas del conflicto mencionadas en el último informe de Naciones Unidas: un profesor de instituto que murió bajo custodia policial y un niño de doce años muerto tras ser secuestrado por milicianos.

Las fuerzas de India han llevado a cabo un total de 177 operaciones de búsqueda en la zona en la primera mitad del año, según Jammu & Kashmir Coalition of Civil Society (JKCSS), respecto a las 116 ejecutadas en el mismo periodo de 116.

La organización, la más importante de su tipo en Cachemira, ha señalado que una de cada tres de estas operaciones derivaron en enfrentamientos armados con milicianos que se saldaron con al menos un muerto en cada caso.

Esto ha provocado que estos seis meses hayan sido los más mortíferos en la historia reciente, con 301 muertos, según los datos recopilados por el Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED). La cifra es la peor desde que empezó a recabar datos en 2016.

Los datos del JKCSS, que no incluyen los muertos en la zona de Cachemira controlada por Pakistán --principalmente a causa de ataques transfronterizos por parte del Ejército indio--, sitúa la cifra de muertos en 271, similar a 2018, el año más mortífero de la última década.

MUERTE BAJO CUSTODIA

Uno de los fallecidos durante este periodo fue Rizuan Pandit, director de una escuela que murió bajo custodia de la Policía india después de ser arrestado el 17 de marzo. "No encontraron nada, somos gente corriente", lamenta su hermano, Mubashir Assad Pandit.

Pandit fue trasladado a la comisaría de Auantipora antes de ser llevado a una unidad de interrogatorios en Srinagar, donde murió un día después, según su familia y fuentes conocedoras de la investigación citadas por la agencia de noticias Reuters.

La Policía dijo a la familia que habían presentado una demanda acusándole de intentar escapar, sin informar sobre las causas de su muerte ni dejarles ver la autopsia.

Mubashir mostró fotografías del que dijo que era el cadáver de su hermano en las que se aprecian múltiples laceraciones en sus piernas y heridas en la cara. Un informe de la ONU publicado el 8 de julio señala que Pandit habría sido torturado bajo custodia.

Fuentes oficiales indias han señalado que la actitud de las fuerzas de seguridad con aquellos considerados como simpatizantes de los separatistas se ha endurecido, una postura que se ha radicalizado tras el atentado de febrero en Pulwama.

Las autoridades de India han rechazado en múltiples ocasiones las acusaciones de Pakistán y diversos organismos internacionales sobre los abusos de los Derechos Humanos en la región.

SECUESTRADO POR MILICIANOS
Sin embargo, no sólo India es acusado de estos abusos y los grupos armados que operan en la zona --la mayoría de los cuales tienen sus bases en Pakistán-- han incrementado en los últimos años sus ataques contra civiles.

Días después de la muerte de Pandit falleció Atif Mir, de doce años y secuestrado previamente por milicianos del grupo terrorista Lashkar-e-Taiba (LeT) en Bandipora junto a otros seis familiares.

"Nos golpearon y nos mantuvieron atados en una habitación", ha relatado Abdul Hamid Mir, tío del niño y uno de los secuestrados. El hombre ha relatado que varios miembros de su familia se habían unido a grupos armados, si bien Asif acudía a una escuela militar y se preparaba para los exámenes de un instituto gestionado por el Ministerio de Defensa indio.

La familia ha asegurado que nunca habían visto antes a sus secuestradores, quienes no les explicaron por qué habían sido raptados. Mir murió días después durante un tiroteo entre los milicianos y los militares durante un intento de rescate.

Fuentes de seguridad indias conocedoras de las operaciones en Cachemira han resaltado que cada vez hay más bajas entre las tropas de Nueva Delhi debido a que los milicianos emplean tácticas más violentas.

"Antes intentaban escapar, pero durante el último año o dos luchan y mueren dentro de la casa o salen disparando mientras se establece el cordón", ha explicado.

El padre del niño fallecido durante el incidente, Mohamed Shafi, ha descrito a su hijo como un estudiante brillante. "Han causado mucho miedo. Hay mucho odio entre la gente por lo que han hecho", ha remachado.



regina
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