Nacional - Seguridad y Justicia

Crece el fenómeno de las "sicarias" 

2019-07-26

La "sicaria", que usó una pistola 9 milímetros de uso exclusivo del...

 

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 26 JUL - El asesinato de dos israelíes el miércoles sacó a relucir que cada vez más aumenta la influencia de las mujeres en la jerarquía del crimen organizado y ya no se reduce a papeles subordinados.
    
La mujer que les disparó con un arma de alto poder a Benjamín Yeshurun Sutchi y su guardaespaldas Alon Azulay, ambos con un amplios antecedentes criminales, en un concurrido restaurante de una centro comercial al sur de la ciudad de México, fue detenida por las autoridades mientras huía a toda prisa.
    
La "sicaria", que usó una pistola 9 milímetros de uso exclusivo del Ejército, dijo llamarse Esperanza y afirmó que cobraba 5,000 pesos (unos 270 dólares) por cada trabajo de este tipo.
    
Esperanza reveló que fue contratada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerada la organización criminal más poderosa de México, que habría ya desplazado al Cártel de Sinaloa.
    
Esta última banda estaba catalogada hasta ahora como el mayor imperio criminal del país, con presencia en más de 50 naciones, liderada hasta hace poco Joaquín "El Chapo" Guzmán, recién condenado a cadena perpetua por un tribunal de Nueva York tras ser extraditado en enero de 2017 a Estados Unidos.
    
La mujer dijo en sus primeras declaraciones a la policía que quienes realizaron los disparos en el estacionamiento de la Plaza Arz, para distraer la atención a fin de perpetrar el asesinato de los israelíes, eran del estado occidental de Jalisco. Las declaraciones de la mujer hacen sospechar que se trataría de un ajuste de cuentas de la mafia israelí, pues el diario israelí Maariv publicó que la banda de los hermanos Yossi y Shi Mosley había ordenado liquidar a Sutchi y Azulay para lo cual le pidió un favor al Cártel de Jalisco, con el cual tendría buenas relaciones.
    
Como sea, el arresto de Esperanza puso los reflectores sobre el tema de cómo las mujeres adquieren cada vez más un rol central en las actividades del crimen organizado.
    
Hace dos años, la prensa local reveló la existencia del llamado "Cártel de las Flacas", un grupo de mujeres esbeltas y atractivas, con aspecto de modelos, que se dedican a realizar asesinatos por encargo de organizaciones criminales.
    
De acuerdo con algunos medios de prensa, Las Flacas suelen ser antiguas "compañeras sentimentales fugaces o amantes de grandes" jefes mafiosos que cuando estos mueren o son encarcelados deciden mantenerse en el bajo mundo.
    
"Sicarias en toda regla, detrás de sus rostros a veces inocentes o angelicales, se esconden personas despiadadas, que no reparan ni un ápice en la vida de alguien a quienes ordenan matar", señaló un reportaje del diario digital "The Daily Beast".
    
"Las mujeres ya no solo ocupan el papel de esposas o figuras importantes en las estructuras de los cárteles", pues ahora se les encomiendan "tareas como el sicariato" con el encargo de secuestrar "degollar o asesinar al rival de quien las contrata", según el informe publicado por el portal La Silla Rota.
    
Andrew Chesnut, profesor de la Universidad de Virginia, indicó que en los últimos años "ha habido un crecimiento fenomenal" en México de asesinas 'a sueldo', que a menudo pueden operar más sigilosamente que sus homólogos masculinos".
    
Otro caso notorio es el de "Las Panteras", un brazo armado de Los Zetas integrado por mujeres, transformado en una bien aceitada y efectiva maquinaria para asesinar.
    
El perfil de estas jóvenes es personas de 18 a 30 años, que crecieron en familias de escasos recursos y cuentan con escasos estudios, según los expertos.
    
Las sicarias son adiestradas en el uso de armas y lo mismo hacen trabajo de relaciones públicas, contactando policías, alcaldes y militares para hacer arreglos, como vigilar casas de seguridad y víctimas, lavar dinero pero también asesinar a quienes se "niegan a cooperar" con su organización.
    
Sin embargo, su verdadero éxito llegaba cuando los jefes les encargan resguardar a los "capos principales", afirman los especialistas.
    
Según la ex Procuraduría General, ahora convertida en Fiscalía, entre enero de 2007 y abril de 2015, de los más de 7,000 detenidos y procesados por delincuencia organizada, 22% por ciento eran mujeres. 



regina

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