Religión

El sexo con prostitutas es "un acto criminal": Papa Francisco

2019-07-30

Lo escribió en el prefacio del libro "Mujeres crucificadas. La vergüenza de la...

 

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco sostuvo que "es necesaria una toma de conciencia individual y colectiva" contra la prostitución, "para ayudar verdaderamente" a estas desafortunadas mujeres e "impedir que la inequidad del mundo recaiga en los más frágiles e indefensos".
    
Lo escribió en el prefacio del libro "Mujeres crucificadas. La vergüenza de la trata relatada en la calle", del sacerdote Aldo Buonaiuto, publicado por Editore Rubbettino. "Cualquier forma de prostitución es una reducción a la esclavitud, un acto criminal, un vicio pésimo que confunde el acto de hacer el amor con desahogar los instintos torturando a una mujer indefensa", dice el texto.
   
No deja espacio a interpretaciones ambiguas la durísima toma de posición de Jorge Bergoglio sobre la prostitución, contenida en el prefacio del libro.
    
Afirmó que se trata de "una herida en la conciencia colectiva, una desviación del imaginario corriente. Es patológica la mentalidad por la cual una mujer debe ser explotada como si fuese una mercadería que se usa y luego se descarta. Es una enfermedad de la humanidad, una manera equivocada de pensar de la sociedad".

Agregó que "liberar a estas pobres esclavas es un gesto de misericordia y un deber para todos los hombres de buena voluntad".

"Su grito de dolor no puede dejar indiferentes ni a las personas ni a las instituciones", recalcó. El Papa, al elogiar el trabajo del autor, que sigue el carisma de Oreste Benzi -fundador de la Comunidad Papa Juan XXIII, que lucha contra la prostitución-, se centra en las causas de aquello que define como "enfermedad de la humanidad" y que deben buscarse en una mentalidad patológica que ve a las mujeres solo como mercadería de intercambio, como objeto de compraventa".
    
Tal posición es fuertemente sostenida por Buonaiuto, sacerdote de la Comunidad Papa Juan XXIII, quien examina en profundidad esta enorme plaga, relacionada inextricablemente al otro gran drama de nuestro tiempo: la inmigración. El libro relata las historias de muchas "mujeres crucificadas" que la Comunidad Papa Juan XXIII sacó de las calles para devolverles su libertad y su dignidad.
    
Se trata de relatos terribles, testimonio de una crueldad impensada por parte de hombres que se irritan con ferocidad animal con otros seres humanos, historias que conmovieron a Francisco y al presidente italiano, Sergio Mattarella.
    
Además de testimonios, el libro incluye análisis y denuncias.
    
Es una investigación en torno a las múltiples vías del sexo pago, desde el que se acuerda por Internet al callejero, caminos que casi nunca cruzan a quienes hacen el amor por elección o por dinero, sino que están siempre repletos de los frutos de la explotación y la opresión.
    
Buonaiuto no teme afrontar la cuestión, incluso desde el punto de vista político y rechaza la propuesta "reprobable" de parlamentarios y consejeros que proponen abrir un registro de prostitutas, para hacer de la prostitución un "trabajo" como todos los demás. "Es simplemente impropio especular que un país como Italia piense que para resolver el problema del mercado de esclavas sexuales se las transfiera a entornos legalizados y se transforme al Estado en el gran protector o en el proxeneta oficial de estas hijas", afirma el autor.
    
"Sí, porque de eso se trata y quiero reiterarlo para que las conciencias despierten: son mujeres de la misma edad de nuestras hijas y nietas y que de esta manera serían libres de elegir el trabajo de prostituta", subraya.
    
E incluso se pregunta: "¿Qué padre quisiera ver a una hija o hijo prostituirse, venderse por determinado valor por día, entregando un recibo por la prestación sexual ofrecida?".
    
"El gobierno que apoya a quienes convierten a las mujeres en prostitutas revela la profunda decadencia del derecho y de la justicia al permitir una nueva forma de barbarie sin precedentes", concluye.



Jamileth