Nacional - Economía

Salvavidas estadounidense mantiene a flote economía mexicana... por ahora

2019-08-01

Datos oficiales muestran que la demanda estadounidense de productos manufacturados en México...

Por Sharay Angulo | Reuters

CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Bajo la amenaza de Estados Unidos de imponer aranceles, el presidente mexicano se comprometió a hacer que su país sea menos dependiente de la demanda estadounidense, pero, en un giro irónico, las exportaciones a su vecino del norte han sido una de las pocas cosas que han frenado una recesión en México este año.

La economía mexicana repuntó un 0.1% entre abril y junio según datos preliminares publicados el miércoles, tras contraerse el trimestre anterior, apenas evitando una “recesión técnica” que habría significado un duro revés para el presidente Andrés Manuel López Obrador.

No obstante, el fantasma de la recesión sigue latente incluso para este año, pues México envía el 80% de sus exportaciones a Estados Unidos y esa dependencia podría agravar el riesgo de que ocurra si continúa el debilitamiento que empieza a evidenciar la industria estadounidense.

Datos oficiales muestran que la demanda estadounidense de productos manufacturados en México fue uno de los pocos puntos brillantes en un horizonte económico por lo demás nublado.

“El crecimiento de las exportaciones es el componente más dinámico del PIB del 2019 sin duda, a pesar de que está creciendo menos (que los dos años previos)”, dijo el economista Luis de la Calle, un exfuncionario mexicano de comercio.

Sin esa demanda estadounidense, la economía de México enfrentaría tiempos más difíciles, agregó.

Arrastrada por la minería, la construcción y la generación de energía, la producción industrial cayó un 1.6% en los primeros cinco meses de 2019. El único sector industrial que contrarrestó la tendencia fue la manufactura orientada a la exportación, que avanzó un 1.0% en términos reales.

La economía mexicana creció un 0.3% en el primer semestre de 2019, mientras que las exportaciones aumentaron un 4.2% en valor, lideradas por una fuerte demanda de bienes de los sectores automotor, de equipos de cómputo y electrónico.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha ayudado a impulsar a México a la cima de la lista de los principales socios comerciales de la primera economía mundial en 2019.

Pero el crecimiento de Estados Unidos se está desacelerando y la Reserva Federal redujo el miércoles su tasa de interés de referencia por primera vez desde 2008 para apoyar a la economía.

“Si la desaceleración que ya se ve en algunos sectores industriales de Estados Unidos que tienen vinculación con México persiste, desde el segundo semestre podremos ver ya algunos efectos adversos (...) pasar de una desaceleración a una recesión”, dijo el economista mexicano José Luis de la Cruz.

Si la demanda de bienes manufacturados disminuye, México dependerá cada vez más del gasto del consumidor, que representa casi dos tercios del PIB, para apuntalar el crecimiento.

Sin embargo, el consumo de bienes durables no ha marchado a la par del de los más básicos. Por ejemplo, las ventas locales de vehículos de pasajeros cayeron un 6.4% en volumen en los primeros seis meses del año.

DEPENDENCIA QUE PERSISTE

Una década después de la crisis financiera global, parece que sigue vigente el refrán que reza: cuando Estados Unidos estornuda a México le da pulmonía.

La autopartista mexicana Nemak, que en 2018 generó más de la mitad de sus ingresos en Norteamérica, proyectó una baja anual del 8% en sus volúmenes de venta para el cierre de este año. Sus principales clientes son las estadounidenses Ford y GM.

Un portavoz de Nemak dijo a Reuters que su “Guía de Resultados 2019 toma en cuenta la expectativa de reducciones tanto en ventas de vehículos ligeros en Estados Unidos como en la producción de los mismos en Norteamérica”.

Los productos automotrices mexicanos representaron un 35.8% del valor del total de las exportaciones manufactureras de México en 2018, según datos oficiales. Solo en automóviles ligeros, que tienen el mayor peso, Estados Unidos recibió 75% de los envíos el año pasado.

Tras crecer un 3.1% en el primer trimestre, la economía estadounidense se desaceleró en el segundo trimestre a una tasa anualizada de 2.1%.

Aunque se mantiene en terreno positivo, la probabilidad de una recesión en Estados Unidos en los próximos 12 meses aumentó al 32,9% en julio, según un informe mensual de la Reserva Federal de Nueva York, el nivel es el más alto desde 2007, en vísperas de la crisis financiera mundial.

En 2009, cuando la economía estadounidense entró en recesión, contrayéndose un 2.5%, la mexicana se desplomó hasta un 5.3% anual.

Para el economista Jorge Sánchez, más allá de lo que pase en Estados Unidos, la economía local crece muy poco porque no hay certidumbre en las políticas económicas del gobierno de López Obrador y se ha frenado la inversión.

“El problema de México es interno más que Estados Unidos”, dijo Sánchez.



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