Tras Bambalinas

Cortina de humo

2019-08-03

La guerra comercial, el Brexit y la percepción de algunos síntomas de debilidad en la...

Editorial, El País

La rebaja de tipos de la Reserva Federal en 25 puntos básicos, anunciada el miércoles por Jerome Powell, parece un movimiento impulsivo y de difícil justificación. La economía estadounidense está en plena fase de expansión y el mercado laboral se aproxima al pleno empleo; la inflación, por su parte, se mantiene en niveles manejables. Las explicaciones de Powell confirman que no está convencido de lo acertado de su decisión. Asegura que se trata de un “ajuste estratégico en mitad del ciclo”, afirmación que a poco que se analice resulta una simple cortina de humo. No es suficiente para explicar un movimiento insólito, porque rompe la cadencia de 11 años de política monetaria coherente, sin que haya motivo ni consenso.

Dice Powell que la rebaja, que sitúa los tipos en el rango del 2-2,25%, tiene un carácter preventivo. La guerra comercial, el Brexit y la percepción de algunos síntomas de debilidad en la evolución de la industria manufacturera estadounidense, serían las coartadas de esa prevención. Trump ha dado un paso más en su alocada guerra comercial y aumenta en 300,000 millones de dólares los aranceles a productos chinos. Pero conviene recordar que los movimientos monetarios preventivos suelen ser un fiasco. Recuérdese la subida de tipos de Trichet en julio de 2008. Y, lo que es más importante, si la prevención está justificada (como, por cierto, creen los mercados, que barruntan una próxima desaceleración) no tiene sentido proclamar, como hizo Powell, que no estamos “ante el comienzo de un largo periodo de recortes de tipos”; un recorte aislado tiene poco impacto directo.

La rebaja de la Fed solo se explica como una cesión a las intensas presiones que acosan a la institución desde casi todos los flancos. Las toscas acometidas de Trump para que la Fed reduzca el coste del dinero, basadas en la indisimulada paranoia de que la Unión Europea está “manipulando el euro”, son posiciones que acreditan el poco respeto del presidente hacia la independencia de la institución. Tampoco han ayudado las posiciones de los mercados de inversión. Descontaban prácticamente al 100% una rebaja de tipos. Si la Fed hubiera decidido mantenerlos, hubieran caído los precios de los activos financieros y esa caída se hubiera convertido en un descenso de la riqueza financiera y, a la larga, del consumo.

Powell se ha metido en un lío del que le costará salir. Por una parte se ha roto el consenso interno en la Reserva. Por otra, el cambio de rumbo solo tiene sentido si se prolongan los recortes; si no hay nuevas rebajas, puede generarse una confusión mayor. El presidente de la Fed se ha dejado arrastrar a un escenario irracional. En contra de lo que opinan Trump y sus asesores, el mantenimiento de tipos cero en Europa está justificado, a la vista de la desaceleración económica en el área.



JMRS