Internacional - Política

Trump endurece las sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro

2019-08-06

La Casa Blanca anunció la medida el lunes 5 de agosto, con la cual se congelan los bienes de...

Por Michael Crowley y Anatoly Kurmanaev | The New York Times

WASHINGTON — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que impone nuevas sanciones económicas al gobierno de Nicolás Maduro, en una escalada en los intentos de sacar al venezolano del poder.

La Casa Blanca anunció la medida el lunes 5 de agosto, con la cual se congelan los bienes de propiedad y activos del régimen venezolano y de cualquier individuo que asista a funcionarios afectados por la orden; esta fue dada a conocer en la víspera de una reunión internacional sobre la situación de Venezuela en Lima, Perú. Varios funcionarios del gobierno de Trump, incluidos el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, tienen programado acudir a la conferencia, en la que se discutirán maneras para “restaurar la democracia” en Venezuela, de acuerdo con el gobierno peruano.

La orden emitida por la Casa Blanca se refirió a una “usurpación continuada del poder” por parte de Maduro, así como a “abusos de los derechos humanos, incluyendo arrestos y detenciones arbitrarios o ilegales de civiles, la obstrucción de la libertad de expresión, incluyendo la de integrantes de los medios, e intentos continuos de socavar el ejercicio legítimo de autoridad del presidente encargado Juan Guaidó y de la Asamblea Nacional”.

El gobierno de Trump ha respaldado por completo a Guaidó, quien califica a Maduro como líder ilegítimo. En abril, la Casa Blanca respaldó el llamado de Guaidó a militares para que le dieran la espalda a Maduro, pero este mantuvo el respaldo de casi todas las fuerzas armadas y apagó la amenaza inmediata a su poder. Al usar a Trump como su contrincante, Maduro se presentó como el sobreviviente de los intentos de influencia “imperialista” estadounidense.

Los efectos de las nuevas sanciones no quedan claros en primera instancia. Varios analistas cuestionaron el lunes poro la noche los reportes iniciales de que la acción era un “embargo” contra Venezuela. Algunos indicaron que, como Maduro ya ha impuesto repetidamente sanciones contra el gobierno de Maduro, el efecto económico de las nuevas será modesto.

“Esto parece ser más ladrido que mordida”, dijo Richard Nephew, exoficial del Departamento de Estado que ha escrito libros sobre sanciones económicas y es académico de la Universidad de Columbia. “Esto no es un embargo. No crea multas o castigos por hacer negocios con toda Venezuela, solamente deniega entablar esas actividades con el gobierno venezolano, y dudo que antes de esto todavía hubiera de esas actividades como para que la nueva acción las extinga”.

Otros predijeron consecuencias más graves.

Las sanciones estadounidenses solamente prohíben hacer negocios con el Estado venezolano, pero Francisco Rodríguez, economista jefe de la agencia de corretaje Torino Capital y exasesor económico de un candidato presidencial opositor en Venezuela, vaticinó que las pocas empresas privadas que existen podrían verse afectadas, pues de por sí batallan para conseguir suministros y hacer pagos en el extranjero.

“Las instituciones financieras serán cautelosas al hacer acuerdos con empresas del sector privado venezolano, que podrían percibir como símiles del gobierno venezolano”, dijo Rodríguez.

Fernando Cutz, quien supervisó la política exterior hemisférica en la Casa Blanca cuando H. R. McMaster fue asesor de Seguridad Nacional de Trump, dijo que la nueva orden de sanciones por lo menos “pone a Venezuela en la misma lista que varios regímenes horripilantes”.

Cutz dijo que la prueba de fuego será si las sanciones previenen que Rusia y China reciban petróleo venezolano como parte de un programa para repagar la deuda venezolana. De ser así, Cutz indicó que se tratará de “una cuestión muy significativa, y entonces la interrogante es cómo responderán Rusia y China, más que cualquier otro tema”.

Comentó que a Rusia ya casi le pagan por completo la deuda, pero que China prevé recibir petróleo venezolano hasta principios de 2021 para el repago. “Puede que ellos tengan más que perder”, dijo Cutz, ahora parte de la organización investigativa Wilson Center.

Las importaciones per cápita de Venezuela están en su nivel más bajo desde la década de 1950. Las importaciones del país sumaron apenas 303 millones de dólares en abril, una caída de 92 por ciento respecto al mismo mes en 2012, de acuerdo con Torino Capital.

Los pronósticos para la economía de Venezuela preveían una contracción de 35 por ciento, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para finales del año, el producto interno bruto del país se habrá reducido en dos tercios desde 2013; es el peor colapso económico de una nación que no está en guerra desde por lo menos los años setenta.

Las sanciones también podrían afectar las negociaciones políticas trabadas entre Maduro y la oposición venezolana, que se realizan en Barbados y en Noruega; muchos analistas políticos ven en ese diálogo la última oportunidad para que haya una transición pacífica en el país. Los negociadores de Maduro han ofrecido a la oposición la posibilidad de elecciones presidenciales a cambio de que se levanten las sanciones económicas; ese prospecto queda más lejano con la nueva acción del gobierno de Trump.

Su orden de sanciones incluye una exención para bienes humanitarios como alimentos, vestimenta y medicinas.

El 2 de agosto, después de que Trump respondió de manera afirmativa a una pregunta sobre si estaba considerando imponer un embargo a Venezuela, Maduro declaró iracundo en la televisión estatal venezolana que era una “amenaza ilegal y criminal”. Maduro dijo que le pidió al embajador venezolano ante las Naciones Unidas que protestara en contra del amago en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Los funcionarios de Trump se han visto frustrados por el respaldo al gobierno de Maduro de Rusia, China y Cuba, pero no han podido hacer mucho para desincentivarlo.

Aún así, Trump ha usado la situación venezolana como tema de conversación recurrente; suele citar la economía devastada del país suramericano como una advertencia de qué podría sucederle a Estados Unidos si los demócratas cumplen sus promesas electorales. Los críticos demócratas de Trump indican solo tiene interés en Venezuela para usar esa retórica y para intentar impresionar a los cubanos y venezolanos que emigraron hacia Florida.



Jamileth
Utilidades Para Usted de El Periódico de México