Religión

En el Paraíso no hay número cerrado, la puerta es estrecha: Papa Francisco

2019-08-27

El Sumo Pontífice comentó así la frase evangélica de Jesús que,...

 

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 25 AGO - "¡No hay 'número cerrado' en el Paraíso! Pero se trata de pasar por el pasaje correcto, que está al alcance de todos, pero es estrecho", dijo el papa Francisco este domingo en su reflexión antes del rezo del Angelus junto con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
    
El Sumo Pontífice comentó así la frase evangélica de Jesús que, interrogado sobre cuántos se salvarán, "colocó la respuesta sobre el plan de la responsabilidad, invitándonos a usar bien el tiempo presente".
    
"De hecho, él dice: 'Esfuércese por entrar por la puerta angosta, porque muchos, le digo, intentarán ingresar, pero no lo lograrán'", añadió.
    
El Papa continuó diciendo que "Jesús nos dice las cosas como son: el pasaje es estrecho. ¿En qué sentido? En el sentido de que para ser salvados, uno debe amar a Dios y al prójimo, ¡y esto no es cómodo! Es una "puerta estrecha" porque es exigente, el amor siempre es exigente, requiere compromiso, de hecho, "esfuerzo", que es una voluntad decidida y perseverante de vivir según el Evangelio. San Pablo lo llama "la buena batalla de la fe". Se necesita el esfuerzo de cada día, todo el día para amar a Dios y a los demás". Posteriormente, explicando la parábola, en la que el maestro cierra la puerta y los que quedan afuera son rechazados, Jorge Bergoglio señaló: "Estas personas tratarán de darse a conocer, recordando al propietario que ha comido y bebido con él y que ha escuchado sus enseñanzas en público".
    
"Pero el Señor repetirá que no los conoce y los llama "trabajadores de la injusticia. ¡Aquí está el problema! El Señor no nos reconocerá por nuestros títulos, los títulos no cuentan: el Señor nos reconocerá solo por una vida humilde y buena, una vida de fe que se traduzca en obras", continuó. "Para nosotros los cristianos, concluyó, esto significa que estamos llamados a establecer una verdadera comunión con Jesús, orando, yendo a la iglesia, acercándonos a los sacramentos y alimentándonos con su Palabra. Esto nos mantiene en la fe, alimenta nuestra esperanza, revive la caridad. Y así, con la gracia de Dios, podemos y debemos pasar nuestras vidas por el bien de nuestros hermanos, luchar contra toda forma de maldad e injusticia". (ANSA).


 



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