Detrás del Muro

Xenofobia fronteriza contra inmigrantes en México

2019-09-11

Nadie quiere que se instale un refugio en su vecindario y organizaciones civiles, autoridades y...

Por Marcos Romero | ANSA

El ambiente de xenofobia y de racismo en la frontera norte de México crece a medida que aumenta la presencia de personas indocumentadas en las principales ciudades de la región, en particular Tijuana, limítrofe con San Diego, estado de California.

Nadie quiere que se instale un refugio en su vecindario y organizaciones civiles, autoridades y grupos de apoyo a personas sin documentos libran una fuerte batalla para intentar brindar cobijo y resguardo a un número cada día más grande de personas que llegan desde Centroamérica pero también desde Estados Unidos.
    
"Hay un clima de racismo y xenofobia que brotó en Baja California, pero sobre todo en Tijuana", afirmó el director de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, Raúl Ramírez.
    
El activista acusó a "grupos radicales de ultraderecha" de aprovechar esta situación para llevar a cabo "la misma estrategia" del presidente Donald Trump en Estados Unidos: "dividir a la sociedad".
    
Ramírez también acusó al gobierno de Baja California de responsabilidad en este ambiente pues "sus discursos" están impregnados de posturas divisivas.
    
El problema mayor actualmente es que cientos de personas llegan a diario sobre todo de Estados Unidos.
    
El arribo se produce en el marco de un acuerdo con México parecido a un esquema denominado "tercer país seguro" por el cual este país acoge a miles de personas a fin de que esperen en el país la resolución de sus procesos de solicitud de asilo.
    
De acuerdo con el delegado federal en Baja California, Jesús Ruiz, "actos de xenofobia" impiden que México instale albergues para migrantes centroamericanos tanto en Tijuana como en la vecina Mexicali, aún en zonas desérticas alejadas de las áreas urbanas.
    
"Hemos tenido dificultades. No se está pensando en un lugar fuera de la ciudad porque querenos. No se ha encontrado un espacio idóneo", afirmó Ruiz.
    
El funcionario pidió a los medios informativos "sensibilizar a la sociedad" a fin de que no se oponga a "un espacio para los centroamericanos" y entender que son "seres humanos".
    
El funcionario, que representa al gobierno federal ante las autoridades de Baja California consideró "un exceso" que algunos sectores de la población" estén "criminalizando" a los migrantes.
    
El 4 de septiembre pasado, se generó una amplia movilización en Mexicali luego de que el gobierno intentó establecer un albergue en una zona residencial de la urbe, limítrofe con la ciudad de Caléxico, California.
    
Un grupo de vecinos se movilizó y reunió más de 3,000 firmas contra la instalación de este campamento por considerar que "los migrantes son un riesgo para los alumnos de decenas de escuelas en el mayor distrito escolar de la ciudad". Hasta ahora, sólo a Tijuana y Mexicali han arribado más de 8,000 centroamericanos de Estados Unidos para esperar una respuesta a su solicitud de asilo.
    
Según algunas versiones, miembros de algunas asociaciones de vecinos en Tijuana han pagado anuncios con información falsa sobre supuestas detenciones de migrantes supuestos delitos, pero las noticias nunca han aparecido en los medios serios ni se sustentan en fuetes sólidas.
    
Para Ruiz, se trata de "expresiones racistas similares a las que existen en Estados Unidos" sobre todo porque inclusive los centroamericanos, más que cometer delitos, están expuestos a ser víctimas de la delincuencia por cuanto en algunas zonas donde se podrían instalar sus refugios florece la venta de droga.
    
Ante esta circunstancia, y la dificultad de permanecer mucho tiempo en México, en algunas ciudades de la frontera muchos migrantes han optado por comenzar a retornar a sus países.
    
Por ejemplo, en Matamoros, estado de Tamaulipas, que colinda con Texas, en menos de una semana fueron repatriados 240 migrantes a sus países y trasladados en buses hacia el sureste del país.
    
"Ya no tienen dinero y la espera es de meses, por lo que mejor optan por pedir que los lleven a la frontera sur y de ahí solicitan su repatriación", afirmó Antonio Sierra, empleado que atiende un módulo de atención a migrantes.



Jamileth

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