Religión

No a eutanasia, camino expeditivo, no de libertad

2019-09-20

"Se puede y debe rechazar la tentación -inducida también por cambios...

 

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco volvió a hablar contra toda posible apertura a prácticas de eutanasia o suicidio asistido, cuando se acerca un veredicto de la Corte Constitucional, el 24 de septiembre, sobre una hipótesis penal de "ayuda al suicidio" en dos casos muy resonantes en Italia, los de DJ Falbo y Marco Cappato.
    
"Se puede y debe rechazar la tentación -inducida también por cambios legislativos- de usar la medicina para secundar una posible voluntad de muerte del enfermo, proporcionando asistencia para el suicidio o causando directamente la muerte con la eutanasia", dijo Francisco al recibir a las órdenes de Médicos Cirujanos y Odontólogos.
    
"Se trata de caminos expeditivos frente a decisiones que no son, como podría parecer, expresión de libertad de la persona, cuando incluyen el descarte del enfermo como posibilidad, o falsa compasión frente al pedido de ser ayudados a anticipar la muerte", agregó.
    
El pontífice recordó que "como afirma la Nueva Carta para los Opeardores Sanitarios, 'no existe un derecho a disponer arbitrariamente de la propia vida, por lo que ningún médico puede hacerse tutor ejecutivo de un derecho inexistente' (n. 169)".
    
Según Jorge Bergoglio, que recogió también las "preocupaciones" de la clase médica "por las insidias a las que está expuesta la medicina de hoy", "frente a cualquier cambio de la medicina y de la sociedad identificado por ustedes es importante que el médico no pierda de vista la singularidad de todo enfermo, con su dignidad y su fragilidad. Un hombre o una mujer que acompañar con conciencia, con inteligencia y con el corazón, especialmente en las situaciones más graves".
    
La medicina, por definición -dijo- "está al servicio de la vida humana y como tal comporta una esencial e irrenunciable referencia a la persona en su integridad espiritual y material, en su dimensión individual y social: la medicina está al servicio del hombre, de todo el hombre, de cada hombre".
    
"Siempre hay que recordar -agregó el papa- que la enfermedad, objeto de sus preocupaciones, es más que un hecho clínico, médicamente circunscribible: es siempre la condición de una persona, el enfermo, y es con esta visión integralmente humana que los médicos están llamados a dirigirse al paciente".
    
"Es decir considerando su singularidad de persona que tiene una enfermedad, y no solo el caso de la enfermedad que tiene ese paciente. Una persona que tiene una enfermedad".
    
Se trata para los médicos "de poseer, junto con la debida competencia técnico-profesional, un código de valores y significados con los que dar sentido a la enfermedad y al propio trabajo, y hacer de cada caso clínico un encuentro humano", subrayó.
    
En conclusión, Francisco citó un párrafo de la encíclica "Evangelium vitae", en la que "San Juan Pablo II observa que la responsabilidad de los operadores sanitarios 'se acrecentó hoy enormemente y halla su inspiración más profunda y su apoyo más fuerte precisamente en la intrínseca e imprescindible dimensión ética de la profesión sanitaria, como ya reconocía el antiguo y siempre actual juramento de Hipócrates, según el cual a cada médico se le pide luchar por el respeto absoluto de la vida humana y su sacralidad".



Jamileth
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