Espectáculos

Miles de mexicanos despiden a ídolo José José

2019-10-09

Las cenizas del intérprete de “El triste”, “40 y 20” y “La...

Por Diego Oré

CIUDAD DE MÉXICO, (Reuters) - A medida que sus restos recorrían el miércoles las principales arterias de la capital mexicana en un cortejo fúnebre, miles de mexicanos le daban el último adiós al cantante José José, quien falleció a fines de septiembre en Estados Unidos tras perder la batalla contra un cáncer de páncreas.

Las cenizas del intérprete de “El triste”, “40 y 20” y “La nave del olvido”, llegaron la mañana del miércoles a Ciudad de México en un avión militar acompañadas de dos de sus hijos: José Joel y Marysol. La otra parte de sus restos se quedó en Miami con su esposa y su hija menor, Sarita.

“Regresando tu corazón a tu tierra, papi. ¡Allá vamos, Papa Bear! Gracias Dios mío”, escribió su hija Marysol Sosa en su cuenta de Twitter.

Tras un homenaje en el emblemático Palacio de Bellas Artes, donde miles ya se formaban para despedir al “príncipe de la canción”, sus restos serán trasladados a la basílica de Guadalupe para una misa. En el trayecto, pasarán por la colonia Clavería, al norte de la ciudad, en donde vivió.

Finalmente, las cenizas terminarán su recorrido en el Panteón Francés, un cementerio de estilo gótico en Ciudad de México donde está sepultada su madre Margarita Ortiz, algunos expresidentes del país y otros personajes ilustres como Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” o María Félix.

José Sosa, conocido mundialmente como “José José”, falleció el 28 de septiembre en Miami, donde vivía con su hija menor y su última esposa. Luego de su muerte, su familia se enfrentó por el destino de sus restos. Tras varios días, finalmente se reconciliaron y decidieron homenajearlo en Miami y Ciudad de México, donde nació el 17 de febrero de 1948.

Durante sus 55 años de carrera artística, el mexicano protagonizó películas y telenovelas, vendió más de 250 millones de discos y cosechó innumerables premios que lo elevaron al pedestal de “rey de la balada en español”.

Producto de su adicción al alcohol, su salud se deterioró rápidamente desde la década de 1990 y afectó su voz de barítono lírico de rango completo, un portento que cautivó a toda América y partes de Asia y Europa.



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