Internacional - Política

España se dice lista para actuar ante violencia en Cataluña

2019-10-16

En la capital Barcelona y otras localidades catalanas estallaron enfrentamientos luego de que el...

Por JOSEPH WILSON

BARCELONA (AP) — El gobierno español dijo el miércoles que hará todo lo que sea necesario para frenar la violencia en Cataluña, donde los enfrentamientos entre independentistas y la policía han dejado más de 200 heridos en dos días.

“Todo está previsto y (el gobierno) actuará, si es preciso, desde la firmeza, la proporcionalidad y la unidad”, según un comunicado emitido por Madrid.

El documento añadió que el presidente del gobierno Pedro Sánchez se reuniría con otros líderes políticos nacionales y que “no descarta ningún escenario”.

Desde hace tiempo, muchos buscan que Cataluña se separe de España y sea un país europeo. Generalmente, las manifestaciones son pacíficas.

En la capital Barcelona y otras localidades catalanas estallaron enfrentamientos luego de que el Tribunal Supremo de España condenó el lunes a nueve líderes independistas a varios años en prisión por su participación en el intento secesionista de octubre de 2017.

Los disturbios comenzaron el martes por la tarde, cuando la policía de Barcelona informó que 40,000 manifestantes llenaron las calles aledañas a la oficina del gobierno español.

Los manifestantes derribaron barreras metálicas, incendiaron basureros y lanzaron petardos y otros objetos a la policía. Superaron en números a los agentes que utilizaron balas de goma, macanas y escudos para enfrentarse a los grupos en medio de fuertes disturbios en las calles de Barcelona.

Pere Ferrer, director de los Mossos d’Esquadra _la policía regional catalana_, dijo que la violencia callejera era “intolerable”.

“La situación es muy, muy difícil, pero la policía tiene los medios que necesita para lidiar con ella”, indicó en conferencia de prensa.

Una organización que representa a los negocios en el centro de la capital catalana, llamada Barcelona Abierta, señaló que la violencia ha ocasionado “pérdidas considerables” y ha “dañado profundamente” la imagen del popular destino turístico en el extranjero.

Los alborotos provocaron que Sánchez _que se prepara para las elecciones generales el 10 de noviembre_ consultara a su partido y otras figuras importantes, con algunos que le piden que tome medidas más duras.

Albert Rivera, líder del partido político Ciudadanos, viajó a Barcelona y dijo que el país enfrentaba un “estado de emergencia”.

El líder del conservador Partido Popular, Pablo Casado, pidió un decreto que permita que el gobierno central tome por completo el control de la policía regional catalana, mientras que el ultraderechista Vox quiere medidas excepcionales que levantarían temporalmente algunos derechos civiles.

El miércoles, miles de personas participaron en cinco grandes marchas de protesta en Cataluña que pretendían converger en Barcelona el viernes.

Participaba gente de todas las edades, familias enteras, portando carteles con leyendas en catalán como “Libertat Presos Politics” en alusión a los nueves dirigentes separatistas sentenciados el lunes a largas penas de cárcel por el Tribunal Supremo.

Feliu, un jubilado que caminó 20 kilómetros (12 millas) de la localidad norteña de Berga y pidió ser identificado solo con un nombre debido a la delicada situación, dijo que no estaba de acuerdo con la violencia, pero que la consideraba como una forma de llamar la atención.

“Si los extranjeros nos ven protestando pacíficamente todo el tiempo, podrían pensar que no pasa nada o quizás ni siquiera se fijen en nosotros”, comentó el hombre de 68 años.

Los líderes separatistas encarcelados se han convertido en símbolos poderosos y en un punto de convergencia para el movimiento independentista.

El presidente de Cataluña Quim Torrá se sumó a una de las marchas para estar junto a la gente, según dijo.

“Estas marchas pacíficas que suceden a través del país (Cataluña) son la mejor respuesta del pueblo catalán” a la sentencia de la corte, dijo Torrá, uno de los líderes independentistas que no ha criticado en forma específica la violencia callejera, condenada por los dirigentes políticos nacionales.

El Ministerio del Interior de España informó de 54 heridos entre los Mossos d’Esquadra y 18 en la Policía Nacional. Las autoridades sanitarias señalaron que habían atendido a 125 personas, tanto agentes de la policía como manifestantes.

La policía hizo 29 detenciones en Barcelona donde los manifestantes prendieron fuego a unas 150 barricadas en las calles, según el Ministerio.

También hubo episodios de violencia en otras localidades de Cataluña, que ha experimentado un auge en el sentimiento separatista en la última década. En torno a la mitad de sus 7,5 millones de habitantes está a favor de la independencia, mientras que la otra mitad se opone, según encuestas.

Los estudiantes en la conflictiva región se declararon en huelga, con los organizadores que les pidieron actuar de manera pacífica.

Las marchas y protestas callejeras esporádicas siguieron causando caos el tránsito a lo largo y ancho de la próspera región. Los vuelos y traslados de pasajeros en el aeropuerto de Barcelona también se han visto afectados por las manifestaciones.

El tráfico en el centro de Barcelona también sufrió por la enorme labor de limpieza para retirar los escombros de las barricadas y basura incendiadas.

Gabriel Rufián, uno de los líderes separatistas de Cataluña y miembro del Parlamento español, junto con otros secesionistas importantes de la región, pidió calma.

“Nada puede justificar la violencia”, comentó Rufián a la estación de radio Cadena SER.

Más manifestantes impromptu han respondido a una campaña por internet por parte del Tsunami Democratic, un grupo de base que utiliza aplicaciones de mensajería encriptadas para convocar a una desobediencia pacífica.

El ministro del Interior de España, Fernando Grande-Marlaska, dijo que las autoridades investigaban al grupo.

Pero el miércoles, el grupo emitió un comunicado en el que pedía el cese a la violencia.

El Tribunal Supremo de España declaró culpables a nueve de 12 políticos y activistas catalanes de sedición y se les impusieron sentencias de entre 9 y 13 años en prisión. Cuatro de ellos también fueron condenados por malversación de fondos públicos. Los otros tres fueron multados por desobediencia.

La corte les prohibió a todos desempeñarse en cargos públicos.



Jamileth