Nacional - Seguridad y Justicia

Revelan vasta operación de espionaje

2019-10-24

La poderosa estructura para inmiscuirse en la vida personal y pública es atribuida a...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- Una vasta operación de espionaje que tenía en la mira a unas 300 figuras de alto nivel de la élite mexicana, principalmente funcionarios del gabinete del actual mandatario Andrés López Obrador, es investigada oficialmente.
    
La poderosa estructura para inmiscuirse en la vida personal y pública es atribuida a personajes de puestos clave durante la administración del ex presidente Enrique Peña (2012-2018).
    
Entre las cabezas de este aparato se menciona a Alberto Bazbas, exdirector de la principal agencia de inteligencia y Alfredo Castillo, excomisionado de Seguridad para el estado de Michoacán.
    
Los objetivos de esta estrategia de escucha eran los mismos funcionarios que jueces, legisladores, empresarios, pero también destacan a la propia primera dama Beatriz Gutiérrez y a la ministra de Gobernación y ex juez de la Suprema Corte, Olga Sánchez, Incluso eran espiados el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, principal enlace de López Obrador con el sector empresarial y el Fiscal General Alejandro Gertz.
    
Además, eran rastreados el director de la petrolera gubernamental PEMEX, Octavio Romero, y el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del ministerio de Hacienda.
    
Según una denuncia anónima enviada a los ministerios de Gobernación, Hacienda, la UIF y la Fiscalía General, la sede desde donde se realizaba y procesaba toda la información era un rascacielos ubicado en el exclusivo barrio Santa Fe, en la zona este de la capital.
    
Este aparato de inteligencia privada solía vender información muy confidencial de personajes de "alto perfil público" por precios que iban de los 5,000 a los 75,000 dólares, según la denuncia.
    
El propio presidente López Obrador se refirió a este tema y dijo que es "muy probable" que sea blanco de espionaje, lo mismo que las reuniones con sus colaboradores, aunque minimizó las consecuencias.
    
"El que nada debe, nada teme. De todas formas, hay que ser precavidos y cuidarse lo más que se puede", afirmó pero dijo que las actividades de escucha "son prácticas ilegales, inmorales" que padeció mucho cuando era líder de la oposición.
    
Dirigentes del oficialismo en el Congreso lanzaron un llamado a investigar y castigar los actos de espionaje y señalaron que se trata de "una práctica ilegal de gobiernos totalitarios".
    
"Tiene que investigarse. Es un delito intervenir líneas telefónicas, grabar conversaciones sin la autorización judicial", afirmó Ricardo Monreal, el presidente del Senado.
    
"No se debe tolerar ningún tipo de prácticas de este tipo que sólo en regímenes fascistas, militares o totalitarios se permiten", señaló. La vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna, afirmó que los presuntos actos de espionaje a integrantes del gobierno y a la familia del presidente representan un "acto de desesperación" del ex grupo gobernante.
    
"Es el sello y la marca de las más vieja clase política mexicana" que "se resiste a aceptar que la forma de hacer política, de gobernar y de obedecer al pueblo ha cambiado radicalmente", afirmó.
    
En 2017, un año antes de concluir la gestión de Peña Nieto, se generó un gran escándalo cuando se publicó que se descubrió que un grupo selecto de periodistas, abogados y activistas anticorrupción fue espiado por el gobierno mediante el llamado "Pegasus", un avanzado "software" desarrollado por una empresa israelí.
    
Según las revelaciones del diario The New York Times, desde 2011, al menos tres agencias federales mexicanas gastaron casi 80 millones de dólares en este tipo de programa de espionaje que infiltraba los teléfonos inteligentes y otros dispositivos para monitorear cualquier detalle de la vida diaria de una persona.
    
López Obrador denunció meses atrás que fue hallada una cámara espía en una de las salas de Palacio Nacional, pero se trata de un artefacto barato para aficionados que se puede adquirir en cualquier tienda de dispositivos tecnológicos, aunque en agosto pasado se abrió una investigación.
    
Los dos involucrados en la más reciente denuncia, Alfredo Castillo y Alberto Bazbaz, rechazaron estar relacionados con la presunta red para espiar a más de 300 personajes de la élite mexicana.



Jamileth