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Sigue represión en Irak pese a presión internacional, mueren 4 manifestantes

2019-11-14

Estas nuevas víctimas se registran en un momento en que la ONU multiplica las reuniones y la...

 

Bagdad,  (AFP) - Cuatro manifestantes murieron el jueves en Bagdad en choques con  las fuerzas de seguridad, que continúan su represión a pesar de las presiones políticas y diplomáticas para poner fin a la peor crisis social de Irak desde la caída de Sadam Husein.

En total, más de 330 personas, la mayoría manifestantes, fallecieron durante estas protestas en Irak, uno de los países más ricos en petróleo del mundo pero también uno de los más corruptos.

Estas nuevas víctimas se registran en un momento en que la ONU multiplica las reuniones y la presión para negociar una salida de la crisis política, de cara a una revisión del sistema electoral y la Constitución.

El centro de Bagdad parece ahora un campo de batalla, atravesado por disparos con munición real y envuelto en una nube de gas lacrimógeno -a veces coloreado de violeta, verde o naranja.

Más al sur, las provincias tribales y agrícolas siguen paralizadas, en parte por la desobediencia civil.

El jueves, cuatro manifestantes resultaron muertos por gases lacrimógenos diez veces más pesados que los utilizados en otras partes del mundo, informaron fuentes médicas a la AFP.

Con el rostro protegido con simples máscaras médicas de papel y cascos de construcción de plástico, los jóvenes manifestantes los recogían al vuelo o una vez en tierra para devolverlos a las fuerzas del orden, que también dispararon municiones reales durante varios días.

- Reformar ahora -

Disparados a altura de hombre, estos artefactos de tipo militar ya causaron unas veinte víctimas entre los manifestantes, destrozando su cráneo.

Las presiones al más alto nivel todavía no han logrado restaurar la calma.

La representante de las Naciones Unidas en Irak, Jeanine Hennis Plasschaert, presentó un plan para revisar el sistema electoral y la Constitución, respaldado por el Gran Ayatolá Sistani, figura tutelar de la política iraquí.

La comisión parlamentaria instó hoy a los diputados a "asumir sus responsabilidades" y a reformar "ahora o se perderá el impulso".

Pero los manifestantes dicen que quieren más: la reforma total del sistema político instalado tras la caída del dictador Sadam Husein, en 2003, bajo la égida del ocupante estadounidense, y una renovación completa de la clase política, sin cambios desde entonces.

Para hacerse oír, los manifestantes bloquearon de nuevo el jueves las escuelas y la mayoría de las administraciones en el sur, en Al Hilla, Diwaniya, Kut y Nasiriya.

En Nayaf, ciudad santa chiíta, hasta ahora libre de violencia, el mercado de la Ciudad Vieja, que limita con el mausoleo del imán Alí visitado cada año por millones de peregrinos, mantuvo sus cortinas bajas por primera vez. "Estamos dispuestos a no ganar nada durante un día, un mes, incluso 20 meses", explica un comerciante. "De todos modos, hace 16 años que no ganamos nada", prosigue.

Para muchos manifestantes, el gran ayatolá Sistani relanzó el movimiento debilitado, afirmando el lunes que los iraquíes no deben "volver a sus hogares sin reformas" y diciendo que duda de la "seriedad" de las autoridades para llevarlas a cabo.

Si bien el gobierno presentó al parlamento un proyecto de ley electoral tildado de "reforma emblemática", el texto todavía no ha sido incluido en el programa de la Asamblea.



Jamileth

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