Internacional - Política

Los demócratas acusan a Trump de abuso de poder y obstrucción

2019-12-10

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, compareció ante la prensa...

Amanda Mars | El País

Washington.- Los demócratas presentaron este martes formalmente la acusación contra Donald Trump dentro del proceso de impeachment (o destitución) abierto a raíz del escándalo de Ucrania. El presidente, cuarto en la historia de Estados Unidos que pasa por a este procedimiento extraordinario, se enfrenta a dos cargos, uno de abuso de poder -por presionar a un país extranjero para supuestamente obtener un beneficio político de cara a las elecciones de 2020- y otro obstrucción al Congreso, por torpedear la investigación relativa a este caso. El Senado tendrá la última palabra sobre un veredicto que, con la mayoría republicana de por medio, se antoja absolutorio.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, compareció ante la prensa a las nueve de la mañana junto a los presidentes de los seis comités que han participado en la investigación parlamentaria para anunciar los cargos, lo que formalmente se conoce como los artículos del impeachment. "No nos tomamos esta acción con ligereza", afirmó el presidente del Comité Judicial, Jerrold Nadler, encargado de leer la acusación. "Cuando el presidente traiciona la confianza y se pone por delante del país, pone en peligro la Constitución y la democracia, y pone en peligro la seguridad nacional", añadió.

El impeachment es una suerte de juicio parlamentario contemplado en la Constitución de Estados Unidos para destituir a un presidente si comete un delito o falta grave. La Cámara de Representantes, que es la que tiene la potestad de activarlo, lo puso en marcha gracias a la mayoría demócrata el 24 de septiembre, cuando trascendieron maniobras de Trump para lograr que la Justicia de Ucrania anunciase dos investigaciones que le hubiesen favorecido electoralmente. Una tenía como objeto a sobre su rival político, el exvicepresidente y precandidato demócrata Joe Biden, y su hijo Hunter, por sus negocios en aquel país; mientras que la otra versaba sobre una teoría conspirativa de las elecciones de 2016 que perjudica a los demócratas y hoy por hoy ha sido desacreditada.

“Usando los poderes de su alto cargo, el presidente Trump solicitó la interferencia de un Gobierno extranjero, Ucrania, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020”, señalan el documento de nueve páginas en la que la oposición demócrata explica los dos cargos contra Trump. Esta presión, añade el escrito de acusación, se ejerció utilizando como moneda de cambio la entrega 391 millones de dólares en ayudas militares que el Congreso estadounidense había comprometido con Ucrania -que se encuentra en guerra con los separatistas prorrusos en el este del país-, así como una invitación a la Casa Blanca al presidente ucranio, Volodímir Zelensky.

Respecto a la obstrucción al Congreso, los demócratas atribuyen al presidente “un desafío sin precedentes” a toda la investigación puesta en marcha por la Cámara baja, ordenando a la administración incumplir las citaciones del Congreso, tanto en materia de documentos como en declaración de testigos.

Los demócratas han optado por simplificar el proceso al apostar por únicamente dos cargos, menos que los presentados en su día contra Bill Clinton o contra Richard Nixon, omitiendo la acusación directa de cohecho o soborno, que la Constitución estadounidense cita explícitamente. También han evitado entrar en el delito de obstrucción a la justicia derivado de otra investigación, la de la trama rusa, algo que hubiese ralentizado el proceso porque hubiese requerido un nuevo frente en los tribunales para la testificación de testigos.

Si se cumple el calendario oficioso, esta semana, los legisladores del Comité Judicial ratificaránde estos cargos gracias a la mayoría demócrata (24 a 17). La votación en el pleno de la Cámara de Representantes tendrá lugar la próxima semana y de ahí, donde la oposición también tiene votos suficientes para sacar la acusación adelante, el caso pasará al Senado, que es donde se desarrolla el juicio propiamente dicho y se vota el veredicto final. En la Cámara alta, el panorama es distinto y la absolución tiene el camino despejado, ya que hacen falta dos tercios de los votos para destituir a un presidente (67 de 100 senadores) y los republicanos son mayoría (53 votos, frente a 47 demócratas, incluyendo a dos independientes).

Porque, aunque lo que el impeachment busca es establecer si un presidente ha cometido o no un delito suficientemente grave como para retirarlo del puesto, el proceso se ha demostrado hasta ahora claramente partidista. El lunes, en una sesión maratoniana en el Capitolio, los abogados de los demócratas alegaron que las pruebas de abuso de poder por parte de Trump resultan “abrumadoras” y su actuación supone un riesgo para las elecciones de 2020. Mientras, los asesores republicanos denunciaron la “obsesión” de los demócratas en deshacerse de Trump como sea.

Una conversación telefónica entre Trump y Zelenski el pasado verano demuestra que el estadounidense pidió insistentemente a su homólogo ucranio que iniciara las investigaciones, aunque los republicanos defienden que lo hizo de buena fe, preocupado por la corrupción, sin ofrecer contrapartidas. Otros diplomáticos y asesores sí señalan que se usaron las ayudas militares —que pasaron más de un mes congeladas sin explicación— y la reunión entre los mandatarios como mecanismo de presión a través del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, pero sin registros de una orden directa y explícita por parte del mandatario.

“¡Es una caza de brujas!”, enfatizó Trump en su cuenta de Twitter. “Lean la transcripción [de la llamada], cuando dije ‘nosotros’ me refería a Estados Unidos, no a mí”, insistió. La presidenta de la Cámara, la veterana demócrata Pelosi, ha tratado en todo momento de defender que la actuación contra el presidente no nace de rivalidad partidista, sino del deber constitucional, ante la gravedad de unos hechos que este martes calificó de “incontestables”. "Si permitimos que el presidente esté por encima de la ley, entonces seguramente pondremos en peligro nuestra República", argumentó. Al cabo de una hora de comparecer, anunció el acuerdo bipartito para el nuevo tratado comercial con México y Canadá.



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