Nacional - Seguridad y Justicia

Violencia, cifra histórica de asesinatos en 2019 

2020-01-21

Con ello, el recuento de este sangriento período eleva a 274.582 la cifra de muertes, y a...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 21 ENE - México alcanzó su máximo histórico de asesinatos con 34.582 casos durante el 2019, en coincidencia con el primer año de gestión del presidente Andrés López Obrador, de acuerdo con el reporte del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
    
Este triste récord lo pronosticaban los expertos desde hace varios meses pero ahora se hizo oficial, a pesar de que el aumento de homicidios intencionales fue este año de 1,03% respecto a la cifra de 2018, cuando todavía gobernaba Enrique Peña Nieto.
    
Sin embargo, en términos absolutos, constituye un guarismo impactante, que contradice las afirmaciones de López Obrador según las cuales el fenómeno ha comenzado a contenerse.
    
El reporte fue divulgado cuando se cumplen 13 años de la "larga noche de violencia" inaugurada en diciembre de 2006 cuando el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) lanzó su fallida estrategia contra las bandas criminales con apoyo de las Fuerzas Armadas.
    
Con ello, el recuento de este sangriento período eleva a 274.582 la cifra de muertes, y a 61,600 la de desaparecidos.
    
En la "numeralia de la muerte" divulgada por el gobierno destaca que el 70% de los homicidios fueron cometidos con armas de fuego, un nivel similar al del año pasado.
    
El epicentro de la violencia sigue estando ubicado en algunas ciudades y estados específicos del país, pero el principal se ubica en el estado de Guanajuato (centro), donde al inicio de su gestión, López Obrador lanzó una ofensiva de gran envergadura contra el robo de combustible.
    
En el "top five" del ranking de la violencia se ubican luego, en orden de importancia, los estados de Baja California (noroeste), Estado de México (centro-sur), Chihuahua (norte) y Jalisco (occidente), que acaparan el 41% del total de los casos.
    
Llama la atención que la espiral de asesinatos no se ha apaciguado a pesar de que el gobierno creó el año pasado la Guardia Nacional (GN), con contingentes que proceden de la Marina, el Ejército y la disuelta Policía Federal.
    
López Obrador ha lanzado su mayor apuesta para desterrar el crimen en este nuevo cuerpo de seguridad, en medio de una oleada de críticas de los expertos que cuestionan su incapacidad para lograr un despliegue en todo el país y por desviar una parte de su fuerza (6,000 elementos) para contener la migración.
    
Hasta ahora suman 64.437 integrantes de la GN, cuya formación ha sido duramente cuestionada por organismos de derechos humanos, al considerar que representa una militarización de la estrategia anticrimen, a pesar de que López Obrador prometió "regresar a los militares a sus cuarteles" durante su campaña electoral.
    
Además de los homicidios, del análisis del informe de seguridad entregado por las autoridades se deriva un aumento de los femicidios y de los secuestros.
    
El año pasado cerró con 1.006 víctimas del primer tipo de delitos, lo que representa un 10,3% más que las registradas el año precedente y la cifra más alta desde 2015, a pesar de que el gobierno lanzó una serie de iniciativas para afrontar el tema, como las llamadas "alertas de género".
    
Otro delito en ascenso es el secuestro, que creció 3,5% al pasar de 1.559 a 1.614 víctimas entre 2018 y 2019, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
    
El informe ocurre a dos días del inicio, en la ciudad de Cuernavaca, estado de Morelos, a 70 kilómetros de la capital, una "Caminata por la Verdad, la Justicia y la Paz", para repudiar la violencia que azota a todo el país.
    
Esta movilización, que concluye el próximo 26 de enero con una marcha por las principales avenidas de la capital y una demostración en Palacio Nacional, es organizada por el poeta y activista Javier Sicilia y la familia mormona Le Barón, integrantes de una comunidad donde en diciembre fueron asesinados 9 de sus miembros (3 mujeres y 6 niños).
    
López Obrador también ha sido objeto de cuestionamientos por negarse a recibir a sus líderes, pero se defendió hoy bajo el argumento de que no quiere " hacer un show, un espectáculo" y porque es necesario "cuidar la investidura presidencial".
    
Sin embargo, indicó que la caravana será atendida por el gabinete de seguridad en Palacio Nacional y "se les va a dar la atención, respecto y acompañamiento" debidos "para que no sean molestados".



regina