Agropecuaria

Los agricultores españoles se rebelan para exigir "precios justos"

2020-02-05

A 20 kilómetros al sur de Madrid, este horticultor de 38 años maneja la hoz en pleno...

Por Laurence BOUTREUX

Fuenlabrada, España, 05 Feb 2020 (AFP) - Exasperado por tener que malvender su cosecha, Mariano González se manifestó este miércoles en Madrid contra la preponderancia de los distribuidores en el sector agrario. "No hay precio justo", se queja, junto a agricultores movilizados desde hace una semana en España.

A 20 kilómetros al sur de Madrid, este horticultor de 38 años maneja la hoz en pleno campo para cosechar repollo, con la ayuda de su padre de 73 años, del mismo nombre.

En esta zona, en las afueras de la ciudad industrial de Fuenlabrada, se cultiva desde hace décadas acelga, repollo y coliflor.

Pero la cosa ya no funciona, dice Mariano 'Junior', por la baja rentabilidad.

El agricultor "que queda, está ya a punto de jubilarse, y los jóvenes que quedamos, pues ganamos poco, las ganas de trabajar te las quitan también los precios que hay", expresa Mariano, afiliado a la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).

"Muchas veces", acota su padre, "no merece la pena ni recoger" los repollos, toda vez que los productores los venden a "20 o 25 céntimos (de euro) el kilo", cuando el precio justo sería el doble ("40 o 50 céntimos"). En un supermercado de Fuenlabrada, un solo repollo se vende por 1,50 euros.

Según cifras de la UPA, el trigo -a 179 euros la tonelada- le reporta menos dinero al productor que hace 20 años, y el kilo de papas, pagado a 15 céntimos de euros al agricultor, se vende a 1,20 euros en los supermercados.

Este martes, frente a la alcaldía de Fuenlabrada y el supermercado adyacente, los agricultores hicieron rugir los motores de una quincena de tractores. Ángel González Romeral, productor de 64 años de barba blanca bien tallada, reclamaba un "precio base" para cada producto.

Si no, argumenta, "las explotaciones familiares terminaremos por desaparecer todas, solo quedaran las explotaciones que en realidad son plataformas industriales, como en la zona de Almería", una gran extensión de invernaderos en Andalucía (sur) cuya producción se exporta a toda Europa.

- "Prácticas abusivas" -

Los tres principales sindicatos agrícolas del país -UPA, COAG y ASAJA - lanzaron a finales de enero una excepcional movilización unitaria y las manifestaciones se han multiplicado, en diferentes regiones: Galicia, Aragón, País Vasco, Extremadura, La Rioja, Andalucía, Castilla y León...

"El desequilibrio de la cadena agroalimentaria (...) provoca que gran distribución e industrias sean pocos y poderosos y los agricultores muchos y débiles", escribieron los tres sindicatos, denunciando "prácticas comerciales abusivas y desleales".

El miércoles, cientos de agricultores silbaron e hicieron sonar campañas bajo las ventanas del Ministerio de Agricultura en Madrid.

A sus 74 años, Pedro López recorrió 300 km en automóvil para venir desde Jaén, en Andalucía, donde posee tres mil olivares. "Con los precios de miseria, 27 céntimos el kilo, cuesta más recoger las aceitunas que dejarlas en el árbol", asegura.

Un malestar en el campo que el partido de extrema derecha Vox intenta capitalizar. Pero cuando su líder, Santiago Abascal, se incorporó a la manifestación, muchos agricultores le gritaron: "Fuera".

El más grande sindicato agrícola, Asaja, considerado de derecha, afirma que el nuevo aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) anunciado por el gobierno del socialista Pedro Sánchez para 2020, tras la subida del 22% en 2019, fue "la gota que derramó el vaso".

Un argumento rechazado por el sindicato de UPA, considerado de izquierda. "Nosotros no le echamos la culpa al SMI, nosotros le echamos la culpa a los bajos precios y creemos que los jornaleros tienen que cobrar un sueldo que les permita vivir con sus familias también con dignidad", dice a la AFP su secretario general, Lorenzo Ramos.

Ramos carga contra los distribuidores que, hasta "sin ver el producto (...), controlan el mercado" de frutas y legumbres "con un simple teléfono móvil".

El gobierno español se apresuró a lanzar el lunes un diálogo con los agricultores.

"La inmensa clase media de la agricultura y ganadería española necesita el apoyo de unos precios y también de la política agrícola común (de la Unión Europea, ndlr) para poder sobrevivir", dijo el miércoles el ministro de Agricultura, Luis Planas.

Su ministerio prometió "actuaciones en apoyo de los sectores más afectados", como el de frutas y legumbres y el de aceite de oliva, del que España es primer productor mundial.



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