Internacional - Política

Abbas rechaza el plan de Trump en la ONU y llama a una solución internacional del conflicto

2020-02-11

El denominado acuerdo del siglo por el propio presidente norteamericano “es un acuerdo entre...

Juan Carlos Sanz y Antonia Laborde | El País

Jerusalén / Washington.- Esgrimiendo una vez más ante el mundo los menguantes mapas de Palestina en el último siglo, el rais Mahmud Abbas ha rechazado con firmeza este martes ante el Consejo de Seguridad el plan de paz presentado hace dos semanas por Donald Trump. El denominado acuerdo del siglo por el propio presidente norteamericano “es un acuerdo entre Estados Unidos e Israel para liquidar la causa palestina”, afirmó el veterano mandatario en su intervención en el órgano de Naciones Unidas. “Nos ofrecen un queso suizo agujereado, un Estado fragmentado que nadie aceptaría”, remachó como un veto frontal a la iniciativa de la Casa Blanca.

Con el peso de sus 84 años sobre las espaldas, Abbas garantizó que la paz aún “todavía es posible”. Pero como uno de los arquitectos de los Acuerdos de Oslo de 1993, alertó de que para alcanzarla no se puede aprobar un "plan injusto" que "legitima lo que es ilegal: los asentamientos y la anexión de tierras palestinas". El plan de Trump privaría a su pueblo de la tercera parte de la superficie de Cisjordania a cambio de zonas desérticas de Israel. El presidente de la Autoridad Palestina reclamó en contrapartida una solución negociada con la comunidad internacional mediante una conferencia de paz.

“Estados Unidos no puede ser ya el único mediador”, advirtió el rais, “necesitamos una paz justa para 13 millones de palestinos”. Para Abbas, un Estado sin capital en Jerusalén —el plan de la Casa Blanca ofrece un suburbio periférico—, “es inaceptable”, además de establecer, según denunció, un “régimen de apartheid”

En una inusual confesión ante el Consejo de Seguridad, Abbas reveló que cuando se reunió por primera vez con Trump en la Casa Blanca, en 2017, el presidente republicano le prometió que ofrecería su apoyo a una serie de posiciones clave para los palestinos, como las fronteras anteriores a la guerra de 1967 y la capitalidad en Jerusalén Este. Pero “algo sucedió” que le llevó a cambiar de opinión, dijo, y pasó a “apoyar plenamente los deseos israelíes”. “No sé quién le dio este consejo inaceptable (...) Pero sé que Trump no es así. Y esto es muy sorprendente”, reveló ante el secretario general de la ONU, António Guterres, quien reconoció estar “profundamente preocupado” por la creciente tensión en Oriente Próximo.

La Autoridad Palestina tenía previsto solicitar este martes una votación en el Consejo de Seguridad  para sustanciar la condena internacional al plan de paz presentado por Trump, pero finalmente decidió aplazar la propuesta. La resolución, presentada formalmente por Indonesia y Túnez, fue retirada antes de la votación porque no se contaba con los votos de, al menos, nueve de los 15 países miembros para que saliera adelante, según informaron fuentes palestinas en Ramala, sede administrativa de la Autoridad Palestina, situada a una veintena de kilómetros al norte de Jerusalén.

Un diplomático citado por France Presse en Nueva York desveló que Estados Unidos había ejercido "una presión muy fuerte", incluidas amenazas de represalias económicas, para impedir que el acuerdo del siglo recibiera un voto generalizado de castigo, a pesar de contar con el tradicional derecho de veto que Washington ejerce en favor del Estado judío.

En su turno de réplica, el embajador de Israel ante Naciones Unidas, Danny Danon, negó toda posibilidad de alcanzar la paz entre palestinos e israelíes mientras Abbas siga siendo presidente. “Solo cuando renuncie, se podrá avanzar”, aseguró en una intervención deslegitimadora del líder palestino. “Si realmente quisiera negociar la paz, debería estar en Jerusalén o en Washington, y no en la ONU, como en otras ocasiones”, apostilló.

Mientras su presidente clamaba contra el plan de Trump en Nueva York, miles de manifestantes se echaron a las calles de Gaza y Cisjordania contra el que calificaron de “robo del siglo”. La marcha más numerosa en Cisjordania se desarrolló en Ramala, mientras unas 2,000 personas se concentraron en la capital del enclave mediterráneo palestino. Salvo choques aislados en puestos de control del Ejército israelí en Cisjordania, apenas se registraron incidentes reseñables en las marchas de protesta contra el acuerdo del siglo. “La situación puede estallar en cualquier momento”, advertía Abbas casi a la misma hora en el Consejo de Seguridad. “Necesitamos esperanza. Por favor, no nos quiten esta esperanza”, suplicó finalmente ante el sanedrín de la ONU, después de haber exhibido los mapas de un bantustán palestino en el ya no tiene cabida el sueño de un Estado propio.



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