Internacional - Seguridad y Justicia

Erdogan llama a Putin en un contexto de escalada militar en Siria

2020-02-28

El viernes por la mañana, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo...

AFP / Ahmad Al Atrash

Los presidentes ruso y turco conversaron este viernes de forma urgente ante la tensión militar y diplomática en el noroeste de Siria, donde 33 militares turcos murieron el jueves en ataques del régimen de Damasco.

Turquía, tras haber sufrido las mayores bajas en un solo ataque desde el inicio de su intervención en Siria en 2016, pidió el apoyo de la comunidad internacional, y esgrimió la amenaza de un nuevo flujo de migrantes hacia Europa.

El jueves, al menos 33 soldados turcos murieron en bombardeos atribuidos por Ankara al régimen sirio en la región de Idlib. Turquía respondió matando a 20 combatientes sirios, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Esta escalada puede agravar la situación humanitaria, que ya es catastrófica, en Idlib, de donde cerca de un millón de personas han sido desplazadas por la ofensiva que lleva a cabo en la región el régimen de Damasco, apoyado militarmente por Rusia.

La gravedad de la situación en Siria llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a convocar una reunión de urgencia este viernes.

Erdogan habló con su homólogo estadounidense, Donald Trump, y con la canciller alemana, Angela Merkel. Con el primero acordó tomar medidas para evitar "una tragedia humanitaria" en Idlib, mientras Merkel condenó los "ataques brutales" contra las fuerzas turcas.

- Putin y Erdogan, "preocupados" -

El viernes por la mañana, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, conversaron por teléfono y ambos expresaron su "seria preocupación" por la situación en Idlib, y decidieron estudiar la "posibilidad de celebrar una cumbre próximamente".

Según indicó más tarde el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el encuentro podría tener lugar "el 5 o 6 de marzo".

Los enfrentamientos entre fuerzas turcas y sirias también han abierto una brecha entre Ankara y Moscú, que pese a sus intereses divergentes, habían reforzado su cooperación en los últimos años sobre temas que incluyen a la propia Siria, la energía o la defensa.

El viernes, el ministerio ruso de Defensa afirmó que los soldados turcos que murieron en los bombardeos atribuidos al ejército sirio se encontraban entre "unidades de milicianos de grupos terroristas", lo que rechazó Turquía.

Por su parte, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, expresó sus "condolencias" y afirmó que Moscú hace "todo para garantizar la seguridad de los soldados turcos" desplegados en Siria.

La OTAN, a la que pertenece Turquía, celebró este viernes una reunión a solicitud de Ankara. Los miembros de la alianza expresaron su solidaridad, pero no asumieron ningún compromiso concreto.

Además, Turquía instó este viernes a la comunidad internacional a crear una zona de exclusión aérea en el noroeste del país en guerra, para impedir los bombardeos del régimen sirio y su aliado ruso.

Entretanto, el jefe del Estado Mayor ruso, el general Valery Gerasimov, conversó con su par estadounidense, el general Mark Milley para "intercambiar opiniones sobre la situación en Siria", anunció el ministerio ruso de Defensa.

- Fronteras cerradas -

Y en un aparente intento de presionar a la Unión Europea (UE), Turquía anunció que dejará pasar a los migrantes que intentan entrar en Europa.

"Me voy a Alemania", declaró a la AFP Sebhatullah Amani, un migrante afgano de 20 años, antes de subir a un autocar en Estambul que iba a la frontera griega. "Todos mis amigos están aquí, haremos el viaje juntos", añadió.

Aunque este viernes no se registró ningún incremento importante en el número de personas que cruzaron la línea fronteriza, tanto Grecia como Bulgaria (vecinas de Turquía) decidieron cerrar sus fronteras.

El viernes, los guardias fronterizos griegos impidieron a cientos de migrantes pasar por el puesto de Kasanties, y cientos de personas permanecían bloqueadas en una zona de nadie entre Grecia y Turquía, constató la AFP.

- Erdogan guarda silencio -

Turquía acoge en su territorio a 4 millones de refugiados, sirios en su mayoría, y teme un nuevo flujo desde Idlib, de la que han salido, según la ONU.

Erdogan, que no hizo ninguna declaración pública desde el ataque, convocó en la madrugada del viernes un consejo de seguridad extraordinario en Ankara, tras los bombardeos aéreos.

Sobre el terreno, el ejército sirio, con el apoyo de Rusia, reconquistó varias localidades de Idlib en las últimas semanas, aunque grupos rebeldes respaldados por Turquía retomaron el control, el jueves, de la ciudad estratégica de Saraqib.

La guerra en Siria, desencadenada en 2011 con la represión de manifestaciones pacificas, ha dejado más de 380,000 muertos.



Jamileth