Internacional - Seguridad y Justicia

¿Acuerdo Talibán-Estados Unidos llevará la paz a Afganistán?

2020-03-03

El gran interrogante --sobre todo de quienes recuerdan la represión religiosa del...

Por KATHY GANNON

KABUL, Afganistán (AP) — Ahora que Estados Unidos firmó un acuerdo con el Talibán por el cual se retirará de Afganistán se verá finalmente si los afganos pueden poner fin a sus conflictos internos y qué forma tomaría esa paz.

El gran interrogante --sobre todo de quienes recuerdan la represión religiosa del Talibán que terminó con la invasión estadounidense del 2001-- es si esa agrupación ha cambiado de ideología o no. Las mujeres, sobre todo en las ciudades, temen perder muchos de sus derechos.

El Talibán dice que cambió. Que permitirá a las niñas ir a la escuela y a las mujeres trabajar. Las mujeres podrán ser jueces, aunque no presidir la corte suprema. Y podrán participar en la política, pero no ser presidentas.

El Talibán, no obstante, no renunciará a la segregación de los sexos, según Hakim Mujahed, representante del Talibán ante las Naciones Unidas durante los cinco años en que esa organización estuvo en el poder. Opinó que tampoco aceptarán escuelas mixtas ni que hombres y mujeres trabajen juntos.

Dice asimismo que las mujeres deberán seguir usando el hiyab sobre la cabeza, aunque no el burka, que deja descubiertos solo los ojos, de acuerdo con Mujahed. El burka es una indumentaria tradicional, pero se lo considera un símbolo de la represión de las mujeres bajo el gobierno del Talibán.

“No hay duda de que no ven con buenos ojos las escuelas de varones y niñas ni que hombres y mujeres trabajen juntos”, expresó Muhahed. “Pero están a favor de ofrecer mejores condiciones para la educación, el trabajo, la economía y las actividades políticas de las mujeres... siempre dentro del marco de las enseñanzas islámicas”.

En las negociaciones con el gobierno, se espera que los dos bandos elijan una forma de gobierno y una constitución. La constitución actual estipula que las leyes no pueden contradecir los principios islámicos, pero esa es una definición un tanto ambigua, sobre todo en relación con los derechos de la mujer y los derechos civiles en general.

Najiba Ayubi, directora de una organización dedicada a impulsar el crecimiento de las mujeres y firme defensora de la libertad de expresión, dice que las mujeres no pueden confiar en que los hombres peleen por sus derechos y pide que las mujeres estén representadas en la mesa de negociaciones.

“Ningún hombre nos va a defender... No saben cuáles son los problemas que tenemos y para algunos de ellos tal vez no sea importante lo que suceda con las mujeres”, sostuvo.

Agregó que la de Afganistán es una sociedad conservadora, “dominada por los hombres, que piensan que las mujeres son ciudadanas de segunda clase”. Dijo que cambiar esto tomará años.

Ayubi tiene buenas razones para temerle al Talibán. Cuando gobernaron, ella fue golpeada dos veces por no cubrirse como corresponde, incluso cuando usaba un burka. Sus hermanas --una de ellas jueza y otra médica-- fueron obligadas a quedarse en su casa.

De todos modos, ve con buenos ojos la posibilidad de poner fin a 40 años de guerras y dijo que creía que el Talibán de hoy no es el mismo del 2001.

“El Talibán sabe que los tiempos cambiaron. Este no es el Afganistán de hace 20 años”, manifestó.

En el país funcionan las redes sociales y distintos medios de prensa. Una generación joven que maneja bien la internet no puede ser silenciada fácilmente. El propio Talibán tiene una nueva generación más joven, a la que no le pueden negar su música y sus videos, como durante su gobierno previo.

De todos modos, conseguir que los afganos se pongan de acuerdo no será sencillo.

El solo hecho de sentarse a la mesa está resultando complicado. El acuerdo entre el Talibán y Estados Unidos estipula que los dos bandos afganos deben iniciar conversaciones para poner fin al conflicto a partir del 10 de marzo, probablemente en Oslo. Nada indica por ahora que se dará ese paso.

Washington difícilmente admita demoras y seguramente se atendrá a lo estipulado. El acuerdo dispone que los 13,000 soldados que tiene Estados Unidos deberán irse en un plazo de 14 meses si el Talibán cumple con los compromisos asumidos. Entre esos compromisos figuran luchar contra el terrorismo, evitar que el país dé refugio a terroristas, denunciar las organizaciones terroristas, romper relaciones con organizaciones como al-Qaida y ayudar a combatir a los aliados de la organización Estado Islámico.



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