Panorama Norteamericano

Liderazgo demócrata

2020-03-13

Pero lo más importante, tal y como Biden subrayó al celebrar su victoria esta semana,...

Editorial, El País

La victoria de Joe Biden en las primarias demócratas celebradas el martes en los Estados de Míchigan, Misuri, Idaho y Misisipi coloca al exvicepresidente de EE UU en una posición de ventaja para conseguir la candidatura de su partido ante las presidenciales de noviembre, en las que deberá medirse con Donald Trump. Pero más allá de la pugna entre las concepciones diferentes que representan los dos favoritos demócratas en liza —el propio Biden y el senador por Vermont Bernie Sanders—, lo significativo es la evolución, en apenas semanas, del propio Partido Demócrata que por primera vez se muestra listo para dar una batalla con posibilidades contra Trump.

Antes del comienzo de las primarias en enero, el Partido Demócrata se presentaba ante sus votantes como una formación descabezada con media docena de precandidatos y un electorado desencantado. Una perspectiva explotada desde el campo republicano, que esperaba unas primarias demócratas caracterizadas por la dispersión y la desunión que produjeran un candidato debilitado para las presidenciales. Pero los demócratas han cerrado filas en torno a dos aspirantes. Sanders aglutina el voto de quienes consideran que el Gobierno tiene que adoptar un significativo giro social. Biden encarna el legado de Barack Obama y ha obtenido el respaldo masivo de la minoría negra, que recuerda a la Administración que estableció por primera vez un plan de sanidad universal.

Pero lo más importante, tal y como Biden subrayó al celebrar su victoria esta semana, es que las primarias están sirviendo para mostrar la gran debilidad de Trump: el liderazgo. Frente a una Administración errática, los demócratas pueden elegir entre dos opciones que ofrecen, en primer lugar, seguridad en sus planteamientos. Biden, además, presenta una hoja de servicios de seriedad en el Gobierno con la que Trump no puede rivalizar. En un momento de gran incertidumbre mundial lo que necesita la democracia más poderosa del mundo es liderazgo, algo de lo que Trump carece.



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