Salud

España, segundo país del mundo con más nuevos casos

2020-03-16

Con 9.191 casos, el país sigue ascendiendo en la clasificación mundial: ha adelantado...

Pablo Linde | El País

Madrid.- La epidemia del coronavirus sigue avanzando en España a un ritmo sostenido. Y lo seguirá haciendo durante días, probablemente semanas. El lunes hemos amanecido con un millar de casos más que el domingo (en comparación con las 24 horas previas), un crecimiento del 13%, algo menor que en fechas anteriores, pero probablemente más por los retrasos de notificaciones del fin de semana que por la incidencia real de la Covid-19, según ha manifestado este lunes Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Con 9.191 casos, el país sigue ascendiendo en la clasificación mundial: ha adelantado a Corea, se sitúa cuarto en infecciones por detrás de China, Italia e Irán y, con los últimos datos homologables y consolidados que ofrece la Organización Mundial de la Salud, es segundo en nuevos casos diarios, solo superado por Italia ―si bien esto puede cambiar con las actualizaciones de Irán―. En España han fallecido 329 personas, se han curado 540 y 432 permanecen en la UCI. De ellas, el 60% está en la Comunidad de Madrid, que concentra más de la mitad de las infecciones (4.695). Existe, sin embargo, un baile de cifras que hace difícil su comparación: el aumento del 13% se calcula con unas que ha dado Simón que no son las mismas que más tarde, a las 13.00, ha aportado el Ministerio de Sanidad en una nota de prensa. En estas últimas, además no parecen actualizados datos como los de Madrid, que registra las mismas muertes que el día anterior.

A partir de ahora, la idea es que esta descoordinación en los números diarios al que hemos asistido durante la epidemia termine. Es al menos lo que pretende Sanidad, que publicará cada mañana las cifras de la noche anterior, una vez que el estado de alarma decretado por el presidente del Gobierno el pasado viernes centraliza todas las competencias sanitarias en el ministerio.

Las medidas de distanciamiento social que se han tomado, y que han comenzado con el confinamiento en los hogares salvo para asuntos imprescindibles ―como comprar comida o atender a mayores― producirán un “impacto rápido y drástico”, en palabras de Simón, pero no inminente. “No sabemos si será en tres, cuatro o seis días”, ha dicho. Los contagios deberían comenzar a frenarse desde el momento en que se cumplen las medidas, lo que se traduce en una disminución de la infección en la semana siguiente (el periodo de incubación es de dos a 14 días, con una mediana de 5,5), algo que llega a las estadísticas oficiales unos días después. Según lo que el mismo Simón dijo unos días antes, las cifras no comenzarán a mejorar, en el mejor de los casos, hasta dentro de 10 días, algo que algunos expertos llevan más lejos, y lo prevén dentro de varias semanas.

Esto hace que los 15 días de alarma muy probablemente se queden cortos, como ha reconocido este mismo lunes el ministro de Transporte, José Luis Ábalos. Simón ha advertido de que la cuarentena va a ser dura: “Los primeros tres o cuatro días pueden ser incluso divertidos. Pero tenemos que ser conscientes de que esto va a durar 14 como mínimo. Los siguientes cuatro no serán tan divertidos y la última semana no va a ser fácil”, ha afirmado.

Los periodos finales de las cuarentenas “son complicados” y si no se mantiene la tensión hasta el final “el esfuerzo no sirve de nada”. Simón ha pedido que no se relajen las medidas de control porque son la única forma de detener al virus.
Una tasa de letalidad del 3%

La tasa de letalidad que muestra el virus en España es, de momento, de un 3%. Esto va en consonancia con los datos que se manejan en el resto del mundo, pero aun así, puede ser engañoso. Sobre todo, porque existe un claro infradiagnóstico: las comunidades autónomas más afectadas no están haciendo pruebas a los casos más leves, así que la mortalidad está sobrerrepresentada. Esto sucede por una falta de capacidad logística que Sanidad, asegura, resolverá próximamente. Varios estudios sugieren que la letalidad real final estará algo por debajo del 1%, si bien para que esta cifra no se dispare es necesario evitar el colapso del sistema sanitario.

El de Madrid está sufriendo un “alto nivel de estrés”, en palabras de Simón. No solo porque ahí se concentren más de la mitad de los casos de toda España; también porque los focos en la comunidad han comenzado en residencias de mayores y centros de jubilados, que son la población más vulnerable frente a la Covid-19.

Sanidad ha puesto en marcha varias medidas para reforzar el sistema y hacer frente a esa posible saturación que lleva a los profesionales a trabajar con estrés y, por lo tanto, a “rendir menos”, según el responsable de las alertas sanitarias. En primer lugar, el ministerio tiene potestad de contar con los centros privados que considere oportuno para complementar a los públicos, merced al decreto de alarma. También se está estudiando la posibilidad de ampliar los contratos a los médicos internos residentes (MIR) que van a terminar su último año o a otros profesionales, como los refuerzos para la campaña de gripe, que estén a punto de finalizar sus tareas. Además, Simón no descarta incorporar a recién licenciados a tareas “que no supongan responsabilidad” pero que pueden ser “muy útiles” desde el punto de vista asistencial.

El objetivo último es poder atender al 20% de los afectados por SARS-CoV-2 que necesitan asistencia hospitalaria ―el 80% lo pasa con síntomas leves o incluso sin ellos en casa― y, especialmente, al 5% que requieren de atención intensiva. Los grupos de riesgo son las personas mayores (a más edad, más riesgo) y las que padecen patologías previas como enfermedades cardiovasculares, diabetes o dolencias respiratorias. Esto no quiere decir ni que todas las personas con estas afecciones tengan una alta probabilidad de morir (las más altas no superan el 20%) ni que no pueda haber quien, fuera de estos grupos, sufra complicaciones graves.



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