Salud

Las unidades de cuidados intensivos empiezan a respirar

2020-04-06

En Cataluña hay 1.970 camas de UCI habilitadas en los hospitales, el triple que hace dos...

Jessica Mouzo, Elena G. Sevillano, El País

Las unidades de cuidados intensivos (UCI) empiezan a ver la luz al final del túnel. Aunque siguen muy tensionadas, con su capacidad habitual multiplicada hasta por cuatro y los profesionales exhaustos ante una pandemia que no cesa, los ingresos de pacientes críticos en estos servicios comienzan a ralentizarse. Una pequeña tregua tras varias semanas al borde del colapso. Todavía han de pasar unas semanas para que estas unidades de críticos vuelvan a su estado —y dimensión— normal, pero la reducción de casos en las puertas de urgencias, que se tradujo en menos hospitalizaciones, empieza ahora a cristalizarse en las entradas en UCI. Los expertos consultados piden, sin embargo, “prudencia y no bajar la guardia”. Desde el inicio de la pandemia, 6.931 personas han estado ingresadas en las UCI españolas, según el Ministerio de Sanidad.

La estabilización en las unidades de cuidados intensivos empieza a apreciarse en los datos de los hospitales de la comunidad con más número de casos confirmados, Madrid. El hospital Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes, con ocho puestos de UCI en situación de normalidad, empezó el 16 de marzo con siete personas ingresadas. Tres días más tarde eran 11; seis días después, 25; el 1 de abril llegó a haber 40 personas entre la UCI propiamente dicha y las unidades que ha tenido que adaptarse para acoger a estos pacientes críticos: reanimación, quirófanos y cualquier otra cama que pudiera equiparse con monitorización 24 horas y respirador. Sin embargo, el viernes pasado había 38 pacientes; el sábado, los mismos 38; el domingo ya eran 37, según datos obtenidos por EL PAÍS de fuentes hospitalarias, ya que la Comunidad de Madrid no ha querido facilitarlos. De casi 40 hospitales, entre los que figuran varios privados, casi en 30 el número de pacientes ingresados el día 4 era el mismo o inferior al del día anterior.

Fuentes hospitalarias señalan que en algunos grandes hospitales madrileños, como el 12 de octubre o la Fundación Jiménez Diaz, ya están planificando un repliegue de los medios que se añadieron hace unos días y la progresiva vuelta a la normalidad, que empezaría por llamar a los pacientes de otras patologías para sus consultas programadas. En el Clínico San Carlos, cuatro de las siete salas abiertas para atender la avalancha de pacientes ya se han cerrado. El consejero madrileño, Enrique Ruiz Escudero, dijo este lunes que de 1.955 urgencias atendidas el lunes de la semana pasada se ha pasado a 390. Sin embargo, la evidente mejoría en la afluencia de pacientes y en el número de hospitalizados (en Castilla-La Mancha, el 60% de los que llegaban a las urgencias el fin de semana del 28 y 29 de marzo se quedaban ingresados, según un portavoz) todavía tardará en notarse en las UCI.

Un paciente crítico de coronavirus permanece de media dos o tres semanas en la UCI, mucho más que, por ejemplo, los recién operados, que puede estar 48 o 72 horas, tiempo tras el que liberan ese espacio que puede ocupar otra persona, explica María Cruz Martín, miembro de la junta directiva de la Sociedad de Medicina Intensiva (Semicyuc). “Estamos todavía muy, muy lejos de la normalidad y aún hay pacientes en hospitalización que pueden acabar en UCI”, alerta Martín, “pero es cierto que la situación es un poco mejor, está más controlada". “Hace días que las altas superan a los fallecidos”, añade sobre la situación de Madrid, donde trabaja (es jefa de la UCI de Torrejón). Madrid ya habría superado su pico y Cataluña estaría a punto, según los datos que maneja la organización científica. Pero la normalidad está muy lejos porque las UCI están “al 200 o 300% de su situación basal”, añade Martín.

En Cataluña hay 1.970 camas de UCI habilitadas en los hospitales, el triple que hace dos semanas. De ellas, aseguró este lunes la consejera, Alba Vergés, el 85% (1.512 son pacientes con la Covid-19) está ocupado. “La tensión sigue alta, lo que pasa es que no ha aumentado más. Comparado con hace una semana o dos, que siempre teníamos que ir por delante abriendo más espacios, ahora se está normalizando. Aunque el nivel de ocupación es alto y hoy [por el lunes] superamos el triple de lo que tendríamos en una situación normal”, explica Joan Ramon Masclans, presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Intensiva. En el Hospital del Mar de Barcelona, donde ejerce como jefe del servicio de medicina intensiva, han pasado de 24 a 92 camas de UCI. “Compensamos los ingresos con las altas y, con toda la prudencia, eso es una buena noticia. Trabajamos con menos sensación de agobio respecto a hace un par de semanas. Pero más que hablar de que hemos llegado al pico, diría que estamos en una meseta", señala el intensivista. 
En el hospital Vall d’Hebron de Barcelona, que dispone de 150 plazas de UCI, también empiezan a notar “brotes verdes”. “No ha subido como se esperaba la llegada de casos e ingresos en la UCI”, apostilla un portavoz.

Las UCI de Castilla-La Mancha, la tercera comunidad con más muertes por coronavirus, también comienzan a ver la luz tras rozar el 100% de ocupación la semana pasada. Según la Consejería de Sanidad, hay 354 pacientes críticos, cuando el sábado 28 de marzo había 368. La comunidad cuenta con 30 camas libres en las UCI. Este lunes ha sido el cuarto día con más altas que ingresos: “El descenso se ha notado mucho desde el viernes”, cuentan fuentes de oficiales del Gobierno castellano-manchego. Coincide Ramón Peyró, jefe de Anestesia y Reanimación del Hospital General Universitario de Albacete. “Estamos un poco más tranquilos en la cuestión de la UCI. El agobio que teníamos antes, hace dos días… ¡ni te cuento!”, comenta. Cuando el hospital estaba “desbordado”, como él lo describe, colgó un vídeo en redes sociales advirtiendo de la situación: falta de respiradores, pacientes de urgencias en los quirófanos y días que parecían no terminar. “Dabas una alta y metías otro paciente. Tuvimos que improvisar y buscarnos la vida”, señala.

También en Galicia, por primera vez desde que estalló la crisis, el número de pacientes en UCI ha descendido. Ocurrió por primera vez el fin de semana, cuando las camas ocupadas en estas unidades pasaron de 177 a 169, y se ha mantenido tímidamente este lunes, con 168. La ligera bajada de la presión asistencial en cuidados intensivos llegó este lunes al centro hospitalario más golpeado por el virus en Galicia. En el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) los pacientes en UCI pasaron de 51 a 49, con una ocupación que ronda el 70%. Fuentes del hospital subrayan que es muy pronto para cantar victoria y que habrá que esperar una semana para ver cómo evolucionan las cifras. La clave, explican desde el Chuac, será la evolución de casos en las residencias de mayores, donde se concentra la población más vulnerable y con la que hay más probabilidades de que el coronavirus provoque su ingreso en UCI.

El Principado de Asturias también ve con alivio el descenso en los ingresados en las UCI. La región ha pasado de 83 pacientes el pasado sábado a 76 —de un total de 135 plazas disponibles— en la noche del domingo. Además, en 24 horas se liberaron siete camas de las unidades de cuidados intensivos. Más de lo mismo ocurre en Extremadura, donde no han llegado a superar nunca desde el inicio de la crisis el 40% de ocupación de sus UCI: hay 63 personas ingresadas por Covid-19 (el pasado sábado eran 66) y 97 camas libres. El País Vasco, por su parte, tiene 216 enfermos en las UCI, un 8,5% menos que hace dos días, y todavía disponen de 75 camas libres, según Mikel Sánchez, el responsable de planificación de Osakidetza.

En la Comunidad Valenciana la presión sobre las UCI se mantiene estabilizada de momento. El 63,5% de las camas de las unidades de cuidados intensivos están ocupadas, cuando la semana pasada el porcentaje rozaba el 70%. La consejera de Sanidad, Ana Barceló, ha señalado esta mañana que hay 352 camas libres en las UCI valencianas, donde hay ingresados 384 pacientes por el coronavirus sobre un total de 1.909 hospitalizados de 7.334 contagiados. “Los datos están estabilizados aunque es pronto aún para poder afirmar que vamos a descender. No somos capaces de anticiparnos, no nos atrevemos, hay que ser cautos a pesar de los dos o tres días que llevamos de una calma estable”, comenta Marisa Blasco, presidenta de los médicos valencianos internistas y jefa de la UCI del Hospital Clínico de Valencia. Los médicos temen la posibilidad de que el estado de muchos contagiados que, en gran número, se registraron la pasada semana derive en una neumonía al séptimo u octavo día, como sucede en los casos graves. Esto conllevaría un consecuente aumento de ingresos en las UCI. Pero de momento, la situación es estable y los recursos contemplados en el plan de contingencia, suficientes, añade Blasco. La médica incide en que la presión sobre las UCIs valencianas no es comparable a la de las UCIs de Madrid o Cataluña, con mucha mayor afectación del Covid-19. Sobre el material sanitario, Blasco indica que “poco a poco ha ido llegando, se ha luchado por él y se ha ido consiguiendo”.

Más ingresos en Andalucía y Aragón

Algunas comunidades aún siguen en escalada. Los ingresados en las UCI de Aragón han subido de 129 la semana pasada a un total de 167 este lunes, según la Consejería de Sanidad. A pesar de este incremento, el Gobierno regional asegura que no hay un desbordamiento en las unidades de cuidados intensivos, ya que aún cuentan con 124 camas disponibles. Fuentes de la Consejería señalan que este aumento se explica porque “Aragón empezó la epidemia más tarde que buena parte de las comunidades”. El primer positivo por Covid-19 se registró el pasado 4 de marzo. La cifra de nuevos contagios sigue disminuyendo progresivamente en la región, con un incremento del 3,5% respecto al domingo, frente al 28% de hace dos semanas.

Andalucía notó los efectos de la presión asistencial en las UCI este fin de semana cuando el domingo experimentó un crecimiento del 30% de pacientes ingresados en esas unidades por coronavirus, sumando 110 ingresos en 24 horas y dejando el total en 474. Este lunes solo han sumido en 15 personas, alcanzando los 489, casi el 7% del total en España. El consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, señaló este lunes que esa cantidad supone el 33% de camas UCI disponibles en toda la comunidad. Desde los sindicatos recalcan que la mayor presión hospitalaria en UCI se está observando en Málaga y Granada, pero también reconocen que el alto número de altas de estos días unido a una disminución de los ingresos se está notando en el grado de intensidad de su actividad diaria.

Cuando la pandemia empezó a llegar a sus cotas más altas, Andalucía contaba con un total de 640 camas UCI en la sanidad pública y 200 en la privada. La Junta activó hace siete días el plan 9000, por si la comunidad alcanzaba esa cifra de contagios. Este lunes ha llegado a los 8581. Ese plan ha ampliado la disponibilidad de camas UCI a un total de 1076 -516 en hospitales públicos y 560 en privados-. El Gobierno andaluz ya trabaja en otro proyecto de contingencia, el 15,000, en el que contempla habilitar unidades de reanimación como unidades UCI. La Administración autónoma prevé para ese escenario un total de 3.459 hospitalizaciones, con 833 camas de críticos en centros públicos y 224 en privados, con la posibilidad de convertir 300 salas de reanimación en clínicas privadas en UCI, según las cifras facilitadas este lunes por el consejero de Presidencia, Elías Bendodo.


 



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