Religión
Un domingo de Pascua con las iglesias vacías y un papa solo en el Vaticano
AFP / Andreas Solaro
El papa Francisco dio este domingo su tradicional bendición "Urbi et Orbi" en una basílica de San Pedro vacía, una imagen inédita que ilustra los cambios radicales que el mundo debe aceptar desde hace semanas para frenar la pandemia del coronavirus.
"Hoy pienso sobre todo en los que han sido afectados directamente por el coronavirus: los enfermos, los que han fallecido y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos, y que en algunos casos ni siquiera han podido darles el último adiós", comenzó el papa su bendición.
El año pasado, 70,000 fieles acudieron a la plaza de San Pedro, donde el papa preside normalmente la misa de Pascua, cuando los cristianos celebran la resurrección de Jesús, piedra angular de su fe.
Este año, el nuevo coronavirus, que ya se cobró más de 112,000 vidas en el mundo, obligó a romper con décadas de tradición y millones de fieles vieron al papa por televisión o redes sociales.
Francisco lleva días dirigiéndose a una cámara, en un Vaticano inusualmente vacío.
La experiencia es inédita para el papa argentino de 83 años, que, como todo mortal, ha admitido que se siente algo "enjaulado" y que esta manera de hablar a los fieles le resulta "extraña".
"Para muchos es una Pascua de soledad, vivida en medio de los numerosos lutos y dificultades que está provocando la pandemia (...) Este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido", dijo.
- Tregua mundial, deuda y Venezuela -
En su bendición, Francisco pidió un "alto el fuego global e inmediato" para hacer frente a la pandemia y exhortó a reducir o condonar la deuda de los países más pobres.
"No es este el momento para seguir fabricando y vendiendo armas, gastando elevadas sumas de dinero que podrían usarse para cuidar personas y salvar vidas", afirmó en este mensaje, dirigido a los 1,300 millones de católicos.
Francisco también se acordó de Venezuela y pidió una solución "práctica e inmediata" para que la ayuda internacional llegue a "la población que sufre a causa de la grave coyuntura política, socioeconómica y sanitaria".
Además, recordó el conflicto que ha "ensangrentado a Siria", la guerra en Yemen o las tensiones en Irak y Líbano.
También tuvo palabras para los refugiados y desplazados del mundo, "que viven en condiciones insoportables" y deseó que israelíes y palestinos "reanuden el diálogo" y encuentren una solución que les permita "vivir en paz".
- Un Santo Sepulcro vacío -
En Roma, la policía controlaba este domingo que las medidas de confinamiento fueran respetadas.
En Jerusalén, por primera vez en más de un siglo, la iglesia del Santo Sepulcro, donde según la tradición cristiana Jesús fue crucificado, sepultado y resucitó, está cerrada a cal y canto. Una misa sin fieles fue celebrada en su interior.
"A pesar de la muerte que se ve por todas partes, la vida permanecerá mientras alguien dé la vida por amor a los demás", dijo el arzobispo católico Pierbattista Pizzaballa antes de entrar en la iglesia.
En el gran santuario de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, en Brasil, el arzobispo Orlando Brandes pidió en una misa sin fieles y transmitida por televisión permanecer en casa como un acto de "caridad" y "celo por la vida", en contraste con llamados del presidente Jair Bolsonaro a retomar el trabajo.
Mientras en México, el Nuncio Apostólico Franco Coppola leyó un mensaje de Francisco para Latinoamérica desde una también vacía Basílica de Guadalupe, implorando la "intercesión ante Dios" de la virgen para que "ponga fin a la pandemia". Y una representación de la Pasión de Cristo que suele reunir a unos dos millones de fieles en la capital mexicana se realizó solo con los actores esenciales.
En Estados Unidos, algunas iglesias protestantes convocaron a servicios religiosos colectivos. Y en Baltimore, un puñado de fieles acudieron al desafiante llamado del pastor Alvin Gwynn pese a que el estado de Maryland castiga fuertemente las reuniones de más de diez personas.
- Una Iglesia creativa -
Ante las prohibiciones, la Iglesia ha improvisado y dado muestras de imaginación.
"Tenemos que responder a nuestro confinamiento con toda nuestra creatividad", pidió Francisco en estos días.
En Panamá, el arzobispo José Domingo Ulloa, hizo un recorrido de Pascua en un "papamovil" junto a una imagen deucitado.
En Brasil, el cura Omar Raposo sobrevoló Rio de Janeiro en helicóptero para bendecir la ciudad desde el cielo. Mientras el arzobispo Orani Joao Tempesta hará su bendición desde la icónica estatua del Cristo Redentor por la noche.
Debido a la pandemia, por primera vez en 60 años de revolución, el Partido Comunista de Cuba permitió transmitir las principales ceremonias de Semana Santa por la radio y televisión del Estado.
Y en Manila, una parroquia pidió a los fieles que mandaran fotografías de ellos y sus familias para ser colocadas este domingo en los bancos de la iglesia.
"Estas fotos representan a la gente que va a seguir la misa en directo en internet", dijo el padre Mark Christopher De Leon.
Totalmente a contracorriente, en Bulgaria, las iglesias ortodoxas estarán abiertas para la Pascua, que se celebra una semana después que la católica y protestante. El país no ha decretado un confinamiento estricto y un portavoz de la iglesia búlgara dijo que la "fe protege".
JMRS
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