Internacional - Economía

Recesión por coronavirus impacta con fuerza a mujeres Estados Unidos, especialmente madres solteras

2020-05-08

“No puedo trabajar en algo como esto otra vez”, se lamenta Swain, quien fue coctelera...

Por Jonnelle Marte | Reuters

(Reuters) - Antes de ser despedida de su trabajo como camarera en Charleston, Carolina del Sur, Shana Swain solía pasar las noches sirviendo comida y preparando Manhattan y Cosmopolitans.

Ahora Swain, de 40 años, pasa las noches cenando con sus hijas, de 5 y 8 años, y estudiando para obtener una licencia como corredora inmobiliaria, un trabajo que espera le brinde más estabilidad a largo plazo a su familia después de que la crisis del coronavirus modificó la manera en que se ganaba la vida.

“No puedo trabajar en algo como esto otra vez”, se lamenta Swain, quien fue coctelera durante 20 años.

Las mujeres estadounidenses, como en otras partes del mundo, están sufriendo un impacto descomunal por la primera ola de desempleo causada por la pandemia, lo que se debe a la naturaleza de los puestos laborales que se cerraron a raíz de las medidas para controlar la propagación del COVID-19.

Las mujeres representaron el 60% de los despidos en marzo en Estados Unidos y el 55% de los 20,5 millones de puestos de trabajo prescindidos en abril, según datos publicados el viernes por el Departamento del Trabajo.

La tasa de desocupación entre mujeres adultas también aumentó bruscamente al 15,5% en abril, por encima de los niveles de desempleo de 13% entre hombres y del 14,7% en la cifra global de trabajadores.

Las mujeres que son la única o la principal fuente de ingreso en sus familias perdieron sus trabajos a un ritmo especialmente rápido, con una tasa de desempleo que aumentó al 15,9% en abril, en comparación con el 13% entre las casadas.

Los sectores más golpeados en abril fueron ocio y hotelería, que perdió 7,7 millones de empleos, y atención médica y educación, con 2,5 millones de personas despedidas. Economistas coinciden en que ambas son industrias orientadas al consumidor dominadas por mujeres, muchas de ellas afroamericanas que tienen empleos generalmente mal remunerados.

“El trabajo de las mujeres empleadas en estos sectores ya pendían de un hilo y muchas de ellas son madres solteras o las principales fuentes de ingresos de sus familias”, sostiene C. Nicole Mason, presidenta y directora ejecutiva del Institute for Women’s Policy.

GANANCIAS REDUCIDAS

Según economistas, la crisis amenaza con deshacer los logros alcanzados por las mujeres en los últimos años, un periodo en el que ingresaron con más ímpetu al mercado laboral e impulsaron un aumento en la tasa general de participación en la fuerza de trabajo entre el principal grupo etario que está empleado: personas de entre 25 y 54 años.

En diciembre, las mujeres fueron brevemente mayoría en la fuerza laboral por primera vez desde 2010. Además, datos del Censo mostraron que las tasas de pobreza en los hogares encabezados por mujeres, en su mayoría madres solteras, cayeron a un mínimo histórico del 26,8% en 2018.

“Ahora hay un claro y dramático cambio, en el que las mujeres están perdiendo empleos a un ritmo rápido”, dice Mason.

Las mujeres sin títulos universitarios, un grupo que se vio duramente afectado por la pérdida de empleos en marzo, podrían enfrentar dificultades para recuperar el terreno perdido durante la pandemia, sostiene Didem Tüzemen, una economista de la Reserva Federal de Kansas City que estudió cómo se vieron afectados los trabajadores en la crisis financiera 2008-2009.

Algunas personas volverán a trabajar en los próximos meses a medida que los estados aflojen sus medidas de distanciamiento social y las empresas retomen sus actividades. Pero es probable que muchas firmas estadounidenses abran con personal reducido, lo que genera incertidumbre laboral.

Después de cinco años sin un empleo, Tina Watson volvió a trabajar el otoño boreal pasado en la cocina de un McDonald’s en Holly Hill, Carolina del Sur. En febrero, se fue a trabajar a Wendy’s, que le ofreció un horario a tiempo completo y mejor pagado.

Durante un tiempo, Watson, una madre soltera, pudo pagar sus facturas y ahorrar un poco para ella y su hijo de 11 años. Pero este lapso fue un oasis de estabilidad.

El horario de Watson fue reducido a fines de marzo, cuando Wendy’s cerró su local para cumplir con los requisitos de distanciamiento social. El menor sueldo es insuficiente para cubrir sus facturas y, con las escuelas cerradas, ahora enfrenta dificultades por hallar un lugar confiable donde dejar a su hijo.

“Siempre he luchado, pero siento que esto está empeorando”, dice Watson. “El pequeño cheque que tengo no es nada”.



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