Religión

Cercanía del Papa a los enfermos del coronavirus

2020-06-08

Este mes de junio está dedicado de manera especial al Sagrado Corazón de Cristo, una...


(Zenit).- Después de la oración mariana desde la ventana de su estudio, el Santo Padre se ha dirigido a los fieles presentes en la plaza de San Pedro para saludarlos invitando a orar por los enfermos del coronavirus del mundo. “Deseo expresar mi cercanía a esas poblaciones, a los enfermos y sus familias, y a todos los que los cuidan. Con nuestra oración acerquémonos a ellos”.

También en este mes dedicado al Sagrado Corazón nos invita a rezar una antigua oración que aprendió de su abuela y decía así: “Jesús, haz que mi corazón se asemeje al tuyo”, “¡que linda oración!, haz mi corazón semejante al tuyo”, añadió.

Palabras del Papa

Queridos hermanos y hermanas:

Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos: a los fieles individuales, las familias y las comunidades religiosas. Vuestra pequeña presencia en la plaza es un signo de que la fase aguda de la epidemia está superada en Italia, aunque la necesidad de seguir con las normas vigentes sea aún necesaria, estad atentos, no canten victoria aún, hay que seguir con las normas vigentes porque son normas que nos ayudan a evitar que el virus vaya adelante. Gracias a Dios estamos saliendo del centro más fuerte, pero siempre con las indicaciones que nos dan las autoridades. Pero, lamentablemente, en otros países, pienso en algunos, el virus sigue cobrándose muchas víctimas. El viernes pasado en un país falleció una persona por minuto, es algo terrible. Deseo expresar mi cercanía a esas poblaciones, a los enfermos y sus familias, y a todos los que los cuidan. Con nuestra oración acerquémonos a ellos.

Este mes de junio está dedicado de manera especial al Sagrado Corazón de Cristo, una devoción que une a los grandes maestros espirituales y a la gente sencilla del pueblo de Dios. En efecto, el Corazón humano y divino de Jesús es la fuente de donde siempre podemos obtener misericordia, perdón y ternura de Dios. Podemos hacer esto reflexionando sobre un pasaje del Evangelio, sintiendo que en el centro de cada gesto, de cada palabra de Jesús está el amor, el amor del Padre que ha enviado a su Hijo, el amor del Espíritu Santo que está dentro de nosotros. Y podemos hacerlo adorando la Eucaristía, donde este amor está presente en el Sacramento. De este modo, nuestro corazón también, poco a poco, se volverá más paciente, más generoso, más misericordioso a imitación del Corazón de Jesús.

Hay una antigua oración que yo la aprendí de mi abuela y decía así: “Jesús, haz que mi corazón se asemeje al tuyo”, ¡que linda oración!, haz mi corazón semejante al tuyo..una hermosa oración, pequeña, pero para rezarla durante este mes: “Jesús, que mi corazón se asemeje al tuyo”, otra vez, “Jesús, que mi corazón se asemeje al tuyo”.

Os deseo a todos un buen domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y adiós.


 



regina