Tras Bambalinas

China aprueba una ley de seguridad que le da amplios poderes sobre Hong Kong

2020-06-30

Los detalles de la ley no se habían revelado hasta la noche del martes, pero Carrie Lam, la...

Por Chris Buckley, Keith Bradsher y Tiffany May, The New Yprk Times

La ley, aprobada en Pekín con rapidez y secretismo y firmada por Xi Jinping, reforzará el control del Partido Comunista sobre Hong Kong después de las protestas del año pasado.

China aprobó el martes una polémica nueva ley para Hong Kong que facultaría a las autoridades a tomar medidas enérgicas contra la oposición a Pekín. La ley también amenaza con profundizar las divisiones entre China y los gobiernos occidentales que han advertido sobre la erosión de las libertades en el territorio.

La rápida aprobación de la ley en Pekín demuestra la urgencia que el líder del Partido Comunista, Xi Jinping, ha dado a la expansión del control sobre Hong Kong después de que el territorio se convulsionó debido las protestas a favor de la democracia el año pasado.

Los detalles de la ley no se habían revelado hasta la noche del martes, pero Carrie Lam, la jefa ejecutiva de la ciudad, dijo que entraría en vigor más tarde esa misma noche.

La ley es testimonio de la determinación de Pekín de lograr un cambio político radical en Hong Kong, una antigua colonia británica con su propio sistema legal y libertades civiles nunca vistas en China continental. Podría usarse para sofocar protestas como las que el año pasado se convirtieron en un desafío cada vez más confrontativo y, a veces, violento, al dominio chino.

La legislación asestó un golpe a las fuerzas de oposición de Hong Kong el martes, incluso antes de entrar en vigor. Varios jóvenes activistas destacados se retiraron de la política, algunos grupos se disolvieron y algunos negocios se distanciaron del movimiento a favor de la democracia. Los políticos de la oposición rápidamente criticaron la ley debido a su poder para silenciar el disenso.

“Está destinada a suprimir y oprimir, y a asustar y a intimidar a los hongkoneses”, dijo Claudia Mo, legisladora favor de la democracia. “Y podrían tener éxito”.

La legislatura china aprobó la ley antes del 1 de julio, el aniversario con un significado profundamente político del traspaso de Hong Kong a China en 1997, que regularmente atrae protestas a favor de la democracia. En el aniversario del año pasado, una enorme manifestación pacífica dio paso a la violencia cuando un pequeño grupo de activistas irrumpió en la legislatura de Hong Kong, rompió paredes de cristal y pintó eslóganes en las paredes con aerosol.

Xi firmó la legislación el martes, según la oficialista Agencia de Noticias Xinhua de China. La votación de un alto cuerpo legislativo, que tomó menos de dos semanas después de que los legisladores considerasen formalmente la ley, fue unánime, dijo la agencia, y la ley entrará en vigencia una vez que se publique.

Tam Yiu-chung, representante de Hong Kong ante el grupo legislativo en China que revisó la ley, dijo que las medidas severas estaban destinadas a intimidar a los posibles infractores.

“Aquellos que han suscitado problemas y violado este tipo de ley en el pasado, con suerte tendrán cuidado en el futuro”, dijo Tam en una entrevista televisiva. “Si continúan desafiando a la ley, tendrán que enfrentar las consecuencias”.

Xi ha impulsado la ley de seguridad a pesar de los desafíos que enfrenta su gobierno con la pandemia del coronavirus, una recesión económica persistente y la prohibición de visados del gobierno de Trump dirigida a funcionarios chinos involucrados con la política de Hong Kong.

“Xi Jinping está en la búsqueda de un control más integral sobre Hong Kong, y la ley de seguridad nacional contribuirá en gran medida a lograr ese control”, dijo en una entrevista Willy Lam, comentarista sobre política china y profesor adjunto en la Universidad China de Hong Kong. “Será un nuevo juego, que afectará a las escuelas, a los medios de comunicación y a muchos otros escenarios de la vida de Hong Kong”.

La ley de seguridad fue aprobada por el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo, un brazo de élite de la legislatura controlada por el partido de China, en un proceso que generó críticas por su secretismo inusual.

En una ruptura con el procedimiento normal, el comité no publicó un borrador de la ley para que se comentara públicamente. Los activistas de Hong Kong, los estudiosos del derecho y los funcionarios tuvieron que debatir o defender la ley con base en los detalles publicados por los medios de comunicación estatales de China a principios de este mes.

“El hecho de que las autoridades chinas hayan aprobado esta ley sin que la gente de Hong Kong pueda verla te dice mucho sobre sus intenciones”, dijo Joshua Rosenzweig, jefe del equipo en China de Amnistía Internacional. “Su objetivo es gobernar Hong Kong a través del miedo a partir de ahora”.

La ley exige que el gobierno de Hong Kong establezca una nueva agencia para supervisar la aplicación de las nuevas reglas. Pekín creará su propio brazo de seguridad en Hong Kong, facultado para investigar casos especiales y recopilar información de inteligencia.

Lam, la principal funcionaria de Hong Kong, trató de defender la ley en un discurso grabado ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, el martes, al decir que solo se enfocaría en una minoría de personas y haría el territorio más seguro para la mayoría de los residentes. Ella dijo que los disturbios del año pasado habían amenazado la seguridad de China y acusó a los gobiernos extranjeros críticos de la legislación de mantener un doble rasero.

“Ningún gobierno central podría hacerse de la vista gorda ante tales amenazas a la soberanía y a la seguridad nacional, así como a los riesgos de subversión del poder estatal”, dijo Lam.

El martes, unas pocas decenas de partidarios de Pekín, vestidos con camisas blancas y gorras azules, se reunieron en un parque para celebrar la aprobación de la ley. Para celebrar agitaron grandes banderas chinas, descorcharon botellas de vino espumoso y bebieron de vasos de plástico.

Los críticos dicen que las nuevas agencias de seguridad y las nuevas categorías de crímenes políticos vagamente definidos, como “incitar al separatismo”, podrían aterrorizar a la sociedad de Hong Kong.

“Potencialmente, la ley de seguridad penetra en muchas actividades que contribuyen a la vitalidad de la sociedad civil de Hong Kong y al carácter de esta ciudad y centro financiero internacional”, dijo Cora Chan, profesora asociada de derecho en la Universidad de Hong Kong que ha estudiado la pulsión de China por la legislación de seguridad.

Al menos dos grupos que han pedido que Hong Kong se convierta en un estado independiente anunciaron que dejarían de operar en la ciudad. Dichos grupos son una minoría en Hong Kong, pero han atraído el escrutinio del gobierno. Los activistas también están preocupados de que la ley pueda apuntar a aquellos que piden pacíficamente una verdadera autonomía para el territorio, en lugar de la independencia.

“Están haciendo lo que sea necesario para combatir la disidencia y la oposición aquí. Es impensable en el año 2020”, dijo Mo, la legisladora a favor de la democracia. “Este es un gran desvío de la civilización”.

Cuatro miembros de alto rango de Demosisto, una organización política en Hong Kong que ha atraído a jóvenes descontentos, anunciaron que dejaban el grupo. Entre ellos está Joshua Wong, uno de los líderes de las manifestaciones a favor de la democracia de 2014 conocidas como la Revolución de los Paraguas. El grupo luego dijo que se disolvería.

“A partir de ahora, #Hongkong entra en una nueva era de reinado del terror”, Wong escribió en Twitter. Al anunciar su decisión de abandonar Demosisto en una publicación en Facebook, dijo: “Continuaré aferrándome a mi casa, Hong Kong, hasta que me silencien y me borren de esta tierra”.

Los administradores de grupos de chat usados por los manifestantes en Telegram, una aplicación popular, enviaron mensajes instando a los usuarios a no entrar en pánico, pero también dijeron que deberían purgar sus dispositivos de datos, contactos y fotos si se unían a futuras protestas.

El miedo se extendió incluso a algunas empresas que han apoyado abiertamente al movimiento democrático. El Lung Mun Cafe, un conocido restaurante cantonés que ofreció comidas gratis a los manifestantes estudiantiles el año pasado, dijo el martes que ya no estaría afiliado a la economía amarilla, así llamada por el color de los paraguas con los que los manifestantes solían defenderse de las corrientes de gases lacrimógenos.

“Lung Mun Cafe ha acompañado más o menos a la gente de Hong Kong en su ‘camino contra la tiranía’”, dijo Cheung Chun-kit, dueño de la cadena, en un comunicado publicado en Facebook. Pero explicó que se retiraba de la economía amarilla porque “la ley de seguridad nacional me ha hecho volver a examinar mi camino este año”.

La fuerza policial de la ciudad ha actuado con celeridad para detener las protestas pacíficas contra la ley de seguridad en los últimos días y ha arrestado a decenas de personas, entre ellos los 53 manifestantes del domingo. El martes, un pequeño grupo se reunió en un centro comercial de lujo en Central, un distrito céntrico y coreó: “¡Lucharemos hasta el último aliento!”.

La policía ha rechazado las solicitudes de tres grupos para organizar marchas de protestas el miércoles, cuando se conmemora el aniversario de la entrega de Hong Kong. Sería la primera vez que las autoridades rehúsan que se lleven a cabo manifestaciones en dicha fecha. Algunos legisladores opositores y defensores de la democracia han instado a las personas a salir a la calle a pesar de la prohibición.

“La marcha de mañana 1 de julio demostrará que no tenemos absolutamente que aceptar esta perversa ley de seguridad nacional”, dijo el martes Wu Chi-way, un legislador a favor de la democracia. “Incluso si nos aplastan, usaremos todo tipo de formas y métodos para asegurarnos de que las voces y opiniones del pueblo de Hong Kong puedan expresarse”.

El gobierno de Hong Kong está requerido de introducir la legislación de seguridad nacional de acuerdo a la Ley Básica, la constitución de la ciudad, pero dicha legislación ha sido siempre profundamente impopular. El intento del gobierno en 2003 fracasó luego de una protesta de casi 500,000 personas, y los gobiernos locales posteriores se han mostrado reacios a volver a tocar el tema.

Una encuesta que respondieron 1002 participantes llevada a cabo a mediados de junio por el Instituto de Investigación en Opinión Pública de Hong Kong, comisionada por Reuters, encontró que más de la mitad se oponía a la legislación de seguridad, mientras que solo poco más de un tercio la apoyaba. Pero, según la encuesta, también el apoyo a las protestas se había debilitado al 51 por ciento, una caída del 58 por ciento de apoyo que arrojó una encuesta de marzo.

Las inquietudes han crecido debido a reportes de que la ley permitiría imponer fuertes sentencias por crímenes políticos vagamente definidos.

Al promover la legislación, Xi ha asegurado que las autoridades centrales de China tienen el poder de prescribir las leyes de seguridad del territorio. Dicho razonamiento ha sido denunciado por juristas de Hong Kong, que aseguran que Pekín se está extralimitando.

China también ha sido criticada por otros gobiernos, entre ellos las democracias industrializadas del Grupo de los 7, que han hecho un llamado para que el país abandone la ley.

El gobierno de Trump ha dicho que Estados Unidos impondría restricciones de visa a los funcionarios chinos que determinara que habían socavado la autonomía relativa de Hong Kong, aunque no nombró a ninguno de ellos. El lunes, Estados Unidos también impuso restricciones a las exportaciones de equipo estadounidense de defensa y de ciertos productos de alta tecnología destinados a Hong Kong.

En Pekín, Zhao Lijian, vocero del ministerio de exteriores chino, ha dicho que China impondría restricciones recíprocas a los estadounidenses “con conducta escandalosa relacionada con temas de Hong Kong”. Denunció las sanciones del gobierno de Trump hacia Hong Kong el martes, y dijo: “La intimidación jamás dará resultado en China”.


 



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