Internacional - Economía

Estados Unidos intenta confiscar gasolina iraní que va a Venezuela

2020-07-02

Conforme los comerciantes le rehuyen cada vez más a Venezuela, el gobierno socialista de...

Por JOSHUA GOODMAN | AP

MIAMI (AP) — Fiscales de Estados Unidos tratan de confiscar cuatro buques tanque que navegan hacia Venezuela con gasolina suministrada por Irán, el intento más reciente de quebrantar las relaciones comerciales cada vez más estrechas entre los dos aliados antiestadounidenses.

El reclamo de confiscación civil presentado el miércoles por la noche en la corte federal del Distrito de Columbia alega que la venta fue manejada por Mahmud Madanipour, un empresario vinculado con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI), al que Estados Unidos considera organización terrorista extranjera.

“Las ganancias de estas actividades apoyan toda la gama de actividades inicuas del CGRI, incluyendo la proliferación de armas de destrucción masiva y los medios para entregarlas, el apoyo al terrorismo y diversas violaciones a los derechos humanos en el país y el extranjero”, dijo el fiscal Zia Faruqi en la demanda.

Alireza Miryousefi, un vocero de la misión iraní ante las Naciones Unidas, señaló que cualquier intento de Estados Unidos por impedir el comercio lícito de Irán con cualquier país de su elección sería un acto de “piratería, simple y llanamente”.

“Esta es una amenaza directa a la paz y seguridad internacional y contraviene el derecho internacional, incluyendo la Carta de las Naciones Unidas”, subrayó en un comunicado.

El gobierno del presidente Donald Trump ha estado incrementando las presiones sobre los dueños de buques para que acaten las sanciones a adversarios de Estados Unidos como Irán, Venezuela y Corea del Norte. En mayo emitió un aviso en el que exhortó a la industria naviera global a estar atenta ante las tácticas para evadir sanciones, tales como las peligrosas transferencias de buque a buque y el apagar los dispositivos obligatorios de rastreo, ambas utilizadas en entregas recientes de petróleo entre Irán y Venezuela.

La campaña parece estar dando resultados.

El jueves, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos levantó las sanciones sobre ocho naves que recientemente se halló que han transportado crudo venezolano. La víspera, agentes federales en Houston intentaron subastar 100,000 barriles de gasolina confiscados a un buque administrado por griegos cuyo dueño sospechó que la carga se dirigía a Venezuela. Ninguna de las cinco partes involucradas en la subasta aceptaron la oferta mínima de 2,5 millones de dólares

Conforme los comerciantes le rehuyen cada vez más a Venezuela, el gobierno socialista de Nicolás Maduro ha estado recurriendo a Teherán.

En mayo, Maduro festejó el arribo de cinco buques cisterna iraníes cargados con combustibles para aliviar la escasez que había provocado largas filas para comprar gasolina, incluso en la capital Caracas. A pesar de poseer las mayores reservas mundiales de crudo, Venezuela no refina suficiente gasolina y su producción de crudo ha caído a su nivel más bajo en siete décadas en medio de la crisis económica y política que padece y las sanciones estadounidenses.

Venezuela e Irán “somos dos pueblos pacíficos que lo que queremos es nuestro propio desarrollo, dos pueblos rebeldes, dos pueblos revolucionarios, que no nos vamos a arrodillar jamás ante el imperialismo norteamericano”, aseveró Maduro en ese momento. “Venezuela tiene amigos en el mundo y amigos valientes”.

El arribo de la flotilla enfureció al gobierno de Trump, que respondió sancionando a los cinco capitanes iraníes de los buques.

Los cuatro barcos cisterna nombrados en la querella del miércoles —Bella, Bering, Pandi y Luna— actualmente transportan a Venezuela 1,1 millones de barriles obtenidos a través de riesgosas transferencias de un buque a otro, argumentan los fiscales. De los cuatro, el Bella navega actualmente cerca de las Filipinas, de acuerdo con datos del rastreo de la embarcación, mientras que el Pandi al parecer desactivó su dispositivo de rastreo satelital el 29 de junio después de haber pasado dos semanas entre Irán y los Emiratos Árabes Unidos. Los otros dos barcos fueron detectados por última vez en mayo: el Bering cerca de Grecia y el Luna navegando entre Omán e Irán.

Una de las compañías involucradas en el envío a Venezuela, Avantgarde Group, fue vinculada anteriormente con la Guardia Revolucionaria y con intentos de evadir las sanciones de Estados Unidos, según los fiscales. Un socio de Avantgarde facilitó la compra para la Guardia Revolucionaria del Grace 1, un barco decomisado el año pasado por el gobierno británico a raíz de las acusaciones de Estados Unidos de que estaba transportando crudo a Siria.

Irán negó los cargos y a la larga el Grace 1 fue liberado. Pero el embargo detonó un conflicto internacional en el que Teherán respondió decomisando un barco de bandera británica.

De acuerdo con la petición más reciente de incautación de bienes, una compañía no identificada le emitió una factura en febrero a Avantgarde por un pago en efectivo de 14,9 millones de dólares por la venta de la gasolina a bordo del Pandi. Sin embargo, un mensaje de texto entre Mandanipour y un conspirador no identificado deja entrever que hubo dificultades en el viaje.

“El dueño del barco no desea hacer el viaje debido a la amenaza estadounidense, pero queremos que lo haga, e incluso hemos acordado que también compraremos el barco”, se lee en el mensaje, del cual un fragmento fue incluido en la querella.



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