Cultura

Ganges, más que un río: Una religión para la India

2020-08-11

En el plano religioso, no obstante, el río es tan puro como siempre.

Por ALTAF QADRI | AP

RÍO GANGES, India (AP) — Hace más de 2,000 años, un poderoso rey construyó un fuerte en la ribera del río más sagrado de la India, en lo que es hoy una gran ciudad industrial.

No queda mucho de la estructura inicial, con excepción de pilas de caucho que los empleados de una curtiembre usan para construir modestas viviendas encima de lo que supo ser una fortaleza del gran rey Yayati.

Y Kanpur, donde Yayati levantó su fuerte, es una ciudad conocida tanto por sus curtiembres como por la contaminación del río Ganges.

A lo largo de más de 2,700 kilómetros (1,700 millas), desde el Glaciar de Gangotri en el Himalaya, el Ganges recorre llanos y es testigo del pasado de la India. Ha visto nacer y caer imperios. Muchas guerras, innumerables reyes, la colonización británica, la independencia y el crecimiento del nacionalismo hindú como un movimiento político.

En la India, el Ganges es mucho más que un río. Es una religión, una industria, vital en la agricultura y la política. Una fuente de agua para millones de personas y un enorme sistema séptico que recibe millones de litros de aguas residuales.

Los hindúes le dicen “Ganga Ma” (Madre Ganges) y es un centro de la vida espiritual de más de mil millones de personas. Todos los años millones de hindúes hacen un peregrinaje a los templos y altares que hay en sus riberas. Beber su agua es algo auspicioso. Para muchos hindúes, la vida está incompleta si no se han bañado al menos una vez en sus aguas, para lavar sus pecados.

Pero no todo está bien con el Ganges.

La contaminación hace que en varios tramos no se pueda beber el agua. Delincuentes extraen arena de sus riberas para alimentar el insaciable apetito de cemento. Las represas hidroeléctricas en sus tributarios, necesarias para suministrar electricidad a la creciente economía de la India, generan malestar en muchos hindúes, que dicen que se está vulnerando la santidad del río.

En los últimos 40 años, el Glaciar de Gangotri --fuente de casi la mitad del agua del Ganges-- se ha estado derritiendo a un ritmo alarmante. En la actualidad pierde casi 22 metros por año.

Por miles de años, las aguas surgidas del derretimiento del glaciar han garantizado el suministro de agua a planicies áridas, incluso en los meses más secos. El resto proviene de los tributarios del Himalaya, que traen agua de la colosal cadena de montañas.

A medida que avanza por las planicies, las aguas otrora limpias y ricas en minerales empiezan a acumular desechos tóxicos, que hacen el Ganges uno de los ríos más contaminados del mundo. Todos los días el Ganges recibe millones de litros de aguas residuales, metales, pesticidas usados en la agricultura, cadáveres humanos y de animales.

Las autoridades tratan de buscar soluciones, pero grandes extensiones del río siguen siendo poco saludables.

En el plano religioso, no obstante, el río es tan puro como siempre.

Todos los años decenas de miles de hindúes creman en el Ganges los cadáveres de sus seres queridos, en la ciudad de Varanasi. Se dice que un hindú que muere en la ciudad o es cremado allí, se libera del ciclo del nacimiento y la muerte.

Después de Varanasi, el Ganges continúa hacia el este, cruzando grandes extensiones de tierras de cultivo, y se va dividiendo al acercarse a la costa, formando un delta. El brazo más grande que surge allí, el Hooghly, se dirige al sur, hasta el mar, pasando por Kolkata, la ciudad más grande del este del país. La otrora capital del raj (imperio) británico, conocida como Calcuta, es hoy una agitada metrópoli de casi 15 millones de habitantes.

Hacia el final de su recorrido, las aguas del río bañan la Bahía de Bengala.

Cerca del glaciar Gangotri, un santo hindú conocido como Mouni Baba que pasa buena parte de su vida en una silenciosa meditación ve a toda la humanidad reflejada en el río.

“La existencia humana es como este hielo”, afirmó. “Se derrite y se transforma en agua, que se incorpora a un riachuelo. De allí llega a un tributario que a su vez alimenta un río, hasta llegar a un océano. Algunos ríos permanecen puros mientras que otros se ensucian. Algunas personas ayudan al género humano y otras son la razón de su devastación”.



regina

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