Panorama Norteamericano

El Partido Republicano postula a Trump y el demócrata Biden aún lleva la ventaja

2020-08-31

Los votantes de Pensilvania se inclinaron a decir que Biden era más apto para la presidencia...

Por Annie Karni y Astead W. Herndon

Las cifras de la semana

Una encuesta de ABC News e Ipsos publicada a principios de esta semana reveló que el margen de ventaja de Joe Biden había aumentado cinco puntos porcentuales, a un 45 por ciento, tras la Convención Nacional Demócrata.

Este aumento estuvo compuesto, en su mayoría, por demócratas: el 86 por ciento de los adeptos al partido expresaron una opinión positiva sobre el candidato, un incremento de siete puntos en comparación con la encuesta previa que realizó Ipsos una semana antes de la convención demócrata.

Un sondeo del Franklin & Marshall College de Pensilvania, realizado durante la semana de la Convención Nacional Demócrata, mostró que Biden le llevaba la delantera al presidente Donald Trump por siete puntos en este estado pendular que es clave.

Los votantes de Pensilvania se inclinaron a decir que Biden era más apto para la presidencia en varios aspectos, aunque el manejo de la economía fue una excepción notoria. El 48 por ciento dijo que Trump administraría mejor la economía, en comparación con el 44 por ciento que afirmó lo mismo sobre Biden.

Para ponerse al día

Por fin han terminado dos semanas de convenciones consecutivas, durante las cuales los candidatos trataron de definirse a ellos mismos y a sus contrincantes. Biden, el nominado demócrata, prometió sanar a una nación doliente demostrando empatía y decencia, además logró desarmar el argumento de los ataques republicanos que aseguraban que estaba senil y no podía expresarse con frases completas.

Trump, en un discurso muy largo, hizo poco por abordar el tema de la pandemia de coronavirus, en cambio, advirtió cuál sería el futuro de la economía y la “grandeza” del país si Biden resultaba electo.

Ahora, los próximos momentos importantes en los que los votantes tendrán la oportunidad de comparar y contrastar a los candidatos sucederán en los debates, que arrancarán el 29 de septiembre.

Qué prometieron los republicanos y qué cumplieron

Los funcionarios republicanos que participaron en la planeación de la convención de Trump prometieron ofrecer una visión positiva para el país, y una semana de programación que se parecería a una convención “normal” para la gente que lo viera en casa, a saber, más discursos en vivo y menos videos pregrabados, de los que usaron los demócratas.

Cumplieron con su promesa y, a la vez, no lo hicieron. La visión positiva para el país fue posible en tanto se soslayó la realidad de la pandemia que hasta ahora ha cobrado 180,000 vidas estadounidenses. Muchos oradores, como el principal asesor económico del presidente, Larry Kudlow, se refirieron al virus en tiempo pretérito. Y los principales oradores mencionaron poco la angustia que ha invadido al país tras los asesinatos a manos de la policía de George Floyd y Breonna Taylor, y el reciente tiroteo policial contra Jacob Blake.

Varios oradores contaron historias de adversidad y dolor, y describieron los esfuerzos de Trump por consolarlos o apoyarlos. Sin embargo, estos comentarios se mezclaron con otros intentos que buscan sembrar miedo ante lo que podría suceder si gana Biden. “Joe Biden no es el salvador del espíritu estadounidense, es el destructor de los empleos estadounidenses, y si se le da la oportunidad, será el destructor de la grandeza estadounidense”, declaró Trump. En cuanto a los discursos en vivo, casi todo el programa fue pregrabado dentro del Auditorio Andrew W. Mellon, excepto por los discursos titulares de cada noche que se dieron frente a un público en vivo, casi en su totalidad sin cubrebocas.

Funcionarios de la Casa Blanca también hablaron a favor de la empatía y la bondad de Trump al decirle a los votantes, básicamente que había que confiar en ellos, que sí existían. Y todos expresaron los mismos “deseos”.

“Desearía que pudieran estar a su lado conmigo para ver la inagotable bondad que tiene con todos los que conoce”, dijo Dan Scavino, el colaborador más antiguo en la Casa Blanca.

“Desearía que todos pudieran ver la profunda empatía que muestra a las familias cuyos seres queridos murieron debido a la violencia sin sentido”, dijo Ja’Ron Smith, el funcionario negro de más alto rango en la Casa Blanca.

“Quiero contarles del líder que conozco y de los momentos que desearía que todo estadounidense pudiera ver”, añadió Ivanka Trump, la mayor de las hijas de Trump y asesora principal del presidente.

Los republicanos se enfocaron en apelar a la comunidad negra. ¿Por qué?

La convención republicana contó con su elenco regular de personajes trumpianos, pero también con un enfoque particular que buscaba apelar a los estadounidenses negros. Todas las noches, en los segmentos previos al discurso del orador principal, varios simpatizantes del mandatario hablaron de la conexión que tenía con las personas de color de todo el país, tanto a nivel personal como a través de políticas públicas. Ese enfoque tan particular causó un poco de confusión: ¿Por qué los republicanos estaban usando el tiempo valioso de la convención para captar la atención del grupo demográfico más leal al Partido Demócrata en el país?

La respuesta tiene dos vertientes.

La campaña de Trump cree que puede hacer contacto marginal con los electores negros, en particular, los hombres negros, para que le ayuden a ganar en estados pendulares cruciales. Los partidarios de Trump también están muy conscientes de las críticas en torno al lenguaje racista que el presidente ha usado. Desde esa perspectiva, la Convención Nacional Republicana buscó aislar al mandatario de esas inquietudes al crear una estructura que permita que los votantes moderados escépticos respalden al presidente por segunda vez.

Pero el partido aún tiene problemas para encontrar voces que tengan una verdadera relación política con las comunidades negras. Basta con conocer a algunos de los oradores de la convención que hablaron de raza:

Vernon Jones: Un legislador estatal demócrata de Georgia que se vio envuelto en un escándalo, incluyendo acusaciones de conducta sexual inapropiada, y ha apoyado la reelección de Trump.

Jack Brewer: Un exjugador de la NFL que se enfrenta a cargos de uso de información privilegiada.

Herschel Walker: Exestrella de fútbol americano y amigo del presidente.

El manual de estrategias de Trump ha quedado claro (por ahora). ¿Biden respondió?

La campaña de Trump ha tenido dificultades para definir un mensaje congruente para atacar a Biden y a su compañera de fórmula, la senadora de California, Kamala Harris. En ocasiones, retratan a Biden como permisivo en cuanto a la delincuencia (al afirmar que está en contra de mantener el orden público), en otras ocasiones, dicen que es estricto en cuanto a la delincuencia (al recordar el proyecto de ley para reprimir delitos violentos que respaldó en los noventa), y adoptan el mismo enfoque disperso para hablar de temas como la inmigración, el comercio y la política exterior.

Sin embargo, en la convención, los republicanos plantearon el argumento de que Biden daría paso a más de las periferias radicales de la izquierda demócrata, y que sus políticas nacionales pondrían en riesgo la seguridad de los estadounidenses. En repetidas oportunidades, lo vincularon con posturas como retirar el financiamiento a la policía, lo cual Biden no apoya. En varias ocasiones, mencionaron que no había condenado los actos de destrucción perpetrados por algunos manifestantes, lo cual tampoco es cierto.

Aun así, la convención se transmitió durante cuatro días por televisión en horario estelar y planteó estos argumentos ante millones de espectadores, lo cual dejó a Biden con varias opciones para responder.

— Mantener el rumbo, confiar en los votantes: Biden goza de una ventaja en las encuestas a nivel nacional y en la mayoría de los estados pendulares. Le ha ayudado que los electores estén familiarizados con él, y que no lo consideren como el izquierdista radical que Trump describe. Podría valerse de esa familiaridad hasta noviembre, rebatiendo al mandatario en entrevistas y discursos planeados, pero sin hacer grandes esfuerzos.

— Contraprogramación: Otra opción sería transmitir anuncios de televisión o en línea que aclaren las posturas de Biden en cuanto al retiro del financiamiento de la policía y las manifestaciones actuales por la igualdad racial, para refutar las caracterizaciones falsas de Trump sobre sus opiniones. Esta sería una estrategia más contundente que la actual, pero también podría suscitar reacciones negativas entre los progresistas que considerarían que estas medidas se apartan de la izquierda.

— Ir a la ofensiva: Este sería un intento de darle a Trump una cucharada de su propia medicina. En una entrevista reciente, Biden aludió al hecho de que, aunque él no quiere eliminar el financiamiento de los departamentos de policía, su adversario sí quiere hacerlo. ¿Esa será una nueva línea de ataque? En las décadas de 1980 y 1990, Biden se proclamó como un demócrata a favor del orden público, que tenía buenas relaciones con los sindicatos de la policía y promulgaba leyes a su favor. ¿Acaso retomará esa postura?

Por si te lo perdiste

En la Península superior de Michigan, un bastión republicano, han empezado a surgir grietas en el muro a favor de Trump. Pero ya antes la Península superior ha roto con el estado. En 1988 votaron por Mike Dukakis y en 1992 por Bill Clinton. También votaron por Barack Obama en 2008.

En uno de los pocos esfuerzos de Trump para llegar a la comunidad LGBTQ, el presidente inició una campaña global para despenalizar la homosexualidad. No hay pruebas de que la campaña de Trump haya tenido algún impacto, o que haya sido sustancialmente diferente de lo que Obama había intentado.



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