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En la ciudad irlandesa de sus antepasados, Joe Biden tiene "máximo" apoyo
Por Joe STENSON | AFP
Ballina, Irlanda, 23 Oct 2020 (AFP) - A casi 5,000 kilómetros al este de la Casa Blanca, del otro lado del océano Atlántico, un gran retrato del candidato demócrata Joe Biden ocupa casi toda una pared exterior de la vivienda de sus antepasados en Ballina, en la costa oeste de Irlanda.
Familiares lejanos y habitantes de esta ciudad del condado de Mayo se sienten orgullosos de ver a uno de los suyos desafiar a Donald Trump en la carrera presidencial.
"Obviamente, apoyamos al máximo a Joe Biden", dice a la AFP Laurita Blewitt, prima lejana del candidato demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses. "Tenemos este lazo familiar, esta amistad, esta relación con él", añade la irlandesa de 37 años.
La genealogista Megan Smolenyak trazó la línea familiar de Joe Biden en el condado de Louth, en el este del país, así como en Ballina, una ciudad de 10,000 habitantes salpicada de coloridas fachadas y atravesada por el río Moy.
En 1851, su tatarabuelo Edward Blewitt partió a Nueva York con la diáspora que huía de la pobreza en Irlanda.
A pesar de los años, la familia Biden y la ciudad de Ballina mantuvieron sus vínculos.
- "Grabada en mi alma" -
Joe Biden, de 77 años, estuvo en dos ocasiones: primero en 2016, recibido por una multitud, que llegó para ver al vicepresidente de Barack Obama, y después en 2017, durante una visita a un hospital regional, dos años después de la muerte de su hijo Beau a causa de un cáncer.
Ballina además está hermanada con Scranton, en el estado de Pensilvania, donde nació Biden en 1942.
Joe Biden escribió una vez que cuando muera, "el noreste de Pensilvania estará grabado en mi corazón. Pero Irlanda estará grabada en mi alma".
El candidato demócrata no es el único hombre de Estado estadounidense con raíces irlandesas. John F. Kennedy, Richard Nixon, Barack Obama y muchos otros reivindicaron lazos con "la isla esmeralda".
Ronald Reagan y Barack Obama, que tiene vínculos familiares lejanos con Moneygall, en el condado de Offaly, visitaron la tierra de sus antepasados, asegurándose de tomar una pinta en el pub local.
La historia de estas personalidades ilustra el mito del "sueño americano": familias que huyen de la pobreza para comenzar una nueva vida llena de oportunidades en Estados Unidos.
- Lazos sólidos -
Para Irlanda, esta diáspora estadounidense ofrece una importante ventaja diplomática.
Un 10% de los estadounidenses afirma tener sangre irlandesa, es decir unos 31 millones de personas, una cifra seis veces mayor que los cinco millones de habitantes de Irlanda.
Estos lazos históricos llevaron a políticos estadounidenses a desempeñar el papel de mediadores para poner fin a las tres décadas de conflicto con la provincia británica de Irlanda del Norte, hasta la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo en 1998.
Más recientemente, Joe Biden advirtió que Londres no podría alcanzar un pacto comercial posbrexit con Washington si no se respetaba este acuerdo de paz y el principio de una ausencia de frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte.
"Los lazos entre Irlanda y Estados Unidos son increíblemente sólidos", asegura el consejero local de Ballina, Mark Duffy, dándole un peso añadido en el ámbito internacional.
- Divisiones -
La implacable campaña electoral estadounidense y las divisiones entre los bandos Trump y Biden han llegado hasta Irlanda.
Joe Blewitt ha pagado el precio de esta polarización. Este fontanero, primo tercero de Joe Biden, decoró su furgoneta con un letrero que hace un guiño a la campaña presidencial: "Joe Biden para la Casa Blanca y Joe Blewitt para vuestra casa".
Pero recibió mensajes de odio, e incluso una llamada agresiva. "Trump va a ser presidente", le dijo una voz con acento estadounidense.
"Hay mucho odio", confiesa este hombre de 41 años.
"Cuando visito Estados Unidos, ya no es el lugar acogedor de antes", lamenta también Laurita, que viajó a Las Vegas a hacer campaña durante el proceso de primarias para que Biden fuese designado candidato demócrata en febrero.
Laurita cruza los dedos para que triunfe Biden. "Espero que podamos celebrarlo aquí el 3 de noviembre", dice.
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