Internacional - Política

Un comité de la Administración Trump concluye que las elecciones fueron “las más seguras de la historia” de Estados unidos

2020-11-13

La conclusión choca de frente con la acusación infundada de fraude electoral que ha...

Antonia Laborde | El País

Washington - Una coalición de autoridades federales y estatales de Estados Unidos informó este jueves por la noche de que no ha encontrado ninguna prueba de que se hayan perdido o modificado votos, ni de que algún sistema de votación fuera pirateado durante el escrutinio de los comicios presidenciales de Estados Unidos celebrados la semana pasada. “Las elecciones del 3 de noviembre fueron las más seguras en la historia de Estados Unidos”, apuntaron los funcionarios a cargo de la seguridad electoral, incluida la agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA, por sus siglas en inglés), que depende del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). La conclusión choca de frente con la acusación infundada de fraude electoral que ha propagado el presidente saliente, Donald Trump, y varios republicanos, quienes se niegan a reconocer la derrota frente al presidente electo, Joe Biden.

“Si bien sabemos que nuestro proceso electoral es objeto de muchas reclamaciones infundadas y campañas de desinformación, podemos asegurarles que tenemos absoluta confianza en la seguridad e integridad de nuestras elecciones”, rezaba el comunicado distribuido por CISA, el organismo que encabezó los esfuerzos de seguridad y transparencia electoral en el ámbito federal. El director de la agencia, Chris Krebs, advirtió a sus compañeros de que Trump podía despedirlo, informa Reuters. Krebs se ha dedicado desde la jornada electoral a publicar en Twitter mensajes en los que asegura que las elecciones fueron seguras y que se van a contar todos los votos emitidos. “Estados Unidos, confiamos en la seguridad de su voto, usted también debería”, escribió.

El comunicado supone el portazo más directo hasta la fecha que ha recibido la retórica de Trump, que intenta socavar la integridad de los comicios sin pruebas desde la noche electoral, e incluso antes de la votación. El presidente estadounidense ha tuiteado esta mañana, haciéndose eco del comunicado, que “durante años, los demócratas han predicado sobre lo inseguras y manipuladas" que han sido las elecciones anteriores y que ahora aplauden “el maravilloso trabajo que hizo la Administración Trump para hacer de [las de] 2020 las elecciones más seguras de la historia. En realidad, esto es cierto, excepto por lo que hicieron los demócratas. ¡[Han sido unas] elecciones amañadas!", ha escrito el republicano. Twitter ha colocado una advertencia en el mensaje, señalando que los expertos y autoridades aseguran que no hay ningún dato que apoye las acusaciones de fraude electoral.

En un discurso en la madrugada del miércoles posterior a la cita electoral, la última vez que habló ante las cámaras, Trump acusó los demócratas de estar intentando “robar” las elecciones y anunció el inicio de una batalla legal. Hasta ahora los tribunales han desestimado la mayoría de las demandas y las autoridades estatales insisten en que las elecciones se desarrollaron sin problemas ni graves irregularidades. “Cuando tenga preguntas, acuda a los funcionarios electorales como voces en las que confiar mientras gestionan las elecciones”, recomendaba el comunicado.

El equipo de Trump se apuntó este jueves una pequeña victoria en la batalla legal que lidia en Pensilvania, Estado en el que Biden ha obtenido la victoria por algo más de 50,000 votos. En el territorio clave, y tras una disputa entre los partidos sobre los plazos para recibir papeletas por correo, la Corte Suprema estatal, de mayoría progresista, dictaminó que los colegios electorales podían recibir votos por correo hasta tres días después de los comicios con matasellos que indicaran que se habían enviado el 3 de noviembre o antes. La semana anterior a las elecciones, Kathy Boockvar, secretaria de Estado demócrata y la responsable de supervisar los comicios, decidió prorrogar tres días más la fecha en la que los votantes podían subsanar errores en sus papeletas enviadas, como algún problema con el apellido o algún dato que no coincidiera con los guardados en los archivos electorales. Un juez de un tribunal estatal determinó este jueves que Boockvar no tenía la potestad para extender el plazo de rectificaciones. De todas formas, esos votos, unos cuantos miles, están apartados y no se han contado, por lo que el demócrata seguirá a la cabeza pase lo que pase con ellos.



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