Internacional - Política

Rechazo internacional de elecciones empaña victoria a Maduro

2020-12-07

Maduro deberá seguir lidiando con una comunidad internacional que no lo reconoce y que...

Por FABIOLA SÁNCHEZ

CARACAS (AP) — Sin mayores sorpresas, el presidente Nicolás Maduro recobró el control de la Asamblea Nacional, que perdió hace cinco años a manos de la oposición, al tiempo en que dio claras señales de buscar mantenerse en el poder pese a los llamados de la comunidad internacional para que impulse una transición que saque al país sudamericano del fondo.

Maduro deberá seguir lidiando con una comunidad internacional que no lo reconoce y que tampoco avala las elecciones de la víspera. Además, que seguirá presionando con sanciones en alianza con la oposición, que a partir del lunes buscaba la manera de legitimarse a través de una consulta.

El paso que logró Maduro le permitió fortalecer su poder interno que ha sido fundamental en los últimos años para enfrentar la crisis y las presiones de la oposición y la comunidad internacional para unas nuevas elecciones presidenciales que hoy lucen remotas.

Mientras tanto, el panorama para los sectores adversos al gobierno se vislumbra incierto puesto que aún no está claro si el oficialismo cumplirá las amenazas que lanzó durante la campaña de emprender juicios contra el líder opositor Juan Guaidó y el retos de sus colegas.

Tampoco está claro si la oposición, golpeada por divisiones y la pérdida de apoyo, podrá capitalizar el descontento que hay contra Maduro y que según algunos analistas se plasmó en parte en la alta abstención que se registró la víspera.

Los resultados de las elecciones legislativas dieron al Partido Socialista Unidos de Venezuela y sus organizaciones aliadas 67,6% de los votos, según el primer boletín del Consejo Nacional Electoral que no precisó cuántos de los 277 escaños logró el oficialismo.

En manos de opositores disidentes, que rompieron con el boicot convocado por Guaidó, quedó 17,95% de los votos y el resto lo obtuvieron las organizaciones de izquierda que estaban distanciadas del oficialismo.

La abstención quedó en 69%, que es una de las más alta de los últimos años, superando ampliamente el 25,75% que se reportó en las legislativas del 2015 cuando participó la coalición opositora, pero quedó por debajo del registro del 2005 cuando la oposición también se ausentó de las votaciones y se dio una abstención de 74,74%.

Al respecto, el presidente de Diálogo Interamericano en Washington, Michael Shifter, expresó a The Associated Press que los resultados muestran una “realidad muy triste” porque evidencian que “la gran mayoría de los venezolanos no creen ni en el gobierno ni la oposición, están desanimados, cansados y haciendo todo lo posible por sobrevivir”.

Maduro, empero, calificó los resultados como una “tremenda y gigantesca victoria” del voto popular. El oficialismo había perdido el control de ese poder en los comicios del 2015 tras controlarlo por 16 años seguidos.

Poco antes indicó que con la elección del domingo se sacaría lo que llamó una “Asamblea Nacional nefasta” y se iniciaría una “nueva era” de recuperación en Venezuela, que se encuentra sumida en una compleja crisis con una recesión que según estimaciones del Fondo Monetario Internacional podría alcanzar este año 25%, y una galopante hiperinflación de cuatro dígitos.

Guaidó, quien llamó a un boicot en las elecciones alegando que no había condiciones democráticas y que el evento era un “fraude”, aprovechó la escasa participación para desestimar los resultados.

“La clave va ser, de nuevo, trasladar esto no solamente a la necesidad y querencia de cambio sino a la factibilidad inmediata del cambio”, dijo el lunes el también jefe de la Asamblea Nacional en conferencia de prensa, al asegurar que aprovecharán el creciente descontento para animar las presiones internas contra Maduro.

Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima, que integra Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, anunciaron el lunes el no reconocimiento de los comicios legislativos.

Washington, estrecho aliado de la oposición, anunció su rechazo a la consulta, que consideró como una “farsa”, y reafirmó el lunes en un comunicado del Departamento de Estado el reconocimiento de Guaidó como presidente encargado de Venezuela y a la Asamblea Nacional de mayoría opositora.

Asimismo, el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, afirmó en un escrito que las elecciones “no cumplieron con los estándares internacionales mínimos para un proceso creíble y para movilizar al pueblo”, e hizo un llamado a las partes a unirse de manera urgente para iniciar un “proceso de transición”.

En relación al papel que puede cumplir la comunidad internacional en esta etapa, el analista Félix Seijas, director de la encuestadora local Delphos, afirmó que su postura será fundamental debido a que de ello dependerá los próximos pasos que dará Maduro contra Guaidó y el resto de los diputados opositores que permanecen en el país.

Seijas dijo a The Associated Press que si el pronunciamiento de la comunidad internacional no es muy contundente en contra la elección y en apoyo a Guaidó “es posible que el gobierno sienta que el costo final de arremeter contra la oposición ha bajado” y de el paso para “terminar de pulverizarla”.

Sobre los riesgos que corre Maduro de seguir enfrentando a la comunidad internacional los analistas estiman que eso se traducirá en el aumento de la presión y la continuidad de las sanciones que han representado un alto costo para las golpeada finanzas del gobierno venezolano que ha tenido que recurrir a Rusia, China, Turquía e Irán, sus estrechos aliados, para sortear la crisis.

Del lado de la oposición la situación también resulta compleja debido a que en medio del gran desanimo de electorado deberá llevar adelante desde hoy hasta el sábado una “consulta popular” sobre la que no ha podido hacer mayor promoción ni publicar publicidad debido a que la mayoría de los medios locales los han censurado, según denunciaron los organizadores.

En el referendo, promovido por organizaciones civiles y que no tiene validez, se le preguntará a los venezolanos si están a favor de exigir el “cese de la usurpación” de la presidencia de Maduro, sobre el rechazo de los comicios legislativos, y si ordenan ejercer gestiones en la comunidad internacional para rescatar la democracia y atender la crisis humanitaria.

La consulta se realizará por la aplicación Voatz, un portal de internet, el sistema de mensajería Telegram, y de manera presencial el 12 de diciembre.

Guaidó, quien ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por casi 60 países, anunció la víspera que la mayoría opositora de la Asamblea Nacional “seguirá en funciones para lograr elecciones presidenciales y parlamentarias libres”, y agregó que la permanencia en sus cargos la sustentarán en el “principio de continuidad constitucional”.

No está claro, empero, si la mayoría de los congresistas y toda la comunidad internacional, en particular la Unión Europea, respaldarán esa decisión.



Jamileth