Migración
Aumentan 168% los refugiados en México
Por Marcos Romero | ANSA
La cifra de refugiados en México aumentó 168% este año, la mayoría en plena pandemia de Covid-19, y 4 de cada 10 corresponden a ciudadanos venezolanos que huyen de su país, de acuerdo con un informe de la oficina de Política Migratoria del ministerio de Gobernación (interior).
Entre enero y octubre las autoridades otorgaron estatus legal a 11.617 extranjeros, contra 4.341 del mismo período del año pasado, según el informe.
De todos los refugiados 4.40 son venezolanos, que en ese lapso de 2019 habían sumado 3.403, según el reporte.
La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Coomar) informó que de las solicitudes presentadas por extranjeros entre 2017 y 2020, el 62% fueron aprobadas, pero en el caso de los venezolanos el 99% tuvieron una respuesta positiva.
Desde 2013 hasta noviembre pasado, 12.888 han podido conseguir el reconocimiento de refugiados en México.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), suman 42,000 los venezolanos con permisos de residencia y estancia regular en México, con lo que se convierten en el principal grupo con estatus legal en el país.
Le siguen los hondureños (4.002), salvadoreños (1.767) y cubanos (670), en una larga lista de 35 países.
Paradójicamente, mientras la cifra de refugiados aumentó este año, la de solicitantes de refugio se redujo casi la mitad respecto a 2019, al pasar de 67.253 a 36.454.
El beneficio del refugio es concedido en México, según la normativa en la materia, a aquellos ciudadanos extranjeros con "fundados temores de ser perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad y género".
También se le otorga a los que pertenecen a "determinado grupo social" o que ostentan ciertas "opiniones políticas" y que no quieren gozar de protección de su país de origen.
Se le concede asimismo a quienes huyen de su país porque "su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por violencia generalizada, agresión extranjera, conflictos internos, violación masiva de los derechos humanos o circunstancias que perturben gravemente el orden público".
México ha sido destino de refugio de miles de extranjeros que huían de la violencia, del hambre o de la guerra desde hace varias décadas, especialmente los judíos perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial, los españoles durante la guerra civil y de los sudamericanos durante las dictaduras militares de los años 70 y 80.
También acogió a grandes cantidades de centroamericanos acosados durante los conflictos internos de los años 80 sobre todo de Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
La semana pasada, Comar inauguró en la sureña ciudad de Tapachula, frontera con Guatemala, el primer albergue en México enfocado en la atención exclusiva de personas solicitantes de la condición de refugiado.
Andrés Ramírez, titular el organismo, señaló que, al cierre de este mes de noviembre, solo la oficina de representación en Tapachula recibe más del 60% de todas las solicitudes de refugio en el país.
A diferencia de las estaciones migratorias, que son lo más parecido a una cárcel ordinaria, este establecimiento pretende convertirse en "un sitio de alojamiento digno y seguro".
El refugio, construido con apoyo de la organización no gubernamental Hospitalidad y Solidaridad y el Acnur, puede atender entre 250 y 300 personas.
La crisis por la pandemia por Covid-19 y la violencia en Centroamérica han provocado un flujo incesante de solicitantes de la condición de refugiado, aunque se espera que aumente una vez que la crisis sanitaria se reduzca.
En octubre de 2018 inició una oleada de caravanas de migrantes procedentes de Honduras rumbo a México que fueron contenidas por la fuerza por el gobierno azteca meses después, por presiones del presidente Donald Trump, lo que generó fuertes críticas contra el mandatario mexicano Andrés López Obrador.
De acuerdo con fuentes del ministerio de Gobernación, el flujo migratorio comenzó a reactivarse desde octubre pasado después de varios meses de reducción a causa de la pandemia de Covid-19, solo que ahora se realiza a "cuentagotas" o en pequeños grupos con apoyo de polleros o traficantes de personas.
maria-jose
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