Entre la Espada y la Pared

Bolsonaro encara un 2021 sin Trump y con poco margen para nuevas alianzas

2020-12-28

En política externa, los dos primeros años del Gobierno de Bolsonaro estuvieron...

PorJoan Royo Gual | Sputnik

A pesar de las resistencias, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acabará dejando la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Y cuando eso ocurra, el jefe de Estado brasileño, Jair Bolsonaro, se quedará más solo que nunca.

El mandatario perderá a su principal aliado y tendrá escaso margen para construir nuevas alianzas. Su relación con el presidente electo en EU, Joe Biden, ya ha empezado con mal pie.

"La relación con Trump no fue provechosa. Brasil cedió mucho y no recibió nada a cambio. Fue completamente absurdo, una sumisión total que no trajo ninguna ventaja a Brasil, solo agradaba al ego del presidente Bolsonaro y sus hijos", recuerda en declaraciones a Sputnik Carlos Eduardo Lins, especialista en relaciones públicas, profesor en el centro de estudios Insper y excorresponsal del diario Folha de Sao Paulo en Washington.

Lins recuerda que en sus dos primeros años de Gobierno, Bolsonaro logró la hazaña de enemistarse con los principales socios de Brasil:

"Si ahora decide hacer lo mismo con EU, quedará poco espacio para Brasil", resume el especialista, que prevé un país más aislado que nunca en el escenario exterior.

Bolsonaro, que demoró unos cuantos días en saludar a Biden por su victoria, ya avanzó que la relación no iba a ser "fructífera", después de que el líder demócrata criticara la deforestación en la Amazonía, algo que el presidente brasileño interpretó como un ataque a la soberanía nacional.

"Asistimos hace poco a un gran candidato a la jefatura de Estado decir que si no se apaga el fuego en la Amazonía levantará barreras comerciales contra Brasil", dijo Bolsonaro, que añadió: "Tan solo la diplomacia no sirve; cuando se acaba la saliva tiene que haber pólvora, si no, no funciona". La simple insinuación de una guerra de Brasil contra EU provocó chistes y mofas en el país.

A pesar de la interpretación de Bolsonaro, Lins subraya que de momento no hay una amenaza "concreta o específica" por parte del nuevo presidente de EU hacia Brasil, pero remarca que la política medioambiental será la piedra en el zapato en la relación entre los dos países.

Si Brasil no pone freno a los desbocados índices de deforestación en la Amazonía, se acumularán los problemas.

"El medio ambiente y el clima serán la piedra de toque de Biden en política externa y eso provocará a Brasil grandes dificultades, a no ser que el Gobierno cambie de postura o de política", apunta Lins.

La incógnita ahora es saber si Bolsonaro se doblegará a los nuevos aires de la política exterior o si reforzará su discurso negacionista y de defensa de la soberanía nacional, creando enemigos externos en busca de aprobación interna.

"Por parte de Biden se buscará la conciliación, no creo que busque el conflicto", opina Lins, que en cualquier caso no ve una disposición muy positiva por parte de Brasil.

En política externa, los dos primeros años del Gobierno de Bolsonaro estuvieron marcados por una alineación sin fisuras con el EU de Trump.

En su momento, la mayoría de los diplomáticos y especialistas alertaron de que la alianza era muy personalista. Dependía excesivamente de la amistad entre dos personas. El resultado está ahora a la vista: el Gobierno brasileño ya muestra dificultades para mantener una relación normal, de Estado, con EU.

Dejando de lado al poderoso vecino del norte, Brasil tiene poco margen para buscar nuevas alianzas y es probable que tenga que conformarse con reforzar los vínculos ideológicos con la extrema derecha de Hungría y Polonia, dos de los pocos países con los que el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, y uno de los hijos del presidente, Eduardo Bolsonaro (que actúa casi como un canciller en la sombra) mantienen una comunicación fluida.



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