Salud

La Ciudad de México lleva oxígeno gratis a domicilio para pacientes de covid-19

2020-12-28

 La ciudad efectúa unas 22,000 pruebas diarias en hospitales y quioscos callejeros de las...

Por Carmen Morán Breña | El País

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha anunciado este lunes que se ha firmado un convenio con la mayor empresa de oxígeno, Infra, para llevar tanques a domicilio de forma gratuita para aquellos enfermos que puedan sobrellevar la enfermedad sin hospitalización o para permitir a los que estaban ingresados volver a casa con la ayuda del gas. El convenio se extenderá “todo el tiempo que sea necesario”. El Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, también tiene una estrategia sanitaria similar que no solo está destinada a los derechohabientes. “No se trata solo de dejar el tanque e irse, la empresa dará mantenimiento y revisión” de este servicio, ha asegurado Sheinbaum tras varios días de escasez provocada por un repunte en los contagios en la capital del país.

Cientos, quizá miles de ciudadanos, llevan semanas participando del nuevo mercado del oxígeno que se abrió ante las dificultades respiratorias con que cursa esta enfermedad. Se han registrado filas de personas a las puertas de estos negocios en los que venden los tanques, no siempre con las medidas adecuadas del comercio. La agencia federal del consumidor, Profeco, anunció hace unas horas que suspendía el servicio de algunos de estos negocios porque no cumplían ciertas reglas básicas del mercado. Y finalmente se han clausurado dos de ellas. Los días 22, 23 y 24 de este mes, la Profeco visitó 31 establecimientos y suspendió la venta en seis ubicados en varios Estados. No acreditaban las variaciones de precios y los costos de recarga del tanque así como diferentes fallas en la información al consumidor y la facturación.

A río revuelto, ganancia de pescadores. Los negocios de oxígeno han visto estos días de sufrimiento una puerta abierta para un negocio no siempre transparente, que la urgencia de los ciudadanos no podía rechazar. Las denuncias llegaron a la Profeco, que tomó cartas en el asunto. En julio, la Comisión Federal de Competencia Económica, el organismo antimonopolios del país, lanzó una investigación del mercado porque sospechaba de prácticas monopólicas y abusivas.

Combatir en casa la enfermedad si las condiciones sintomáticas lo permiten no es algo baladí en estos días en los que la capital y toda la zona conurbada están agotando las posibilidades de ingresos. Las camas se agotan y las fiestas hacen prever picos de hospitalizaciones posteriores. Aunque el semáforo ha vuelto al rojo y con él han quedado suspendidas las actividades no esenciales, así como las fiestas y reuniones masivas, estas garantías para frenar el contagio no siempre se cumplen. En zonas difíciles de la capital, como Tepito y aledaños hasta se vende alcohol, algo prohibido también algunos días clave. “Hemos pedido apoyo a las alcaldías” para combatir eso, ha dicho Sheinbaum en rueda de prensa.

Tampoco ha estado exenta de polémica la inmunización en la ciudad una vez que arribaron a México las primeras vacunas. Preguntada la alcaldesa por algunos señalamientos que indicaban que directivos de hospitales que no están en la primera línea de combate al covid se estaban vacunando en lugar de los médicos y enfermeras expuestos al virus, Sheinbaum no lo ha negado, simplemente ha señalado que no debe haber nepotismo en este asunto y que el personal sanitario al frente de la pandemia debe ser el inmunizado con prioridad.

La jefa de Gobierno ha explicado también que se espera que se ocupen 9.512 camas en el escenario más complejo de los que se barajan. Los hospitales de la ciudad no solo atienden a los capitalinos, sino a gente procedente de otros Estados, sobre todo del Estado de México, con quienes comparten el territorio que convierte a la ciudad de nueve millones en una enorme mole de 22 millones de habitantes. El 54% de los ingresados son de ese Estado de fronteras confusas con la ciudad. “Así debe ser, la salud es un derecho”, ha afirmado Sheinbaum.

En la ciudad hay 5.848 personas ingresadas con covid-19, de las cuales 1.793 están intubadas. En los hospitales públicos se ha experimentado un incremento del 37% en el número de camas desde noviembre y un 27% en aquellas con ventilador. Aún quedan 1.518 camas disponibles. Pero el curso de los contagios no deja lugar al optimismo. En la ciudad se esperan aún picos preocupantes que serán el reflejo de los días de fiesta en los que a pesar de las repetidas indicaciones de los responsables políticos y sanitarios se ha bajado la guardia. La ciudad efectúa unas 22,000 pruebas diarias en hospitales y quioscos callejeros de las que un 23% son positivos, algo que ha disminuido en las últimas semanas.



maria-jose