Religión
Diócesis de Minnesota paga 21,5 millones a víctimas de abuso
WINONA, Minnesota, EU (AP) — La diócesis de Winona-Rochester en Minnesota llegó a un acuerdo para pagar 21,5 millones de dólares a 145 individuos que sufrieron abusos sexuales a manos de sus sacerdotes.
Es la última diócesis católica del estado que llega a una solución con sus acusadores, bajo una ley de 2013 que extendió temporariamente la prescripción en los casos de abuso. Cinco diócesis en Minnesota, incluida ésta, pidieron la quiebra en respuesta a las denuncias contra sus sacerdotes.
El acuerdo anunciado el miércoles permite a la diócesis presentar un plan de reorganización financiera para su aprobación por la Corte Federal de Quiebras.
“Jamás debemos olvidar la trágica angustia causada por individuos que abusaron de su poder y posiciones de autoridad”, dijo el obispo John Quinn, de Winona-Rochester. “Debemos permanecer atentos en nuestro compromiso firme de proteger a los jóvenes de nuestra diócesis que confían en sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos para su seguridad y su atención espiritual”.
Las diócesis de St. Cloud, New Ulm y Duluth y la arquidiócesis de St. Paul y Minneapolis han salido de la quiebra.
El acuerdo de Winona-Rochester absuelve los reclamos contra escuelas, iglesias y otras instituciones católicas en la diócesis, informó el periódico Star Tribune. La diócesis abarca los 20 condados sureños de Minnesota y un centenar de parroquias, de acuerdo con su sitio web.
El abogado Jeff Anderson, que representó a muchas de las víctimas, dijo que el acuerdo incluye 6,5 millones de dólares adicionales de los aseguradores de la diócesis.
aranza
Notas Relacionadas
- Víctimas de monjas católicas dependen unas de otras tras ser ignoradas en crisis de abuso sexual
- Cinco cardenales conservadores desafían al papa a ratificar la doctrina sobre homosexuales y mujeres
- El papa Francisco crea 21 nuevos cardenales; incluidas figuras clave en el Vaticano
- El papa llama a "socorrer" a los migrantes en el mar, "un deber de humanidad"
- Las revelaciones sobre abusos, una distracción incómoda para el viaje del papa a Portugal
