Internacional - Economía

La OCDE apremia a acelerar la vacunación para consolidar la recuperación económica

2021-03-09

Su última evaluación trimestral de la economía prevé ahora un...

Silvia Ayuso | El País

París - La llegada de las vacunas contra el coronavirus también ha inoculado una buena dosis de optimismo a la economía mundial. Pero no bastará para una total recuperación a menos que se acelere la vacunación y que esta sea realizada de forma más equitativa en todo el mundo, según ha advertido este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Su última evaluación trimestral de la economía prevé ahora un sólido crecimiento mundial del 5,6% este año, 1,4 puntos porcentuales por encima de sus cálculos a finales de 2020.

“Las perspectivas económicas globales han mejorado significativamente en los últimos meses, ayudadas por el despliegue gradual de vacunas efectivas, anuncios de nuevos apoyos fiscales en algunos países y por las señales de que las economías sobrellevan mejor las medidas para erradicar el virus”, resume el organismo en su informe interino de marzo, que ilustra de forma gráfica, con un índice de crecimiento al alza representado por una jeringuilla, en alusión al proceso de vacunación contra la covid-19 que ya se extiende en buena parte del mundo.

Sin embargo, “aunque hemos mejorado las proyecciones, me sigue preocupando mucho que no estemos haciendo lo suficiente para acelerar la recuperación”, acotó la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, al presentar el informe en París. “El apoyo fiscal es el apropiado, pero el ritmo de las vacunaciones no es lo suficientemente rápido para consolidar la recuperación. Tenemos que ir mucho más rápido y hacerlo mucho mejor”, insistió.

Porque sigue habiendo “riesgos considerables”, en buena parte vinculados al ritmo y amplitud de la vacunación, advierte la OCDE: “Un avance más rápido en el despliegue de vacunas en todo el mundo permitiría levantar más rápido las restricciones y mejorar la confianza y el gasto”, indica. Dentro de los propios países, también ayudaría a “restaurar la confianza, mejorar las condiciones del mercado laboral y reducir el ahorro preventivo”. Solo en los 36 Estados que forman parte de la OCDE, destaca el organismo, hay actualmente casi diez millones más de parados que antes de la crisis.

Por el contrario, una vacunación lenta “resultaría en una recuperación más débil, más pérdidas laborales y más bancarrotas empresariales”. La diferencia entre el escenario bueno —de vacunación rápida— y el malo de la OCDE son “unos seis billones de dólares para 2022, esto es, dos veces la economía de Francia”, escenificó Boone. Por ello, subraya la institución internacional, que una vez más insiste en la importancia del multilateralismo, debe ser una “prioridad” asegurar que todos reciben lo más pronto posibles vacunas. Al fin y al cabo, recuerda, “los recursos necesarios para proporcionar vacunas a países de bajos ingresos son pequeños en comparación con las ganancias de una recuperación económica global más fuerte y rápida”.

Según el informe interino de marzo, titulado también de forma significativa Reforzar la recuperación: la necesidad de velocidad, tras crecer este año un 5,6%, en 2022 el repunte se quedará en un nada desdeñable 4%, tres décimas más de lo calculado el trimestre pasado.

La OCDE también revisa al alza, aunque de forma más moderada, el crecimiento de la eurozona, que ahora estima en 3,9% este año (frente al 3,6% en diciembre) y 3,8% en 2022 (cinco décimas más). España, que por primera vez es incluida en estas revisiones “interinas” entre los dos grandes informes semestrales del organismo con sede en París, también crecerá algo más de lo previsto este año (un 5,7%) y el que viene (4,8%), en tasas por encima de las de Alemania o Italia, pero por detrás de Francia, pese a que la OCDE revisa para este país levemente a la baja sus proyecciones a 5,9% (una décima menos que en diciembre).

Otro país que crecerá vigorosamente este 2021, aunque algo menos de lo inicialmente previsto, es China, para el que la OCDE calcula ahora un 7,8% (8% en diciembre).

No obstante, el mejor desempeño —tras la India, que este año crecerá un 12,6%— será el de Estados Unidos, país para el que la OCDE proyecta ahora una expansión del 6,5% este año, 3,3 puntos más que en diciembre, y del 4% en 2022. Una noticia íntimamente ligada al paquete de estímulos por 1,6 billones de euros del flamante presidente, el demócrata Joe Biden, aprobado por el Congreso el pasado fin de semana y que el organismo con sede en París saluda con evidente entusiasmo, sobre todo por sus “bienvenidos” efectos colaterales en materia de demanda “en socios comerciales clave”. Según las estimaciones del organismo, que por primera vez en varios años (los de la era Trump) no emite advertencias en materia de tensiones comerciales en su informe, el paquete estadounidense podría estimular la demanda en economías como la canadiense y la mexicana, que podrían ver un incremento de entre 0,5 y 1 punto porcentual de su producción, o de 0,25 a 0,5 puntos en la eurozona o en China. Los estímulos “no van a impulsar solo la economía estadounidense, sino que van a alimentar el crecimiento global, mediante el incremento de la demanda en EU y desde EU al resto del mundo”, explicó Boone.

Frente a la bienvenida que se da a la medida del nuevo Ejecutivo estadounidense —aunque aún cauta, ya que todavía se tiene que desplegar—, la OCDE da un tirón de orejas a la Unión Europea por su tardanza en desplegar sus propios fondos de rescate, aprobados hace ya meses. Los europeos “deben intensificar los esfuerzos para que avance el desembolso [de los fondos aprobados] y se utilicen de forma completa los recursos disponibles”, reclama el think tank de los países ricos, que desestima por el momento amenazas inflacionarias y advierte en contra de retirar demasiado pronto las ayudas fiscales, aunque recomienda ir adecuando progresivamente las ayudas a los sectores más afectados, especialmente los jóvenes. Porque incluso con la mejora de las perspectivas, la mayoría de los países no volverán a niveles pre-pandémicos hasta finales de año o en 2022. Eso quiere decir, recalcó Boone, que muchos países “habrán perdido dos o tres años de crecimiento, lo que es muy largo y amenaza con dejar cicatrices importantes en materia de empleos y bienestar”.



Jamileth