Internacional - Política

Un juez del Supremo de Brasil anula las condenas contra Lula da Silva, que podrá ser candidato a las elecciones

2021-03-09

El fallo también restablece los derechos políticos que Lula perdió al ser...

Naiara Galarraga Gortázar | El País

São Paulo - Un juez del Tribunal Supremo de Brasil, Edson Fachin, ha decidido este lunes inesperadamente que el tribunal que juzgó al expresidente Lula da Silva no era competente y, en consecuencia, ha anulado cuatro procesos en los que el veterano líder del Partido de los Trabajadores (PT) fue condenado por corrupción. Sergio Moro dirigía aquel juzgado de Curitiba. El fallo también restablece los derechos políticos que Lula perdió al ser condenado. El izquierdista, de 75 años, no descarta presentarse a las presidenciales previstas en 2022.

“La política es mi ADN, solo cuando muera dejaré de hacerla”, declaró el pasado viernes en una entrevista a este diario Lula, excluido por estar condenado de la carrera electoral que aupó a Jair Bolsonaro a la presidencia hace más de dos años.

Los casos anulados ahora por Fachin, tras un recurso presentado por el expresidente, son los concernientes a un apartamento triple ubicado en Guarujá, una finca en Atibaia (en los cuales fue condenado a varios años de prisión) y otros dos procesos relacionados con el Instituto Lula. El expresidente fue condenado por corrupción y blanqueo de dinero, por recibir prebendas a cambio de favores políticos. Lula salió de la cárcel, gracias a un fallo del Tribunal Supremo, en noviembre de 2019.

Los comentaristas coinciden en que el fallo da inicio a la campaña electoral. Pero el alcance judicial y político definitivo de esta decisión adoptada en solitario por uno de los 11 jueces del Supremo se irá aclarando en las próximas semanas y meses. La justicia brasileña era de tradición extremadamente garantista, pero eso cambió a partir de los procesos relacionados con el escándalo Lava Jato. Tampoco es raro que un tribunal o un juez dicten un fallo totalmente distinto al adoptado tiempo atrás.

El equipo de abogados de Lula ha respondido con un comunicado que ha tuiteado el mandatario: “La decisión de hoy (por el lunes) afirma la falta de competencia de la Justicia Federal de Curitiba y el reconocimiento de que siempre hemos tenido razón en esta larga batalla legal”. La nota no hace ninguna referencia a la posibilidad de concurrir a unas elecciones. El PT también reaccionó con cautela: “Estamos esperando el análisis jurídico de la decisión del juez Fachin, que reconoce con cinco años de retraso que Sergio Moro nunca pudo haber juzgado a Lula”, tuitéo la presidenta del partido, Gleissi Hoffman. El sistema judicial brasileño contempla que los jueces del Supremo tomen decisiones unipersonales. La Fiscalía anunció que prepara un recurso contra la decisión.

Bolsonaro se ha referido a la noticia para decir que el juez Fachin “siempre tuvo una fuerte relación con el PT” y que cree que el pueblo no quiere a Lula de candidato. El presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, ha ahondado en la incógnita en su primera reacción al fallo al tuitear: “Mi mayor duda ante esta decisión en solitario (del juez) es si era para absolver a Lula o a Moro”.

Porque con esta decisión, el Supremo no entra a valorar si el juez actuó de manera parcial o no al juzgar al político izquierdista. El magistrado Fachin sostiene que aquellos casos no debieron juzgarse en Curitiba, en el juzgado que dirigía Sergio Moro, sino en el Distrito Federal, adonde los deriva en su inesperado fallo. Todos los procesos regresan a la casilla uno. Curitiba es la ciudad de Paraná donde más fuerza tomó la investigación de corrupción Lava Jato y donde el exlíder de la izquierda latinoamericana estuvo preso durante 19 meses. Brasil enterró recientemente la operación Lava Jato mientras avanzan las ramificaciones en otros países de la región.

El fallo judicial disparó el dólar hasta los 5,88 reales y la Bolsa cayó con fuerza. La decisión de Fachin sacude el tablero político brasileño en un momento en el que la pandemia está fuera de control, con los hospitales desbordados en varios Estados y el resto del país al límite. Las críticas contra Bolsonaro por su nefasta gestión de la epidemia y su incapacidad de garantizar la cantidad necesaria de vacunas se acumulan.

La decisión es una victoria para Lula, que presentó un recurso de habeas corpus ante el Supremo hace más de dos años en cuanto Moro anunció que aceptaba la invitación del ultraderechista Bolsonaro para ser ministro de Justicia. El antiguo juez salió del Gobierno con un portazo acusando al mandatario de injerencia para proteger a sus hijos ante investigaciones judiciales. Lula siempre ha insistido en que Moro no fue imparcial, como reiteró hace tres días en entrevista con este diario. “Mi inocencia está demostrada y la culpabilidad del ministerio público, de [el exjuez Sergio] Moro y de la Policía Federal, más que probada”, dijo. “Hubo una conspiración para evitar que Lula pudiera volver a la presidencia de Brasil. Involucraron a mucha gente en una mentira, reforzada por los medios de comunicación”.

Preguntado si se presentaría a unas elecciones en caso de resolver sus problemas judiciales, mostró entusiasta su disposición tras recordar que Joe Biden es mayor que él y que tendrá 77 años en 2022: “Si en ese momento los partidos de izquierda entienden que puedo representarlos, no tengo ningún problema en hacerlo. El PT, sin embargo, tiene otras opciones, como Fernando Haddad [candidato en 2018], y algunos gobernadores”.

A un año y siete meses de las elecciones presidenciales, Brasil tenía este lunes por la mañana una certeza: la docena de nombres que han sonado en los últimos meses para encabezar alguna candidatura eran de varones, según se recordaba con motivo del Día Internacional de la Mujer. Lo que nadie esperaba era que a media tarde la decisión de un juez del Supremo abriera la carrera electoral. La voluntad de Bolsonaro de presentarse a la reelección es evidente. Con el apoyo de un tercio del electorado era el candidato más potente sin duda. Los analistas intentan discernir ahora a quién favorece más el fallo de Fachin, si a Lula, a Bolsonaro… En Brasil, como buena cuna de telenovelas, los giros de guion son algo cotidiano.



Jamileth